Publicidadspot_img
-Publicidad-spot_img
Mientras tantoDeconstruyendo el Cuestionario Proust: Rubenimichi

Deconstruyendo el Cuestionario Proust: Rubenimichi


 

 

                                                   Michi Cabrerizo, en el centro, junto a Rubén Bartola y Luisjo Suárez

 

El colectivo Rubenimichi lleva años desarrollando un lenguaje plástico a medio camino entre la introspección, la naturaleza, el surrealismo, la simbología o el misticismo. Y no es más que un fiel reflejo de sus vidas. Michi Cabrerizo compone junto a Rubén Bartola y Luisjo Suárez un trío que forma un uno. Rubenimichi, un monstruo de tres cabezas: “Somos tres personas que pintan juntas. Nos gusta decir que somos un monstruo de tres cabezas y seis manos”. Si hay un movimiento en el que se encuentren más a gusto sería el low brow, un estilo underground surgido en los setenta que nació de la estética cómic y el surrealismo pop. 

Michi Cabrerizo me avanza en esta conversación los proyectos que ya llegan de Rubenimichi: “Estamos preparando una nueva exposición, Khaos, donde tratamos de una manera personal el cosmos, el azar, la evolución de las especies y el efecto mariposa, conceptos gobernados por el caos. Y, a partir de octubre, trabajaremos con una galería de Nueva York dedicada al arte pop surrealista, participando en diversas colectivas durante el próximo 2020”. Sin olvidar la vertiente cómic: “Seguimos realizando cómics, preparando una novela gráfica”. Y ya está en marcha un libro con toda la obra de Rubenimichi. Además, Michi aprendió a tatuar y muchos de sus clientes les piden ilustraciones de Rubenimichi para su piel.

 

¿Qué tiene clarísimo sobre usted?

Que mi vida gira en torno a la creatividad, ya sea pintando, haciendo música, dibujando cómics, escribiendo… incluso tatuando

 

¿Existe un remedio para todo? ¿Cuál es el suyo?

Por supuesto, todo tiene remedio y salvación, nunca me he agobiado con nada, creo que todo llega y lo único importante es ser paciente y desearlo. Me gusta pensar que todo tiene un final feliz.

 

¿Qué es lo que más le gusta hacer?

Con lo que disfruto es pintando porque la pintura es algo que siempre he admirado. Y me encanta pensar que el público disfruta viendo nuestras obras como yo disfruto viendo las de otros. Hacer cómics sobre mi vida, también me encanta. Me desnudo en todos los sentidos en mis historietas y disfruto con ello. Ahora he aprendido a tatuar, y es increíble pensar que alguien llevará un dibujo mío toda la vida sobre su piel. Pero con lo que disfruto realmente es paseando por el bosque, es muy inspirador y místico a la vez. Nuestras mejores obras se nos ocurren en el campo.

 

¿Qué música tiene siempre cerca?

Soy muy ecléctico, como en todo. En mi Spotify igual suena una canción de los años 20 como música electrónica, pop, folk… incluso, desde hace un tiempo, música clásica.

 

¿Qué tiene el ukelele que no tiene otro instrumento? ¿Qué melodías salen de su ukelele constantemente para aliviar este panorama que nos rodea, qué Banda Sonora le pondría a la actualidad?

Lo mejor del ukelele es que es tremendamente fácil tocarlo, nunca te aburrirás si tienes uno en casa. Me gusta transformar canciones que existen dándoles mi personalidad y crear canciones que son un poco como mis cómics, muy personales. La banda sonora actual creo que sería como la música de Quadrophenia, lucha de bandas de rockers contra mods.

 

Cuénteme ese plan que consigue para usted que un día sea perfecto…

Levantarme en el campo, pasear, cocinar, que es otra de las cosas que me encantan y estar tirado por la pradera, haciendo bocetos de nuevos cuadros y, claro está, por la tarde, pintar y trabajar mucho, para cuando llega la noche, jugar oyendo música y comiendo pipas… jajaja

 

La amistad es muy importante para usted, ¿qué valores debe poseer la amistad?

