Encuentro anoche a la salida de Arte y Desmayo:
—Oye
—…eh?
—Sí, tú.
—¿Yo? ¿Qué?
—¿Que hacías mirando tanto?
—¿Cómo?
—Ahí dentro, en la obra, ¿qué me mirabas tanto?
—Yo no le miraba, señor.
—Venga, negrita, no te quedes conmigo.
—¡Oiga, un respeto, ¿no?!
—Pues lo mismo digo, que tanto mirar es una falta de respeto.
—Yo no quería molestar…
—¿Entonces?
—¿Le ha gustado?
—¿Qué?
—Que si le ha gustado, la obra.
—No me cambies de tema. ¿Qué andas buscando?
—Es que es eso por lo que le miraba. Para saber qué le parecía la obra.
—¿Estás de coña?
—No… verá: es que escribo en un blog. Sobre teatro. Y no tengo mucha práctica, y me fijo en los demás.
—¿Pero qué…? ¿De qué me estás hablando? ¿En los demás? ¿Y por qué me mirabas solo a mí, cojones?
—Porque usted me interesa, por ser policía y eso.
—¿Cómo coño sabes tú…? A ver, vente a un lado. ¿Qué quieres, rapidito?
—¿Le ha gustado la obra?
—Sí, me ha gustado.
—Ajá…
—¿Qué, qué más? Me ha gustado, sí… Me ha gustado… bastante.
—¿Por qué?
—¿Como que por qué? Pues porque sí, no sé… Porque es impactante, ¿no? La relación entre los dos. Entre el secuestrador y la chica. No es la historia que uno se espera para hablar de un secuestro. Es todo más compliado. Y más interesante. Más que cuando los secuestros los investigamos en comisaría, claro. ¿Cómo sabes que soy policía?
—Le he visto mucho por el barrio, aunque últimamente no tanto.
—He estado de baja. Como esta, un poco secuestrado.
—¿Quizás ha visto la película de “El coleccionista” antes de venir a ver la obra?
—Ah, no sabía que había una película. Pero da igual, yo prefiero el teatro. Ver todo de cerca. Ver de cerca las contradicciones, los deseos de estos personajes. La lucha. Yo me implico más con quien tengo delante. Y hoy… hoy me ha parecido como que me hablaban de muchas cosas de mí, de mi trabajo. A ver, no tiene mucho que ver. Pero hablaban de lo que hay más allá de una simple relación, cómo a veces las cosas no son tan sencillas como las vemos. Tan sencillas como marca la ley, o como nos las cuenta la tele.
—¿La recomienda?
—Sí, mucho. Que la gente venga preparada. Pon eso. Preparada para cambiar de opinión. Porque al principio parece que va a ser muy fácil decir quién es el malo, o qué es lo que debe ocurrir. Pero luego se empiezan a ver los detalles, lo complejo y te encuentras metido en una lucha que va mucho más allá de decidir qué es bueno o malo… ¿Te vale eso?
—Sí, sí. Una última cosa: le gusta esta sala, ¿eh?
—Sí, ya he venido un par de veces. ¿Pero tú cómo sabes eso?
Vera Yobardé
@verayobarde
El coleccionista sigue en cartel sábados y domingos de septiembre de 2015
