Publicidadspot_img
-Publicidad-spot_img
Mientras tantoEl Amazonas

El Amazonas

Cinesporas en el blogo aerostático   el blog de Federico Volpini

 

Sobre Estampas del Oeste sevillano.

 

PRIMERA DIGRESIÓN

 

El autobús nos lleva. Que el autobús nos lleve puede resultar embarazoso. Ser, ante los demás. En el ser consciente de uno mismo reside el pudor. La vergüenza es la cárcel que cada cual cierra por su gusto. Encerrados, los días fluyen lentamente. Nuestras vidas, que mojan, son los ríos.

 

FUENTES DEL AMAZONAS

 

 

‘Las flores cierran en invierno’

‘EL RÍO’

 

De repente tomó el río consciencia de sí mismo.

La información llegaba, simultánea, desde todos los puntos de su curso.

Comprendió, al mismo tiempo, el frío de las nieves, las rugosas montañas, las praderas, en las que el cauce abría un surco plano y ancho, el terreno arcilloso, los pueblos, las ciudades, los puentes, la vida multiforme en su propio interior, el sol sobre su superficie, la lluvia, el roce áspero de las embarcaciones.

También, y de inmediato, la percepción radial por ríos tributarios, arroyos, capilares.

Entonces sintió el mar, y al mismo tiempo; y la consciencia del río, que lo había individualizado por un único instante, se diluyó en sus aguas.

 

Lo bueno que tiene citarse uno a sí mismo es que uno llega siempre a su hora y se acompaña.

 

FITZCARRALDO. Werner Herzog. 1982

 

 

Perdone usted: ¿ha venido el Amazonas?

Pues ahora que lo dice, no lo sé. ¿Quiere usted que pregunte?

Si no le importa a usted…

¿Y por qué iba a importarme, mire usted? ¿Lo quiere para algo personal, o es cosa de trabajo?

De trabajo. ¿Cómo puede pensar que yo tenga asuntos personales con un río?

Bueno: nunca se sabe. ¿Conoce usted la historia de la mujer que se subió en un autobús y se quedó embarazada?

¿Embarazada? ¡Eso no puede ser!

Fue, sin embargo. Y lo peor es lo del conductor, que dijo que él no había visto nada.

¿Y qué pasó?

¿Qué podía pasar? ¿Ha probado usted alguna vez a conducir un autobús sin ver?

¿Sin ver? No, no, jamás.

¿Y un autobús?

Tampoco.

Ahí tiene usted. Por eso es usted virgen.

¿Cómo lo sabe usted que yo soy virgen?

¡No me va usted a decir que está usted embarazado, usted también!

No se lo iba a decir a usted, porque yo no le conozco a usted de nada, pero sí.

¿Sí está usted embarazado?

Sí me he subido en un autobús alguna vez.

Pues eso le pasó a aquella señora y le han caído veinte años de cárcel.

¡Es que los autobuses habría que prohibirlos!

¡Lo que habría que prohibir es taparle al conductor los ojos!

¿Que le tapó los ojos?

Por pudor. ¡Todos al hospital!

¡Un accidente!

¡Qué coño un accidente!: la última parada. Y dijo el conductor: “¡fin de trayecto!”

¿Con los ojos tapados?

No: con la boca abierta.

¿Y cómo van a caerle, por eso, a la señora veinte años?

Es que ella, después de embarazarse, al hospital iba a dar un atraco. Y dijo la enfermera: “¿cómo va usted a atracar aquí, si aquí no hay muelle?” Y dijo la señora: “¡Anda, pues si lo sé, en lugar de en autobús, me vengo en barco!”

Eso me pasa a mí y por eso pregunto: perdone usted, ¿ha venido el Amazonas?

Pues ahora que lo dice, no lo sé. ¿Quiere usted que pregunte?

Si no le importa a usted…

¿Y por qué iba a importarme, mire usted? ¿Lo quiere para algo personal, o es cosa de trabajo?

¿Quiere usted que pregunte?

Pregunte usted, si me hace usted el favor.

Perdone usted: ¿ha venido el Amazonas?

Pues sí señor. Sí creo que ha venido. Déjese usted aquí, sin amarrar ni nada, que enseguida lo traigo.

 

THE LOST CITY OF Z. James Gray. 2016

 

 

Las ciudades perdidas. Salvo el río, el magnífico principio y la maravillosa protagonista femenina, ¿da ‘Z, la ciudad perdida’, para tanto? En busca de El Dorado yo me iría a ‘El abrazo de la serpiente’.

 

EL ABRAZO DE LA SERPIENTE. Ciro Guerra. 2015

 

 

Habría que consultar con Jules (Julio) Verne. Verne tenía algo con los ríos. Por las cataratas del Niágara se desploma su novela ‘Familia sin nombre’, recurso que utilizó también en ‘Martín Paz’. Y por el Amazonas discurre una novela poco frecuentada, ‘La jangada’, sobre la que se hicieron, al menos, dos películas. La de Emilio Gómez Muriel.

 

800 LEGUAS POR EL AMAZONAS (LA JANGADA). Emilio Gómez Muriel. 1959

 

 

“¡Llorarás lágrimas de sangre, Joâo Da Silva!” No hay que dejarse confundir por las músicas. ‘La jangada’ de Emilio Gómez Muriel y la de Luis Llosa.

 

800 LEAGUES DOWN THE AMAZON. Luis Llosa. 1993

 

 

De la página oficial de Roger Corman, su productor, ‘La jangada’. Te preguntas: “¿está aquí el Amazonas?” Y está. Por todas partes. En la red. ¡Que ya ha cambiado el mundo para que eches la red y lo que caiga en ella sean ríos!

Más del autor

-publicidad-spot_img