Vivir en una ciudad donde no tienes familia a veces se puede hacer duro… Para mí la amistad son esas personas a las que puedo llegar a llamar ‘familia elegida’.

 

¿Está cómodo en esta sociedad que nos ha tocado vivir?

Pues, si me dieran a elegir, diría que me habría encantado vivir en los años 30 o 40, por la estética sobre todo, la ropa, la arquitectura, decoración y arte pero, siendo realistas, en España fue una época oscura y difícil. Por eso, creo que está bien admirarla pero de lejos y pienso que en este momento la vida es muy cómoda… tenemos Internet, que ha sido una revolución, soy muy adicto al móvil, puedes consultar cualquier cosa y relacionarte con todo el mundo. En cuanto a la estética, puedes quedarte con cualquier época pasada y llevarla al extremo.

 

Dicen que el arte es una mirada más para ayudarnos a comprender el mundo, ¿cómo es su mirada actual? ¿De temor, esperanzada, indiferente…?

Pues un poco de temor y a la vez muy esperanzada, nunca indiferente. La indiferencia es la peor actitud que se puede tener en la vida.

 

En otra entrevista se definía como misántropo, “a veces odiamos al ser humano, por estúpido. Es el único animal capaz de destruir su planeta, de matar animales por ocio y de destruirse el mismo”. Explíqueme.

El otro día estaba en el campo bañándonos en un río, un grupo de gente que había al lado se fue de allí dejando todo lleno de basura. ¿Cómo no voy a ser misántropo si hay gente que niega cosas tan obvias como el calentamiento global? El ser humano se cree el centro del mundo cuando en realidad es uno de los animales que menos tiempo lleva sobre el planeta, y aun así en 100 años lo está destruyendo, ¿no es estúpido?

 

¿Qué hay de mágico en la relación que ustedes tanto reivindican del ser humano con la tierra?

Nuestra obra pictórica suele tratar sobre eso, la relación entre la naturaleza vista como una divinidad y el ser humano. Nacemos de la tierra y formamos parte de ella. Entendiéndolo como un todo, no sólo la tierra sino también el universo. Todo se trata de energías y cadenas de carbono. Todo en el Universo estamos formados de la misma materia, somos polvo de estrellas, átomos y energía…

 

¿Cree que cada vez más el hombre es un lobo para el hombre, aquello que afirmara primero Plauto y más adelante Hobbes?

Totalmente, aunque el hombre no sólo se está destruyendo a sí mismo, acabará con todo y lo peor es que no aprende de sus errores.

 

¿Cuándo y dónde ha sido más feliz?

En todo momento, pero sobre todo en la actualidad. No creo que sea sano mirar para atrás, y mucho menos vivir esperando que lo mejor va a llegar. Hay que disfrutar del presente. Además, el tiempo no existe, es sólo una invención humana.

 

¿Consigue cuando está creando alcanzar momentos de felicidad?

Sí, y también de todo lo contrario. El proceso creativo tiene los dos extremos, hay veces que te frustras cuando intentas un resultado y no lo consigues pero, como siempre digo, al final todo sale bien, y no merece la pena agobiarse, eso sólo crea negatividad y estancamiento.

 

Creo que pintando un cuadro para Brianda Fitz-James Stuart le confesó que había llegado a llorar porque no conseguía su objetivo. ¿Es demasiado exigente, riguroso, crear también causa dolor…?

Pasar horas delante de una foto de alguien que estás pintando crea muchos sentimientos extraños, no paras de pensar en esa persona día y noche, hay una especie de embrujo que te nubla el pensamiento.  Eso no sólo me ocurrió con Brianda, yo soy muy llorica. Me ocurrió también pintando un cuadro sobre Vainica Doble, las admiraba y quería que quedara perfecto. Cuando las conocí en la exposición se lo conté a ellas, y en su último disco una canción se llamaba El Pintor y reconocí todo lo que les hablé. Fue increíble.

