El joven de torso desnudo y vara gigante en ristre, podría ser una veleta veraniega, o un atleta a punto de lanzar su jabalina; o un dibujante con lápiz desmesurado, presto a clavarlo contra el papel en blanco.
En realidad, se trata de un pintor excursionista, fotografiado en lo alto del monolito que señala la condición de vértice geodésico del lugar donde se encuentra: la cumbre del Cabo Llibrell, en la costa meridional de la isla de Ibiza, a unos 200 metros sobre el nivel del mar.
Hasta Ibiza se fue aquel verano el habitante de la buhardilla de Don Pedro, 7; para visitar a su amigo Juan Manuel Sánchez, de quien tomó esta aérea imagen. Considerando que el modelo era pintor y diseñador gráfico, su retrato sosteniendo el lápiz de los dioses, fue completamente intencionado.
Foto: Vizcaíno