Después de haber permanecido cerrado durante todo el verano, el Museo de Arte Moderno de Manhattan (MoMA) vuelve a abrir sus puertas con una importante remodelación de la estructura y reconfiguración de los espacios destinados a las obras. En una entrevista al New York Times la curadora principal Ann Temkin, junto con Anne Umland, ha anticipado algunos de los cambios principales: algunas obras clásicas y que desde hace mucho forman parte de la colección permanente del museo ya podrán contar con la compañía de obras más recientes, Les Demoiselles d’Avignon de Picasso (1907) dialogará durante una buena temporada con una obra de Faith Ringgold, American People Series # 20: Die (1967), sobre el racismo de los Estados Unidos en los 60. El museo ha recibido generosas donaciones, 100 millones de dólares del magnate de los medios David Geffen, y 200 millones de dólares de la herencia de David Rockeffeller que falleció en 2017. El museo podrá presentar nuevas galerías y nuevos espacios donde antes se encontraba el Museo de Arte Popular Americano. Sesenta de estas nuevas galerías serán objeto de una reconceptualización cada seis meses: las actuales obras de Marcel Duchamp, por ejemplo, serán sustituidas en abril con otras del mismo autor, según un tema elegido. Se trata de ampliar el relato del arte moderno, con una visión más abierta hacia otras culturas generalmente marginadas, y se anuncia el jugoso desembarco de casi 200 obras de arte latinoamericano procedentes de la colección de Patricia Phelps de Cisneros. Éstas y muchas más sorpresa esperarán el futuro visitante del MoMA.
Cuándo: A partir del 21 de octubre
Dónde: Museum of Modern Art, Nueva York