Nos enfrentamos sin lugar a dudas a unas décadas difíciles para el ser humano, donde se respira una crisis climática de consecuencias impredecibles, una crisis económica donde el neoliberalismo intentará extender todo su poder y una crisis geopolítica, donde los interesas de los Estados hacen que la maquinaria de la guerra comience a escupir el dolor y la opresión de los pueblos de la Tierra. Tres grandes columnas que van a sostener el futuro inmediato de la sociedad mundial.
Por otro lado, el incesante consumo de los recursos naturales que genera de forma continuada amplias zonas cada vez más extensas de pobreza y saqueo de los ecosistemas naturales, unido también al desprecio de los Estados por la conservación de la biodiversidad de nuestro planeta, hacen que el día 5, día internacional del medio ambiente, esté rodeado de un aura de incertidumbre agresiva hacia lo natural.
En la otra esfera olvidada, los pueblos indígenas siguen siendo exterminados, violando sus derechos humanos y expulsándolos de sus tierras que durante milenios han convivido en armonía con su entorno. El éxodo humano que se intenta parar y olvidar por medio de la represión, de los muros de la vergüenza, de los miles de personas que mueren en el mar en busca de un futuro mejor que nosotros haríamos igual en su misma situación, que huyen de la represión y corrupción de sus gobiernos, de los conflictos bélicos muchos de los cuales auspiciados por los países que les niegan su entrada, que mueren abandonados en el desierto por países sin escrúpulos que contienen dinero de la Unión Europea para deshacerse de la masa humana que sólo busca la libertad; son claros ejemplos de un mundo en decadencia que no ha aprendido de su propia historia y donde quienes gobiernan son los puros intereses comerciales de las grandes multinacionales.
Ante este contexto grave que se podría extender en muchos otros aspectos en el orden del bienestar humano como la sanidad, el trabajo, la educación…, se olvidan de las grandes propuestas que podría cambiar nuestro rumbo hacía una educación y conservación de nuestro medio rural y lucha por la conservación de todos nuestros ecosistemas que se encuentran en grave peligro.
A tal fin nació el Corredor Biológico Mundial (CBM), cuyo Comité Internacional, está representado por numerosos miembros comprometidos cada uno en una rama científica diferente pero que en su conjunto, forman una fuerza poderosa que podría cambiar en parte la visión que tenemos de la conservación, convirtiéndola en una herramienta de lucha a disposición de las generaciones futuras.
En San Cebrián de Mudá (Palencia), en el Centro de interpretación del Bisonte Europeo, se encuentra la oficina del CBM y precisamente en esa localidad antiguamente minera, radica un Proyecto único recientemente presentado a los representantes de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, donde sólo con un pequeño esfuerzo económico, se convertiría sin lugar a dudas, en un lugar único en el mundo donde la ciencia, unida a la conservación y activismo, fuera la semilla de esperanza que floreciera en este caos en el que nos encontramos.
En dicha localidad, además de ya contar con varios grupos de bisontes que pastan en una amplia zona de dos parcelas, mostrando que pueden ser los verdaderos bomberos forestales para conservar nuestros bosques y de la protección de varias razas de caballos en peligro de extinción, el ayuntamiento ofrece las antiguas instalaciones de lo que fueron las Minas de San Cebrián y la recuperación de la antigua casona de ingenieros, de 1.200 metros donde contará con aulas donde alumnos de Universidades, Institutos, colegios, másteres, etc., podrán tener acceso a la formación e información con el apoyo de diversos miembros del Comité Internacional del CBM. A parte de ello, el Ayuntamiento dona más de 20 hectáreas para la siembra y la investigación de plantas, sustento indispensable para la vida en el planeta.
De igual forma, la antigua mina que se encuentra cerrada y junto a la casona que se quiere restaurar, está la entrada donde existe toda una red de galerías donde se pretende en este mismo Proyecto que sea un Banco de Semillas Silvestres único en el mundo y donde además habrá 5 viviendas para teletrabajo en las que vivirán los investigadores que vengan a dicho banco mundial de semillas.
En los objetivos además de los ya expuestos son:
1º.-Dotar a Castilla y León de un proyecto de conservación del medio natural del patrimonio y lucha contra el cambio climático.
2º.- Culminar la transición de una industria minera a un compromiso con el medio natural y la lucha contra la despoblación a través de proyectos no agresivos y eminentemente culturales.
3º Dotar de igualdad de oportunidades para que las personas puedan desarrollar su formación y su vida con recursos generados localmente.
Según Jesús González, que ha sido más de 30 años alcalde de San Mudá de Cebrián, “solo mantendremos una lucha contra el despoblamiento eficaz contando con las gentes de la Ciudad, ellos nos ayudarán a mantener nuestros pueblos si permanecemos arraigados a la conservación de los territorios. Los pueblos son y cada vez más necesario la gran reserva de la Razón y el Equilibrio”.
Este proyecto, según estudios realizados por la Universidad de Valladolid, tanto por el acondicionamiento y reformas del banco mundial de semillas silvestres, como del Centro de estudios del Corredor Biológico Mundial, costaría entre una horquilla de entre tres a cuatro millones de euros. Una cantidad irrisoria si la comparamos con los millones de euros que se desperdician en otros proyectos que después no se llevan a cabo o se abandonan una vez realizados o de la cantidad que la Unión Europea entrega para los compromisos con la Agenda 2030. A la Comunidad de Castilla y León.
El Corredor Biológico Mundial, cuyas entidades promotoras son Un bosque para el planeta Tierra, Reserva y Centro de interpretación del bisonte europeo en San Mudá de Cebrián, la Fundación Internacional del Orangután y Proyecto Gran Simio, es un ejemplo para el cambio de paradigma en la que nos vamos a enfrentar sin remedio y donde tenemos la obligación de cambiar y construir herramientas eficaces para que las generaciones futuras puedan luchar contra las ruinas que van a heredar.
El día internacional del medio ambiente, no puede quedarse en una mero recordatorio donde al día siguiente todo se ha olvidado, sino debe convertirse en hechos como el descrito en este Proyecto que pueda combatir y sea un granito más, para paliar o reducir lo que al principio relato de la crisis de la humanidad. Que la Comunidad de Castilla y León tome cartas en esta propuesta, que olvide las siglas políticas y que sólo se centre en el beneficio que se hará para los jóvenes y las generaciones futuras.
Menos celebrar días internacionales y más actuar con hechos que beneficien al conjunto de la sociedad.