José Ortiz Echagüe (1886- 1980) viaja por primera vez al Rif en 1909, donde toma imágenes aéreas para el servicio de fotografía del ejército español. Pero este trabajo desde las alturas tenía su contrapunto con los pies en el suelo, ya que paralelamente documentaba la realidad local: retrataba la vida, el paisaje y las costumbres de la zona. Cuando vuelve a Marruecos en 1960 el fotógrafo choca con la modernización del país e interpreta esa transformación con una mirada diferente. Las exóticas tipologías africanas que había captado dejan paso a ambientes enrarecidos, personajes sin contexto y escenas solitarias con fondos de nubes irreales. Ahora el Museu Nacional d’Art de Catalunya, en colaboración con el Museo de la Universidad de Navarra, expone el momento más espontáneo y creativo de Ortiz Echagüe. El núcleo inicial de su producción, donde encontramos uno de los periodos más creativos de la historia de la fotografía. Pero la exposición no se centra sólo en el canon del autor sino que, además, nos muestra la etapa más desconocida de su obra: la fotografía militar que hizo a bordo de globos aerostáticos. En definitiva, 79 fotografías y más documentos imprescindibles para entender aquella encrucijada en el norte de África.
