El museo berlinés dedicado a analizar y explorar la Topografía del Terror recuerda el proceso que condenó a muerte en Israel a Adolf Eichmann. Su juicio, cubierto para la revista «The New Yorker» por Hannah Arendt (https://www.fronterad.com/?s=cuerpos-mortales), cuajó en uno de sus libros más leídos, «Eichmann en Jerusalén», donde la pensadora elaboró su teoría acerca de «la banalidad del mal». Ante el tribunal que le juzgó, Eichmann reconoció que sabía perfectamente cuántas personas estaban siendo sistemáticamente deportadas y hacia dónde. «El proceso. Adolf Eichmann ante el Tribunal», reconstruye la figura del impecable funcionario nazi. Gabriel Bach, el fiscal israelí que elaboró junto a Gideon Hausner la acusación, recuerda en esta exposición llena de imágenes que no dejan indiferente, su primer encuentro con el criminal nazi: «Yo acababa de leer un libro donde se describía la crueldad con la que se asesinó a niños en los campos de concentración. Hablé de esto con él. Me contestó que si se quiere eliminar una raza es fundamental también deshacerse de todas las generaciones. Desde un punto de vista lógico, su razonamiento era correcto”. La exposición cuenta con testimonios de quienes participaron en el juicio y grabaciones en vídeo de sus principales pasajes, además de la cobertura mediática internacional que recibió.