El Teatro Real no ahorra entusiasmo a la hora de celebrar el estreno de «El rey Roger», del compositor polaco Karol Szymanowski: «Un aura misteriosa y enigmática traspasa toda la ópera, encrucijada de estilos, corrientes estéticas y tradiciones musicales muy diversas, utilizadas con enorme fluidez y eficacia al servicio del drama. Así, la partitura articula elementos del expresionismo alemán, del impresionismo francés, del post-romanticismo straussiano, del exotismo oriental, de la tradición coral ortodoxa, de los arabescos melódicos arábigos y del pathos mediterráneo del que nace la ópera, inspirada en ‘Las bacantes’, de Eurípides. Esta encrucijada de sentimientos y pulsiones a la que se enfrenta el protagonista durante la noche en que trascurre toda la ópera, crean una atmósfera de desasosiego y dudas que la puesta en escena de Krzysztof Warlikowski acentúa, trasladando la acción a los años 70 del siglo pasado, cuando una generación de intrépidos jóvenes intentaba traspasar los límites sociales, éticos y estéticos en búsqueda de una libertad idealizada». Una oportunidad de volver al Real para experimentar una ópera que intenta remover los lindes de un género que ha de luchar a brazo partido con el conservadurismo de los públicos adictos a un repertorio repetido hasta la saciedad. «En el inquietante espacio simbólico creado por Malgorzata Szczesniak», sigue la persuasiva nota del Real, «donde se mueven, como sonámbulos, los personajes rescatados de la ‘beat generation’, grandes proyecciones audiovisuales y filmaciones en tiempo real concebidas por Denis Guéguin invitan al espectador a recoger uno de los caminos posibles que abre la ópera de Szymanowski más de 80 años después de su creación, con respuestas transversales a las reflexiones ontológicas de Eurípides en nuestro mundo del siglo XXI».