En un rincón de una plaza de un pueblo olvidado. Esa es la ubicación. Al estilo más evocativo. La presentación es la siguiente: “De lunes a viernes sagradamente, el profesor Juan Araya, junto a su perra Daisy, abre los recuerdos de este pueblo con un pasado glorioso para ponerlo en vista de todas las personas que pasan por el lugar; pone música a viva voz en una apocada plaza, y entusiasmado invita a la gente al lugar. Pero rara vez lo consigue, poca gente pasa”. Este audiovisual recorre esos sueños de grandeza abocados al silencio. “Para Juan, el museo es su refugio en medio de un pueblo que está perdiendo sus raíces demasiado rápido, mientras que las autoridades más importantes de la Comuna se reúnen solo a hacer negocios más para su bolsillo que para el pueblo”, detallan. Jorge Guaico es el autor de este documental llamado El escribano
Texto por Patricia Gardeu