Como interesado en la erradicación de la dictadura guineana, llevo años haciendo reflexiones en torno a ella y en las posibilidades de esa erradicación, descubriendo las relaciones y factores que contribuyen en su durabilidad. Hablando de esta dictadura, no he dejado de mencionar el ejército, la procedencia territorial de los guineanos, la colonización, el papel de las mujeres, el de los annoboneses, los bubis, las etnias playeras del país, de los fang, de la Iglesia, de las legaciones diplomáticas, de los recursos naturales. He consagrado algún libro al tema del poder en Guinea Ecuatorial. Mi última reflexión, publicada en forma de un artículo titulado Dolo mortal entre los fang de Guinea Ecuatorial ha sido muy comentada, hasta el extremo de que ha llevado al economista guineano Fernando Edjang, siempre muy atento a mis reflexiones, sobre todo cuando en las mismas abordo los temas étnicos, a publicar otro con el intento de rebatir mis acusaciones, como considera mis reflexiones en torno a la etnia fang. Es importante decir que el mencionado economista también presta mucha atención al tema guineano y se podría decir que tiene interés en que su dictadura sea erradicada. La mención del búho viene de una anécdota recogida precisamente en el aludido artículo
¿Qué es el poder? Considero que el poder es la posibilidad de influir en la vida y conducta del ser humano con fines determinados.
¿Hay manifestaciones negativas del ejercicio del poder? Sí. ¿Las hay en el ejercicio del poder guineano? Sí, las hay. ¿Hay alguna evidencia de que los hombres del poder tienden a agruparse y defender sus intereses? Sí. ¿Hay alguna percepción de la ciudadanía de que los grupos del poder se comportan de un modo tan gregario que s pudieran ser catalogados de grupos mafiosos? Sí, tanto en países democráticos, en los “democráticos” y en las dictaduras”. ¿Existe la evidencia de que los guineanos perciben que el poder de su país está en manos de un grupo de personas que se comporta como grupo mafioso, al menos con actitudes condenables? Sí.
Algunas formas denunciables de este ejercicio del poder
Una de las formas más determinantes del ejercicio del poder es la impunidad, el resultado de que las acciones punibles ocurran sin castigo. Esto se da a nivel general, en la política internacional, que algunos países puedan violar tratados internacionales sin ninguna consecuencia, como en la forma particular de cada país, tanto en los países democráticos, los “democráticos” como en dictaduras. ¿Hay impunidad en Guinea? Sí. Otra circunstancia que se da entre la gente del poder es, como ya quedó dicho, la necesidad de agruparse y de protegerse mutuamente. Esto se da entre los individuos de países de desarrollados, que se agrupan en foros conocidos, como el G-7, y en otros grupos donde impera una necesidad no disimulada de exclusividad, y donde los encuentros se producen al margen de los focos noticiosos. Sí, el poder exclusivo huye de las luces. ¿Este hecho se da en Guinea Ecuatorial? Sí.
Cuando los poderosos se agrupan, siempre con la intención de que la reunión fuera secreta, hay una recurrencia demostrada de que surge de la necesidad de establecer un pacto de protección mutua que se suele sellar, muchas veces, con la comisión de actos llamativos. La consagración de la consolidación del grupo de poder exige la ruptura de un tabú. ¿Hay en todo el mundo evidencias de que el grupo de poderosos del mundo, en sus reuniones, exigen y llevan a cabo esa ruptura del tabú? Sí, y en su artículo, Fernando Edjang aporta hechos sumamente llamativos, como el que da título a esta reflexión, la adoración del búho por parte de hombres poderosos, nada sospechosos de ser “primitivos”. La ruptura del tabú se da en tan variados grupos del poder que en algunos llama poderosamente la atención por su relación con los supuestos defendidos por estos grupos. Es el caso de la pederastia en algunos círculos de la Iglesia. En los recientes casos de Granada, Spain, los medios de comunicación desvelaron que los grupos que los cometían podrían ser catalogados como secta, perteneciendo, además, a la alta jerarquía económica. En lo formal se entendería que ningún miembro de la Iglesia pudiera ser precisamente pederasta, mediando entre ellos el voto de castidad. Pero en la cumbre del poder, el tabú se rompe. Por lo que hemos leído en estos años, ¿hay evidencia de que el actual poder guineano comete actos de los que podemos decir que hay una ruptura del tabú? ¿Se han dado, por ejemplo, casos de relaciones sexuales que en otras condiciones sus perpetradores juzgarían denigrante? Sí.
