Anoche tuve un sueño. No es tan importante como el de Martin Luther King, tampoco creo que alguna vez tenga un sueño trascendental, como las grandes figuras de la historia; pero fue mi sueño, fue uno bonito y me gustó tenerlo.
Anoche soñé que escribía una obra en la que llovían luciérnagas desde el cielo. Por supuesto, agregué ese hecho al texto en que estoy trabajando en mi faceta de dramaturgo. Pero sentir que una idea nació mientras dormía y que luego se transformó en palabras escritas es algo maravilloso. Todos soñamos y también intentamos convertir nuestros sueños en deseos. Sala Nueve Norte, ubicada en el barrio de Noviciado, es una nueva apuesta, o un nuevo sueño, que entra en el circuito teatral madrileño. Esta sala, que seguramente fue el deseo de la compañía residente Materialmente Imposible, hoy por hoy está abriendo sus puertas con los montajes Papá y el resto* (viernes y sábados, 20h.) y Desde brotes secos (jueves 21.30h. y viernes 20.30h. / 27 y 28 de diciembre 20h.).
«El sueño de la razón produce monstruos…” –¡perdón, Teatros!-. Deseamos que existan más lugares donde poder enseñar nuestra labor, espacios en que se den unas mínimamente dignas condiciones económicas y de trabajo. Pocas veces las encontramos; y así como sucede en muchos de nuestros sueños nocturnos, algunos terminan siendo pesadillas. Espero que un día, no muy lejano, vea el montaje de la obra de las luciérnagas en un buen teatro y con buena gente. En realidad, no me importaría pasar varias noches en vela con tal de que eso suceda.
Mientras esos dos proyectos se aúnan, yo espero y escribo. Escribo para El Gallinero y voy a los teatros. Próximamente iré a la sala Nueve Norte que aún no la conozco. Claro está, que iré en mi bicicleta y pensaré mientras pedaleo… pensaré, como si se tratara de un sueño diurno, en lo que feliz que soy cuando voy a un nuevo teatro.
Manuel R.
* Papá y el resto, «una comedia ágil acerca del fracaso», es la obra de la compañía Materialmente imposible con la que se inaugura esta semana la sala Nueve Norte. Está escrita y dirigida por Marcos Fernández Alonso y protagonizada por él mismo, junto a Isabel Torrevejano, Victoria dal Vera, María Segalerva y Vicente Camacho. En El Gallinero entrevistamos hace tiempo a Marcos Fernández Alonso.