Publicidadspot_img
-Publicidad-spot_img
Frontera DigitalEl recurso del método (Alejo Carpentier) y la incapacidad del español como...

El recurso del método (Alejo Carpentier) y la incapacidad del español como lenguaje científico


Nunca más nos molestaríamos en aportar nuestras jóvenes energías a la defensa de una cultura cuyo eje de gravitación –era tiempo ya de proclamarlo– se había desplazado hacia América –del Norte, desde luego-, en espera de que nosotros, los de abajo, acabáramos de librarnos de la maldita tradición que nos tenía viviendo en pretérito. El mundo había entrado en la Era de la Técnica y España nos había legado un idioma incapaz de  seguir la evolución del vocabulario técnico. El futuro no pertenecía ya a las Humanistas sino a los Inventores. Y nada habían inventado los españoles en el transcurso de los siglos. El motor de explosión, el teléfono, la luz eléctrica, el fonógrafo, en cambio… Si, por caprichosa voluntad del Todopoderoso, las carabelas de Colón se hubiesen cruzado con el Mayflower, yendo a parar a la isla de Manhattan, en tanto que los puritanos ingleses hubiesen ido a dar al Paraguay, Nueva York sería hoy algo así como Illescas o Castilleja de la Cuesta, en tanto que Asunción asombraría el universo con sus rascacielos, Times-Square, Puente de Brooklyn y todo lo demás.

Nueva York sería como Castilleja de la Cuesta y en justa reciprocidad Castilleja sería como Nueva York y en lugar de McDonalds por todo el mundo habría una cadena de comida rápida que vendería serranitos y tortas de aceite. No es Alejo Carpentier el primero que ha fantaseado y reflexionado sobre las distintas evoluciones de las Américas según quién las descubriera. Por otro lado, ¿es el español incapaz de seguir las evoluciones científicas frente al inglés? Naturalmente, esto es más complicado y controvertido. Es un asunto muy antiguo y en cuanto nos descuidamos terminamos en una especie de determinismos de razas y habilidades propias, y demás (hay que considerar que el texto está puesto en boca de un tirano). Esta polémica, que arranca con la famosa de la ciencia española de Menéndez Pelayo, es cosa del pasado y hay que tenerla presente como aviso y advertencia de lo porvenir, tal y como pretendía Pierre Menard, autor del Quijote, de toda la historia.

Más del autor