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Mientras tantoEl reclamo

El reclamo


Ha escrito Clara Ponsatí, mártir de pacotilla del independentismo catalán, que la independencia es unilateralidad, que la unilateralidad es independencia y que le sabe mal decir obviedades. Uno le diría, si le sabe mal, que no las diga. Yo diría, y seguramente me equivoque pues no estoy en las papilas gustativas de la señora Ponsatí, que le gusta decir estas cosas que no son obviedades sino reclamos cuyo sonido excita los anhelos dormidos de sus entusiastas. Leer sus palabras me ha sonado como la imitación en el campo del bramido del ciervo o el cuchicheo de la perdiz, que no entiende de matices. Es decir, si yo soplo un reclamo para ciervos o perdices no sé lo que les estoy diciendo. A lo mejor resultan expresiones inconexas, sin sentido, simplemente falaces, para engañar a los pobres animales. Antaño los hijos se marchaban pronto de casa de los padres. En muchos casos esa independencia era unilateral, pero otras veces eran los propios padres los que añadían la bilateralidad, todo mayormente familiar. En los tiempos actuales, en los que la independencia de los hijos es cada vez más difícil y tardía, hay una extendida voluntad bilateral de independencia que la realidad impide cumplir en buena medida, lo cual no es tan distinto de las pretensiones de la señora Ponsatí y demás mártires de ocasión. A muchos españoles, y dentro de esos españoles, también a muchos catalanes, les encantaría independizarse unilateralmente de la señora Ponsatí y del resto de torturados volanderos, pero no es posible porque la independencia y la unilateralidad, sujeto y complemento falaz y viceversa, además de ilegales, son salvajes desde un punto de vista no sólo democrático, sino humano. De ahí que Ponsatí (la misma que en su día escribió en Twitter a propósito de las muertes en Madrid por coronavirus: «De Madrid al cielo») y todos los sufrientes de cartón (como Puigdemont, que retuiteó la ocurrencia) utilicen, en vez de la razón de los hombres, no está mal para una docente de su altura, el reclamo para las bestias. 

 

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