Quedó atrapada por la cámara, casi por casualidad, durante el rodaje de un corto. Desde ese momento no ha parado de trabajar. Para los seguidores del cine independiente español Eva Llorach no es una desconocida. De la mano de Juan Cavestany, Jordi Costa, Nacho Vigalondo y Carlos Vermut es un rostro indie habitual. La hemos visto alternando el cine con el teatro y dirigiendo cortos hasta que, de nuevo, se cruzó en su camino Vermut con un papel, -dar vida a Violeta-, para el que habían hecho pruebas todas las actrices importantes del cine español y que se ganó por méritos propios. Su actuación en Quién te cantará le ha valido el Goya como Mejor Actriz Revelación y el aplauso unánime de la crítica y el público. Además, ha supuesto un punto de inflexión en su carrera convirtiéndola en una de las actrices más solicitadas por la industria. Divertida, espontánea y sin pelos en la lengua me cuenta los proyectos profesionales que se le avecinan y que comienzan en septiembre con la serie Élite, que prepara para Netflix, y que enlazará con otra serie producida por Lucky Road para Flooxer, Albanta. En octubre iniciará un proyecto que le ilusiona muchísimo, “un cortometraje seleccionado por la ESCAC como final de carrera, dirigido por Irene Albanell y que tiene el nombre provisional de Club Silencio, es un proyecto que me tiene fascinada”. Y en “diciembre o enero” se subirá a las tablas ya que comenzará los ensayos de Taxi Girl, obra de teatro dirigida por Javier Giner con un texto de María Velasco y acompañada por Celia Freijeiro y Daniel Grao. Llorach apunta entusiasmada que, “en todos ellos tengo personajes maravillosos, así que estoy deseando empezar con todos”.
¿Cuál es su estado de ánimo actual?
Actualmente depende de la hora del día.
¿Qué tiene cada vez más claro sobre usted?
Que, aunque me lo decían y no lo creía, soy una persona valiente. O inconsciente, que a veces se acerca bastante.
¿Qué le gusta más hacer?
Hace un tiempo te hubiera dicho ver una película, viajar, ver un paisaje impresionante… Pero ahora mismo lo que más me gusta es estar rodeada de gente que me quiere y se preocupa por mí, y si es viendo una película, viajando o viendo un paisaje impresionante, genial.
¿Está cómoda en esta sociedad actual?
Bueno… intento estar cómoda en mi entorno, y si puedo cambiar las cosas que no me gustan a mi alrededor lo hago, o lo intento al menos.
¿Para que el arte sea bueno ha de ser verdadero?
No soy quién para decidir qué es el arte “bueno”, pero lo que a mí me gusta sí que viene de algo verdadero y que me modifica aunque sea por unos minutos.
Dicen que el arte es una mirada más para ayudarnos a comprender el mundo que nos rodea. ¿Cómo es su mirada actual: de temor, esperanzada, indiferente…?
Depende del día, me pillas en un momento confuso, aunque la tonalidad creo que casi siempre es esperanzada.
Recuerde ese momento de felicidad que vivió creando un personaje, interpretando…
Te hablaría de los momentos que pasé interpretando el verano pasado una obra de Gon Ramos en el Teatro Fernán Gómez, La familia No. Fui muy feliz cada día en el teatro, pero que muy feliz. O en los momentos de grabación en el karoke de Violeta en Quién te cantará.
Parece de esas personas que se crecen con la dificultad…
¿Lo parezco?
Usted se enamoró de las cámaras a los 30 años y ha triunfado pasados los 40 ¿lo mejor siempre está por venir?
Confío en que sí.
¿El mundo es de los valientes?
Sin duda.
Inolvidable su discurso reivindicativo en la ceremonia de los Premios Goya. Está claro que no es de las que piensa que puede causar problemas decir siempre lo que uno piensa.
A veces me he autocensurado, como hacemos todos, pero la mayoría de las veces soy bastante bocazas y pasional. En esa ocasión debo decir que nunca pensé que ese discurso pudiera perjudicarme, no pensé eso ni un segundo, simplemente sentí que debía decir eso porque es una realidad que nos afecta a mí y a mis compañeras.
