La Metropolitan Opera abre su temporada llevando a la escena una de las obras más representativas del repertorio mozartiano, Le Nozze di Figaro, pero esta vez eligiendo la versión del productor británico Richard Eyre que sitúa la historia en la España de 1930. En una hacienda de las afueras de Sevilla laberíntica y tortuosa, donde sirvientes y aristócratas se mueven como si estuvieran en un perpetuo carrusel. Aunque la reciente reseña de Zachary Woolfe en el New York Times nos había preocupado, al menos al principio, hacia aquella que parecía una tímida puesta en escena frígida y banal. De hecho, escribía el periodista implacable: “Hay mucha oscuridad en la gran comedia de Mozart Le Nozze di Figaro: conflicto de clases, juegos de poder sexual, adulterio, humillación, venganza. Así que tenía sentido cuando, en 2014, la Metropolitan Opera reemplazó la producción aireada y en masilla del trabajo de Jonathan Miller con la versión literalmente más oscura de Richard Eyre. Pero rápidamente se hizo evidente […] que la toma del Sr. Eyre era bastante inofensiva. Este es el mismo viejo Figaro, tal vez incluso más suave de lo habitual, sólo con esos conjuntos dominantes y disfraces vagamente furtivos […]. Al hacer su debut en el Met, el director Antonello Manacorda dirigió una actuación tranquila”. Un desastre. Pues parecía que la melodía pasional y brillante típica del mejor Mozart, había sido sustituida por la cómoda y relajante interpretación del italiano Manacorda. Y, sin embargo, el italiano había intuido el verdadero aspecto iluminista –por la precisa racionalidad– del músico austriaco, que poco o nada tiene que ver con aquella imagen de las películas que reinterpretaron la vida del artista. Y Zachary Woolfe tuvo que admitirlo en un exaltante final a sorpresa: “Las texturas orquestales del sábado fueron, de hecho, pulidas en lugar de espinosas, y Manacorda valoró las largas líneas de legato sobre la intensidad de cada momento o la velocidad atrevida; la actuación se sintió como si se moviera en un estado estable de mezzo forte. Pero su trabajo fue convincente y encantador”.
Cuándo: Hasta el 14 de diciembre
Dónde: Lincoln Center, Nueva York