En la dinámica del poder cobra una importancia capital la defensa a ultranza del asociado, de manera que sus delitos son perdonados o ignorados. ¿Hay evidencias de que la alta jerarquía de la Iglesia ha ocultado los abusos sufridos por miles de niños en muchísimas partes del mundo? ¿Hay evidencias de que en algunos países democráticos los abusos cometidos por el poder son tapados? Sí y Sí. ¿Existen evidencias de que los abusos llevados a cabo por los que mandan son ignorados, y aunque hayan sido con resultado de muerte? Sí. ¿Pero dónde está la justificación de este silencio? En que si se desvelara este secreto, el poder vendría abajo. Si un obispo desvelara que un sacerdote suyo cometía abusos, el poder que ejerce su institución sobre los fieles se vería en peligro. Es decir, la impunidad es el basamento del poder. Un obispo no se calla unos actos pedófilos porque los considera buenos, sino por imperante necesidad.
Hay muchos países africanos regidos por dictaduras; como Guinea Ecuatorial. Hay fuentes, por otra parte, que aseguran que algunas dictaduras africanas pertenecen a grupos secretos como la masonería. Viendo la especial necesidad que tienen los poderosos para ayudarse, es posible que un dictador africano pudiera pertenecer a una asociación en la que no le admitirían si no ejerciera el poder sobre su pueblo. De hecho, los que son arrojados del poder ya no gozan de la estima de los que, en el pasado, fueron sus correligionarios. Es importante notar que sólo los dictadores, o países, que no se enfrentan al grupo de poderosos del mundo, son admitidos en las cercanías de este poder mundial, con escenificaciones bastante conocidas en todo el mundo. Los que sí se enfrentan son atosigados constantemente.
El gregarismo entre los poderosos es de tal magnitud que cuando por diferencias ideológicas o morales se impide la connivencia entre dos grupos distintos, la realidad suele descubrir intenciones evidentes de cercanía entre los que lo ejercen y los aspirantes, los partidos de la oposición. Existe en España, por ejemplo, la clara sensación de que los dos partidos mayoritarios sí pueden aliarse para abortar cualquier intento que menoscabe sus posiciones. De esto debe saber cualquiera que haga un mínimo rastreo, y el movimiento 15-M lo hizo bandera de sus reivindicaciones. En el caso guineano hay una oposición enfrentada a la dictadura, pero la mayoría de sus miembros se ha aliado con la oposición. Una de las propuestas del citado Fernando Edjang es precisamente que cierto partido de la oposición guineana se aleje del círculo de influencias de la dictadura. La realidad es que un jefe de la oposición, incluso del partido en el que Fernando Edjang pide su alejamiento, está más cerca del poder que un ciudadano de a pie. Y estamos de acuerdo en que Guinea sí vive una dictadura.
Junto con la impunidad, existe otro elemento que consolida la dictadura guineana, el nepotismo. Si se preguntara a cualquier observador atento sobre la existencia o no de prácticas de nepotismo en Guinea, su respuesta sería confirmativa. Aparte de despótico, ¿el régimen guineano es nepotista? Sí. El nepotismo es la preferencia que tienen funcionarios públicos para dar empleos a familiares o amigos, sin importar el mérito para ocupar el cargo, sino su lealtad o alianza; prestada de wikipedia. Siendo que el poder guineano se ejerce mediante decretos y deseos personales, es el mimo dictador el que ejerce el nepotismo, colocando a todos los miembros de su familia en puestos del poder. ¿Qué instituciones ejercen el poder en Guinea, muchas, pero entre otras el Ejército, que se encarga, básicamente, de reprimir la disidencia e infundir miedo en la población. ¿Quiénes ocupan los primeros puestos del Ejército guineano? Hermanos, primos, sobrinos y cuñados del dictador en jefe. ¿Es verdad que la presencia de los miembros de otras etnias en el ejército de Guinea es testimonial? Sí, es verdad, y podría haber razones históricas que sostienen este hecho. Y las mismas razones coyunturales de ser una dictadura nepotista. ¿Quiénes forman la segunda línea de efectivos del ejército guineano? Los hijos y sobrinos de los primeros. ¿Es cierto que las dos primeras líneas del mando de un ejército cuyo fin es dar sostén a la dictadura está formada por personas originarias de una zona geográfica que coincide con la de un grupo étnico determinado? Sí, es cierto. Por el control ejercido sobre ellos, y por el hecho de que podrían sí beneficiarse de ciertas prebendas, los otros individuos que no forman parte del círculo inicial del poder se sentirían cercanos, habida la afinidad étnica ya conocida. En todo caso, alguna justificación debe de tener el hecho de que el ejército esté dominado por ellos, siendo un órgano de tan nefastas credenciales.