Siempre ha dicho que le pone la complejidad, que lucha por no acomodarse…
En mi trabajo por supuesto, todos queremos hacer personajes diferentes porque esa es la forma que tiene el actor de aprender en la vida, poniéndose en la piel de otras personas, aprendiendo de su entorno, de la historia, ese es un aprendizaje que es mayor cuanto más complejo es un personaje. En la vida, busco lo sencillo, aunque no es fácil encontrarlo porque todos tenemos una mochila importante.
¿Cumplir años sigue siendo una carga para la mujer?
Sin duda.
Ahora ya es una mujer madura… (libre interpretación)
No veo la pregunta aquí, ¡jajajaja! pero sí, soy una mujer madura. Y acabo de darme cuenta ahora mismo de que algo que en un pasado podría haberme molestado, ahora me enorgullece. Soy una mujer, y sí, soy madura. Por fin.
Lo de la visibilidad en la mujer a partir de los 40 años, ¿es una causa perdida?
¡No! Ninguna causa referente a la mujer es una causa perdida, si pensáramos eso sería un desastre.
¿Ya, afortunadamente, van entendiendo que el talento no es cuestión de edad?
No creo que nadie pensara nunca eso. Simplemente es una cuestión de que nos han acostumbrado a que lo que debe mostrarse es la juventud, y que hay que relegar la imagen madura, pero eso no tiene nada que ver con el talento. Te contaré algo, me emocioné muchísimo viendo el cuerpo anciano de Iggy Pop en el MadCool, esos ojos tan redondos y tan azules con tanta vida detrás, dándolo todo en el escenario. Menudo personaje, ese tío va a trascender, si lo bajas del escenario se muere.
¿Y de amor también se aprende con la edad?
No. Un poco. No. Tal vez.
¿Existen los sueños imposibles?
Todos los sueños son posibles si te pones en movimiento.
¿Cree ciegamente en las cosas?
No. Y mis creencias van cambiando. Me parece peligroso creer ciegamente en las cosas, ¿no?
¿Más vale llevarte la decepción que quedarte con la duda del ‘qué habría pasado si lo hubiera intentado’?
Siempre.
¿Se le ha pasado el enfado a su padre cuando le dijo que abandonaba el negocio familiar para ser actriz?
Se le pasó el día que vio Quién te cantará en la premiere de Madrid. Ese día comprendió que su hija era actriz, y fue muy emocionante.
¿Qué fue aquello que la sostuvo para no caer durante esa época en la que no sonaba tanto el teléfono?
No lo tengo claro porque no creo que tenga una explicación racional, tal vez el convencimiento de que tenía cierto talento… Eso, y la ayuda de mis padres, claro.
¿A qué no dedica ya su preciado tiempo?
No hago nada que sienta como un compromiso. Aunque eso lo he hecho siempre.
Usted trabajó como correctora en un periódico ¿cuánto nos queda aún por corregir y mejorar?
Me he encontrado faltas de ortografía en muchas publicaciones (algunas muy conocidas), y también en guiones, así que, por el amor de dios ¡usad el corrector! ¿Te referías a esto, no?
¿Le han ayudado mucho los bares? (y las heladerías)…
Así es, vendí los mejores helados del mundo. Los bares me han ayudado a sobrevivir en los momentos duros, ¡y a hacerlo bailando!
En estos momentos, ¿qué causas merecen sus esfuerzos?
Hay muchísimas causas que me interesan, pero puede que ponga mayor esfuerzo en todo lo que tenga que ver con mujeres maltratadas y violencia contra la mujer.
¿Quién le dio el mejor consejo?
Alguien me dijo una vez, no recuerdo quién, que Victoria Abril había dicho “Lo que sucede conviene” y me gustó mucho. Luego he descubierto que es una frase budista, pero es que Victoria es mucha Victoria, y claro, podría haberlo dicho ella.