 

¿Qué se pregunta día sí y día también?

Poca cosa, no soy de preguntarme cosas si sé que no voy a saber la respuesta. Me dejo llevar.

 

¿Qué ha descubierto de sí mismo y le encanta?

La facilidad para el aprendizaje. Que soy capaz de hacer todo lo que me proponga y esté a mi alcance. Este año he aprendido a tatuar y creo que no se me da nada mal.

 

Recuerdo aquello que me contó en una ocasión: “Un día, de pequeño, como en sueños, alguien me contó todo lo que me iba a ocurrir en la vida. Y todo se va cumpliendo”. ¿Cree en algo más allá que nos rodea y algunos somos más sensibles que otros para captar? ¿Señales?

Totalmente, todo lo que me contó esa vocecilla amiga que me hablaba en mi cabeza se ha cumplido. Mi madre, que es muy incrédula, aún me pregunta si me sigue contando cosas mi “amigo”, me hace mucha gracia. No creo que sean señales, creo que hay gente que captamos las energías de una manera especial.

 

¿Hay que dejarse guiar por el corazón?

Siempre.

 

Cuándo echa la mirada atrás, ¿qué queda de aquellos chicos que comenzaban a trabajar en la época de la Movida entre tantos creadores, músicos, pintores, cine… como Alaska, Tino Casal, Paco Clavel…?

Bueno, yo no era de esos chicos, llegué más tarde, y era un adolescente que se hizo amigo de ellos y aprendí bastante. Pero mirando atrás, no veo ningún cambio, la esencia es la misma y la ilusión siempre continua.

 

Vainica Doble es su grupo fetiche, ¿qué encuentra en ellas para admirarlas tanto?

Todo. Su forma de ver la vida y cómo lo contaban y cantaban. Al poco de conocer a Rubén descubrimos a las Vainica Doble y fuimos descubriendo sus discos a la vez que nos íbamos conociendo los dos… La banda sonora de nuestros primeros meses juntos estaba llena de ballenas azules, monstruos con miles de ojos, gatos que deshacían patucos, cocinitas encantadas y brujas novatas… Rubenimichi no seríamos lo mismo sin ellas… luego conocimos a Luisjo que también era muy fan.

 

El tigre de Guadarrama es una de las canciones por las que el tiempo no pasa, podría estar de plena actualidad hoy perfectamente, ¿verdad?

Esa canción es como un sueño, y los sueños son atemporales, será una canción vigente para siempre y una de nuestras favoritas. Sólo hay que oírla con los ojos cerrados y dejarte llevar.

 

Si digo Topacio y la Fresh Gallery, ¿qué le viene a la cabeza?

Topacio nos abrió las puertas de su galería desde el principio, confió en nosotros en un momento en el que lo necesitábamos. Sólo por eso siempre tendrá nuestro respeto y cariño. Es una persona increíble y llena de ideas que siempre tendremos cerca.

 

¿Qué importancia tienen las metáforas, los símbolos, en sus cuadros? Da la sensación de que ayudan a crear ese efecto de inquietud que destilan sus obras…

Todo lo que aparece en nuestros cuadros tiene un porqué, nada es fruto del azar. Todo está ahí por algo, desde los elementos más evidentes hasta otros que no son tan reconocibles pero que todos llevamos en el subconsciente y sin darte cuenta te afecta de alguna manera. Por ejemplo, nos gusta mucho pintar petirrojos, que a la vista es un pájaro muy mono, pero esconde el símbolo de la lujuria. Esa dualidad nos encanta.

 

¿Vale todo en el arte? Cuál es el límite del arte cuando hoy contemplamos performances que llegan a utilizar la menstruación, a mendigos auténticos…

Yo creo que en el proceso creativo todo es válido siempre que tenga un sentido y se haga con respeto.

 

¿Qué géneros o corrientes artísticas le interesan más? ¿Cuáles evita?

