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Mientras tantoEl ajedrez es aburrido (segunda parte)

El ajedrez es aburrido (segunda parte)


                          

Tópico cuarto: El ajedrez es para gente rara


Antes de nada, me gustaría aclarar de dónde sale este tópico. Tengo mi teoría y es que en este caso, el cine ha hecho un flaco favor al mundo del ajedrez haciendo películas –normalmente malas- sobre ajedrez y estereotipando a sus jugadores, como personas hurañas, introvertidas, descuidadas, tan inteligentes como ajenos al mundo real, casi autistas y esto corresponde a una idea comercial. No niego que muchos jugadores tengan algún atisbo de estas características pero el cine, con intención de volver más comercial sus películas, magnifican esos rasgos de carácter, esos perfiles psicológicos, pero claro, a los amantes del cine les encantan los personajes retorcidos y la (típica) confrontación entre un inteligente asesino en serie y el Campeón del Mundo de Ajedrez que huye de todo contacto humano y rozando la locura hace inevitable que sea reclutado por la CIA para atrapar al malo de la película. Flaco favor.

 

Si tomamos a los veinte mejores jugadores del mundo y cada día desayunamos con uno de ellos, al final llegaremos a conclusión de que son gente, por lo general, con una amplísima cultura, muchos de ellos son políglotas y, además son capaces de hablar de multitud de temas. Tomemos por ejemplo a Viswanathan Anand (ex campeón del Mundo) y tomémonos un café con él, nos daremos cuenta enseguida que, además de tener enciclopédicos conocimientos de ajedrez, tiene gran conocimiento de astronomía ya que es una de sus pasiones, además es gran conocedor de temas de economía, habla varios idiomas y, seguramente disfrutaremos mucho de su compañía. Otro jugador, el número dos del mundo, Levon Aronian, amante de los viajes y amante de la música francesa, habla varios idiomas con soltura, sumamente educado y respetuoso. Claro, también tenemos el caso de Vasili Ivanchuk, el único que se podría acercar al tópico de genio distraído. Ivanchuk, es un genio, de eso no hay ninguna duda, también hay que reconocer que es una persona excéntrica y extravagante, una persona que es mitad niño y mitad genio. Solo hace falta verlo en alguna entrevista para darse cuenta de su expresividad, casi como si de un niño se tratara, o verle jugando una partida seria con una gorra mal encajada y ladeada, pero Vasili sería el único de los veinte jugadores que se acercaría a la definición de “raro”, por lo tanto, la inmensa mayoría son gente totalmente normal, con intereses normales, muy alejados de la imagen que nos quiere dar el celuloide.

 

Vayamos con el siguiente tópico.

 

Tópico quinto: El ajedrez es complicado


De todos los puntos que se han tocado en este -y el anterior artículo-  es el único que puede que tenga algo de razón. Recuerdo una cita de Degas: “Pintar es fácil cuando no se sabe, pero difícil cuando se sabe”.

 

Lo mismo ocurre en ajedrez y para esto me tengo que transportar a hace más de 30 años, cuando yo, sin saber siquiera de la existencia del ajedrez, en la calle escuché como un padre enseñaba los movimientos a un niño de seis o siete años.

 

Un niño de seis o siete años puede aprender los movimientos de las piezas en poco tiempo, si se mira fríamente, casi ningún movimiento de piezas se puede considerar difícil y, conociendo esos movimientos, no hace falta nada más para empezar a jugar alguna partida. Por lo tanto, se puede asegurar que, para jugar al ajedrez, no hace falta tomar ningún curso o doctorado, ahora, para jugar “no demasiado mal”, es decir, de una forma medianamente decente, los conocimientos tienen que ser más amplios y es ahí, justo ahí, cuando el ajedrez si que empieza a ser complicado, pero, lo mismo ocurre con la persona que aprende a montar en bici (cosa que requiere por lo menos un mes), a partir de ahí, habrá quien quiera ser un simple cicloturista que usa la bici para el trabajo, cosa que no requiere más que ese conocimiento básico y habrá quien quiera ser ciclista profesional y quiera entrenar, busque información sobre biomecánica, medicina, entrenamiento, etc. Todo es fácil o difícil, todo depende de hasta donde uno quiera llegar.

 

Para concluir este artículo, me gustaría hacer un llamamiento a toda la gente que no conozca el ajedrez pero que algún vez haya escuchado alguno de esos tópicos: No hay nada mejor que descubrir la verdad por uno mismo, confirmar o desmentir lo que uno a uno le cuentan, hay que ir al ajedrez con la mente abierta, descubrirlo y estoy seguro que, en mayor o menor medida, la gente que lo descubra lo hará suyo para toda la vida.

 

Mikel Iker Menchero Pérez

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