¿Qué personas han marcado su vida?
Mis padres, mis hermanos, mis amigas y mis amigos.
¿Hay que dejarse guiar por el corazón?
No sé si está bien pero yo lo hago todo el tiempo.
¿Dónde encuentra la inspiración?
Depende del personaje. En una canción, en una persona, en otro personaje, en una frase de un libro, en un paisaje, ¡en YouTube!
Y qué maravilla que los guionistas y directores apuesten por una y ofrezcan papeles tan diferentes, la oportunidad de seguir creciendo e investigando…
Eso es lo que más me gusta de lo que me está pasando después de Quién te cantará. Me están ofreciendo papeles muy diferentes entre ellos y muy interesantes. Ahora me ha llegado un proyecto de una joven directora, Irene Albanell, con guión de Lara Stoop, con un talento increíble las dos, para un proyecto final de carrera de la ESCAC. Desde que he leído el proyecto no puedo creer la suerte que tengo de que hayan pensado en mí, está escrito mucho mejor que muchas de las cosas que me llegan, y no me importa que sea un proyecto pequeño porque estas chicas son un diamante en bruto.
Usted viene del cine independiente, ¿observa que existe cada vez más una relación más fluida entre cine comercial e independiente? ¿Se logrará que directores e intérpretes se muevan en ambas direcciones?
De momento eso no pasa, ojalá pase en un futuro.
¿Cuál es su palabra favorita?
Frescales es mi palabra favorita del mundo.
¿Se arrepiente de algo?
Intento no hacerlo, pero a veces pasa.
Dígame un acontecimiento que haya marcado su vida.
Ponerme delante de una cámara para hacer un corto y descubrir cuál era la pasión de mi vida.
¿Qué libros hay en su mesilla de noche?
Tengo varios a medias, menos mal que el verano es el mejor momento para leer. Tengo Canción dulce, de Leila Slimani. Apegos, de Vivian Gornick. Maus, que es una historia gráfica de Art Spiegelman, y siempre andan por ahí los diarios de Sylvia Plath.
¿Qué géneros de cine o literatura le divierte más ver/leer y cuáles evita?
No me llaman mucho las películas con explosiones y solamente de acción, para ver una peli de acción tiene que haber por debajo un conflicto humano que me interese. Es verdad que siempre tiro más por aquellas que me hablan de las relaciones humanas.
¿Qué libros/filmes sorprendería a la gente encontrar en su estantería?
Un libro de Chino para hispanoparlantes.
¿Quién es su héroe o heroína preferida de ficción y su villano o antihéroe favorito?
Marnie la ladrona, Hans Landa, el ‘cazajudíos’ de Malditos bastardos es espectacular, hay muchos. Mmm… Marnie también es antiheroína, igual no me gustan demasiado los héroes.
Tiene la oportunidad de organizar una cena con literatos, directores de cine, actores, filósofos, creadores… Escoja tres de todos estos creadores que admira, vivos o muertos, que invitaría a su cena.
Si tengo que elegir una cena, la elijo con músicos y guitarras, por ejemplo, David Bowie, Debbie Harry y a Arthur Lee. Y, por supuesto, la situaría a principios de los 70′, con la energía que tenían entonces y con esa apariencia física. A ver qué pasa… Me moriría por conocer sus anécdotas y porque tocaran y compusieran para mí.
¿Tiene algún libro, película, cuadro… predilecto del que nadie más haya oído hablar?
Siempre me ha fascinado la película Harold y Maude, de Hal Ashby, pero la conoce bastante gente en realidad. Y hay una ilustración de Dean Cornwell, debe ser de los años 50, de una mujer soldado que me gusta mucho.
¿Cuál es su mayor extravagancia?
Mmm… tal vez tenga un “poquito” de obsesión con la ortografía y vaya corrigiendo a la gente por whatsapp…
¿Qué palabras o expresiones suele repetir a menudo?
¡Qué demonios!
¿En qué momento fue más feliz?
Este año he tenido muchos momentos muy felices.