Él marca un número en el teléfono y al rato habla.
ÉL.- Soy yo… Perdona que te moleste a estas horas, pero te lo tengo que decir… Sí, te lo quiero contar… He estado en el teatro… No, no voy a menudo, voy muy a menudo, ¿y qué?… No te llamo para decirte que he ido al teatro… Lo sé… ¿Te lo cuento o no?… Pues que he visto el reloj de la pared. En la obra. En la pared de la obra. ¿Qué reloj? Pues el de la pared. El de la oficina. El que cuelga en la pared de nuestra oficina. Ese que miramos tantas veces y deseamos que las agujas se muevan… No, no he ido a la oficina, es sábado… He ido al teatro. En el decorado de la obra que he visto. No es que sea tan extraordinario ver un reloj, es que se me iban los ojos a aquella esfera blanca con agujas… Como cuando estamos en la oficina… Que no me enteraba de la obra, porque miraba al reloj. No, funcionaba perfectamente. Empezó a las 4 y algo, al final eran casi las 6. Incluso hacían alguna referencia a la hora que marcaba… Pues porque me he pasado la obra mirando el reloj. No creo que pretendiera eso el director, no… Bueno, pero espera, que viene lo mejor, no estaba ambientada en España, porque todos los nombres eran ingleses, y… No, lo más grave no es que en la oficina tengamos un reloj igual al que sale en la pared de la obra, eso da igual, no creo que todo el mundo en el teatro conociera ese reloj y se quedara mirándolo como yo. Lo más grave es que no estaba ambientada en España… ¡Pues que salía una caja de aspirinas! Vale, en inglés se dice parecido, pero ésta era una caja española, de esas verdes y blancas, y realmente no hacía falta que el personaje cogiera la caja y nos la enseñara… Es más, al enseñárnosla no comprendíamos cómo podía vivir tan lejos y tener una caja de aspirinas española, y efervescentes. Y luego salía también un paquete de pan de molde que podemos comprar aquí en supermercados españoles, y bricks de zumos, botellitas de agua, y una botella de leche de plástico blanco con tapa roja, que he visto muchas veces en el súper… Pues con todo eso pasa que me da la risa. Que me desconcentro. Que me siento muy raro. ¡No soy un pejiguero! ¡Estoy viendo una obra que se desarrolla en el extranjero y resulta que los protagonistas han comprado las cosas en el mismo súper al que voy yo!… Ahí dejé de mirar el reloj… El reloj puede ser coincidencia, pero esto que te digo… ¡No hacía falta sacar tanta cosa! Es fácil mostrar las bolsas de la compra sin que se vea ningún producto concreto. No, perdona, no siempre estoy poniendo pegas. ¡Que no! Bueno, pues para mí sí es importante. No. Pues sí lo es. Si te llamo es porque me parece importante. No es tan tarde, te acuestas a las 2, y queda 1 hora… Si estabas durmiendo, no cojas el teléfono. Pues ya está, la próxima vez no te llamo. No, no te llamo. ¿De qué iba la obra? ¿Ahora? ¡Que te lo cuente tu abuela, hombre! ¡Hala! ¡A la mierda!
Él cuelga.
nico guau