Evitar no evitamos nada porque a todo se le puede sacar algo. Disfrutamos con novelas y cómic de todo tipo y en arte nos encanta el arte flamenco holandés, el barroco, Caravaggio nos encanta, el bodegón barroco español, como Sánchez Cotán o el pop surrealista

 

¿Qué libros u obra artística sorprendería a la gente encontrar en su estantería o paredes?

Nos gusta coleccionar arte, tenemos varias obras de Gary Baseman con el que pasamos un par de tardes en Madrid y nos hizo un retrato en la carta de un restaurante, una joya, es de nuestras favoritas y más sorprendentes. En general, coleccionamos de todo, incluso árboles. Así que cuando alguien llega a casa se sorprende con todo lo que ve. No tenemos huecos vacíos.

 

¿Quién es su héroe o heroína preferida de ficción? ¿Y su villano o antihéroe favorito?

Antihéroe, Ignatius de La conjura de los necios, es maravilloso. Y héroe Frank-N-Furter, de The Rocky Horror Picture Show, aunque es casi más antihéroe también.

 

Tiene la oportunidad de organizar una cena con literatos, artistas, creadores varios, ¿qué tres creadores, vivos o muertos, invitaría a esta cena?

Pues me haría mucha gracia mezclar a Caravaggio con Andy Warhol y a Chloe Sevigny que nos encanta.

 

¿Cuál es el último buen libro que ha leído?

El Cordero Carnívoro, de Agustín Gómez Arcos. Lo leímos hace tiempo, pero siempre será el mejor.

 

¿Qué opinión valora más a la hora de recomendarle un libro o un artista y su obra: un crítico, su librero de confianza, un amigo…?

Pues, por supuesto un amigo ¡que para algo somos familia!

 

Decepcionante, sobrevalorado, simplemente no es bueno… ¿Qué libro o película o serie o arte  pensaba que le iba a encantar y no fue así? ¿Recuerda qué libro (etc) dejó abandonado porque le fue imposible terminarlo?

Película: la segunda parte de Blade Runner, ¡qué decepción! La primera es una maravilla.

 

Tiene algún ‘libro-cuadro- película’ predilecto del que nadie más haya oído hablar?

Pues un cuadro que estamos pintando ahora que nadie ha visto aún ja ja ja…

 

¿A qué escritores, filósofos, ilustradores, poetas, pintores, músicos, directores de cine, creadores en definitiva, de los que están en activo admira más?

Hay muchísimos creadores que nos gustan y nos hacen sentir mucha emoción cada vez que sale algo nuevo suyo: Mark Ryden en la pintura, Almodóvar o Michael Haneke en cine, Michel Houellebecq en literatura, Seth y Daniel Clowes en cómic, es difícil decidirse.

 

¿Sigue escapando al Museo del Prado para disfrutar de El Descendimiento, de Rogier Van der Weyden? ¿Qué tiene ese cuadro para usted?

Sí, siempre que podemos. Ese cuadro, cada centímetro, es para observarlo de cerca. Ha sido nuestra escuela, las texturas, las lágrimas en las caras, los colores de la piel y la atmósfera que tiene. Es pura magia.

 

¿Qué persona ha marcado más su vida?

Una de esas personas fue mi abuela. Soy muy familiar en general y sí, estaba muy unido a ella. Ha marcado mucho mi forma de ver la vida. Y pensar en ella provoca en mí una bonita sensación y un recuerdo muy tierno y melancólico. La melancolía es una de las sensaciones que más me inspiran. Muchos de mis trabajos tratan sobre recuerdos de mi infancia. No es que eche de menos ese momento, pero sí echo de menos a las personas de aquella época y la relación que había entre nosotros.

 

¿Cuál es su mayor extravagancia o ese punto snob tan necesario?

No nos consideramos personas extravagantes aunque a ojos de otras personas pueda parecerlo. Todo lo que hacemos nos sale natural, incluso cuando nos ponemos máscaras de mono para pasear por el campo y hacernos cuatro fotos.

                            Muerta la belleza retorna el negro caos   Acrílico sobre lienzo 45 x 45 cm (2018) 

Más del autor

-publicidad-spot_img