Los desequilibrios existentes en la Unión Europea, o en el continente europeo, se expresan casi siempre con grandes números, sobre todo los relativos a la balanza por cuenta corriente: los déficits de unos países son los superávits de otros. Pero en los pequeños números, los que más afectan en el día a día de los ciudadanos comunitarios, las desigualdades son muy importantes también. Por ejemplo, en los de salarios que acaba de publicar Eurostat esta semana correspondientes al año 2014 y que siguen a las cifras de 2010, 2006 y 2002 (la estadística se publica cada cuatro años).
De acuerdo con la tabla bajo estas líneas, los salarios medios por hora en euros en Europa oscilan entre los 1,7 euros de Bulgaria y los 29,5 euros de Suiza. En España, tenemos una media de 9,8 euros por hora, frente a los 15,7 euros de Alemania, a los 14,9 euros de Francia y a los 12,5 euros de Italia, por ejemplo. Mientras tanto, en Portugal, el salario medio es de 5,1 euros a la hora. Se trata de cifras para empresas de 10 o más empleados, lo que implica que ésta no es la foto completa de la situación del mercado laboral europeo, puesto que los salarios más bajos se concentran en las empresas más pequeñas.
Si en lugar de hablar de euros contantes y sonantes nos fijamos en los salarios en términos de paridad de poder adquisitivo, es decir, eliminado el efecto de precios existentes en cada país, vemos que el salario más bajo de Europa sigue correspondiendo a Bulgaria, con 3,6 euros equivalentes y que el más elevado es el de Noruega, con 19,4 euros equivalentes. El de Suiza baja hasta los 19,3 euros. El diferente nivel de precios de los productos en unos y otros países corrige en una parte mínima la desigualdad de salarios.
En España, por efecto de los precios, en paridad de poder adquisitivo, el salario medio por hora sería de 10,8 euros, por debajo de Francia, donde se sitúa en los 13,3 euros, o de Alemania, donde se coloca en los 15 euros a la hora.
Trabajadores con salarios bajos: del 0,5% al 27%
En cada uno de los países europeos nos encontramos con diferentes salarios medios y también con distintas tasas de pobreza entre los asalariados. De media, en Europa, el 17,2% de los trabajadores cobra salarios bajos. El país de Europa con peores registros es Montenegro, con un 27,3% de sus trabajadores ganando sueldos reducidos. Con porcentajes por encima del 20% se encuentran otros países como Serbia, Macedonia, Montenegro, Rumanía, Polonia, Lituania, Letonia, Irlanda, Estonia, Alemania y también el Reino Unido. Países, por tanto, del este europeo, últimas incorporaciones a la Unión, pero también algunos de los que se presume como más avanzados del área.
El país con menor porcentaje de sus trabajadores con salarios bajos es Turquía, con apenas un 0,5%, seguido de Suecia, con un 2,6%. Por debajo del 10% están Dinamarca, Francia, Italia, Finlandia, Bélgica, Islandia, Noruega y Suiza. Los países nórdicos, pues, junto con alguna economía mediterránea, son los que mejores registros conservan.
España, con el 14,6% de sus trabajadores ganando sueldos reducidos, se encuentra en niveles similares a las de Malta o Austria, pero por encima de Portugal (12%) y sólo un poco por debajo de las cifras de Bulgaria o la República Checa (superan el 18%).
Cada país tiene la frontera a partir de la cual se considera bajo el salario en un nivel. En cada uno de ellos, es equivalente a dos tercios de la media del salario por hora. Si se cobra menos de eso, se considera que el trabajador tiene un sueldo bajo. Así pues, en Turquía, el país con menos pobres, el umbral se encuentra en los 1,6 euros la hora, mientras que en Suecia, el país que le sigue en el ránking por su bajo porcentaje de trabajadores con salario reducido, la frontera se sitúa en los 12,3 euros a la hora.
En España, el límite se establece en los 6,6 euros la hora, frente a Francia, donde un trabajador se considera que cobra un salario bajo si gana menos de 10 euros la hora, o a Italia, donde la frontera está en los 8,3 euros. Pero en Portugal la barrera está mucho más baja: en los 3,4 euros la hora.
En Noruega y en Suiza, se sitúa en los 18,7 y en los 19,6 euros, respectivamente; con todo y con eso, el porcentaje de trabajadores que cobran menos de ese salario es de un 8,3% y de un 9,4%, respectivamente.
En esta encuesta, que se realiza cada cuatro años, la evolución ha sido muy desigual: de media, el porcentaje de trabajadores con salarios bajos ha aumentado, alcanzando el 17,15% en 2014, frente a menos del 17% de 2010, pero ello esconde una realidad muy diversa por países.
Las desigualdades no sólo tienen lugar por país, también tiene lugar por género y por edad, por ejemplo. Así, en la Unión Europea, en 2014, el 21,1% de las mujeres tenía bajos salarios, frente al 13,5% de los hombres. Bajo estas líneas pueden ver los salarios por hora que cobran hombres y mujeres en los diferentes países europeos. (Nota: las cifras que aparecen en la tabla son medias aritméticas, a diferencia de las anteriores, en que se refleja la mediana, es decir, el salario que se encuentra en la mitad de la distribución, que no necesariamente es la media aritmética).
Además, casi un tercio, un 30,1% de los trabajadores de menos de 30 años eran perceptores de sueldos bajos, frente al 14% de las personas de entre 30 y 50 años. El tercer factor que entra en juego es el nivel educativo alcanzado: así, si el 28,2% de los empleados con bajo nivel educativo tenían bajos sueldos, este porcentaje bajaba al 6,4% en el caso de quienes han alcanzado el más alto nivel educativo. En cuarto lugar, se da una elevada correlación entre el tipo de contrato y el salario: el 31,9% de los trabajadores con contrato temporal tienen salarios por debajo de los dos tercios de la media del país, frente al 15,3% de los trabajadores con contrato indefinido.
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