En la discusión del fenómeno del nepotismo en la dictadura de Obiang se da el llamativo caso de que los encuestados para dar la respuesta sobre el mismo reconocerían su existencia, pero negarían que los fang tuvieran alguna importancia capital en la misma. Y lo que sostiene lo que niegan es que hay muy pocas relaciones interétnicas en el país. Las que se dan tienen lugar en los ambientes urbanos. Y cuando los sobrinos a los que hay que colocar en los mejores puestos sí son de otra etnia, no ha habido cortapisas para que se efectúe. El nepotismo es transversal, pero la dictadura guineana no lo es tanto. ¿Qué entendemos por la transversalidad de la dictadura guineana? Que individuos de todas las etnias toman parte en ella. ¿Es verdad que los individuos de todas las etnias toman parte en ella? Sí, pero si se tratara de una asociación secreta, los individuos de estas etnias serían miembros de esferas bajas de la misma. Al hablar de esto, parecería que el deseo secreto de muchos guineanos es decir que todos tomamos parte en la dictadura. Este deseo secreto es comprensible, pero no nos basta ni nos ayuda. Porque es urgente y necesario conocer cómo se ha cimentado la dictadura para erradicarla con más eficacia. Si al final va a resultar que “dictadura somos todos”, sería muchísimo más difícil establecer los mecanismos de su erradicación. A propósito de ello tenemos que decir que en otras sociedades existen otros mecanismos para constituir en asociación secreta, pero en Guinea todavía lo es el origen geográfico. La realidad es que cuando la dictadura esté tan difusa en la sociedad guineana que no podamos distinguir sus focos más nítidos, habremos perdido la posibilidad de erradicarla. Es decir, muchos podrían estar deseando algo negativo, aun con la mejor de las intenciones.
¿Cómo se erradica una dictadura? ¿Cuál sería el proceso por el que se erradicaría la dictadura guineana? Que muchas personas, y juntas, disintieran de su carácter represor y ello posibilitara que miembros significativos de ella los secundara. Teniendo en cuenta la numerosidad de individuos afines, se esperaría que tomaran la iniciativa en esta defenestración, toda vez que lo contrario sería visto con otras intenciones. Es decir, que fuera otra etnia la que se enfrentara al clan del poder. El régimen guineano sabe que su perdurabilidad peligra si son los miembros de ella, o personas de cierta afinidad, los que quieran introducir fisuras en el mismo. Así que, ¿es verdad que miembros prominentes del régimen han manifestado que no tolerarían la actividad de la oposición en sus provincias? Sí. ¿También es verdad que los pocos disidentes del régimen son castigados con más saña? Sí.
En la discusión de cómo erradicar la dictadura es importante relacionar ciertas prácticas de represión con el costumbrismo de los grupos testigo, de un determinado grupo étnico. Existe la creencia de que lo que hemos llamado ruptura del tabú son prácticas que podrían contribuir a la inclusión de cualquier persona en el círculo del poder. Pero se trata de actos delictivos con resultado de muerte, algunas veces macabros. ¿La gente cree en Guinea que cometiendo asesinatos se asegura el favor del clan dictatorial? Sí. Pero lo que la alogicidad de sus vidas no les permite vislumbrar es que los delitos que se cometen sí benefician a la dictadura, pero cuando son llevados a cabo por los miembros más altos de la misma son para exaltar este poder. El acceso a la riqueza y al poder ya está asegurado con el control de todos los recursos económicos disponibles. Los crímenes que se cometen, que en algún punto podrían tener o no algún barniz étnico, son como la adoración al búho. Nótese que son los hombres ya provistos de poder los que acuden a estos ritos, como una forma de proclamar su lealtad. Entre ellos se exige, como queda dicho, la participación de cierta liturgia para la reafirmación de la membresía. Y en el caso de Guinea, el barniz étnico es capital. Hay mucha gente guineana que cree que está haciendo algo de su etnia, cuando es la imposición a rajatabla del dinamismo propio de asociaciones secretas.
¿El reconocimiento de que los fang sí son una parte fundamental en la percepción y lucha contra la dictadura es una declaración de guerra como algunos lo ven? No. ¿Se está acusando a los fang, por ello, de los males de Guinea? No. Podría haber un ánimo conjunto de enfocar las protestas en la gente de esa etnia? Podría. ¿Son los fang víctimas de la dictadura? Sí. Y por ello, tienen una razón doble para hacer grandes esfuerzos en su erradicación. ¿Qué ya están haciendo? Que hagan mucho más. Es la única alternativa.
Barcelona, 19 de noviembre de 2014