¿Qué es Júbilo?
Júbilo es un encuentro real que coloca a once personas en escena y muestra su pasado, su presente, sus personalidades, Júbilo es una celebración que nos muestra que en la última etapa de nuestra vida quedan muchas cosas que vivir. Es el intento de romper una barrera intergeneracional que coloca al «otro» (ese otro que ya no funciona para nuestro sistema de producción, que ha quedado obsoleto y estancado) en un grupo aparte, ajeno a nuestra «realidad». Hablo de la gente jubilada, que queda desplazada para ocuparse de cargos inútiles, sin que tengamos en cuenta todo lo que llevan vivido, su pasado, su experiencia. Pero lo más importante es la posibilidad de reflexionar sobre el que está en escena como si fuera uno mismo. Creo que al final, casi todo se reduce a la empatía con el otro y sus vivencias que son las nuestras.
¿Quiénes son Cia. F. de Asfalto?
Somos un grupo de personas que investigan en diversos lenguajes interpretativos como el teatro, la música, la danza. Nos interesa sobre todo interrelacionarnos con el espectador y tratar de buscar la comunicación con éste que nos parezca adecuada.
¿Quiénes son Manuel Bañez, Antje Zemmin y Paola Torregrosa?
¿Por qué no debemos perdernos Júbilo?
Porque vais a salir de Júbilo con un gran subidón, con ganas de saber más sobre esa gente que habéis conocido en el escenario y terminaréis celebrándolo y festejándolo con nosotros.
¿Dónde podemos ver la obra?
En sala Kubik Fabrik de Madrid.
¿Cuándo?
Los sábados 1, 8, 15 y 22 de Marzo a las 21:30.
¿Algo más?
Agradecer a la gente que nos ha acompañado y ayudado: Ana Montes de Miguel en el espacio escénico, Alejandro Ruffoni como dramaturgista y Arturo Sánchez ayudando en la producción.
Recordar a todos y cada uno de los actores que empezaron este viaje y que solo una tercera parte culminó.
Treinta y cuatro personas mayores de sesenta y cinco años en una sala de trabajo de la RESAD, sin saber muy bien de qué iba todo aquello. Una energía potentísima que se nos escapaba de las manos. Sin querer desprendernos de nadie. La selección se produjo por sí sola (algunos abandonaron el montaje porque no entendían de qué iba la cosa, y otros porque les surgieron otros compromisos). Cada vez era más fácil encontrar aquella pregunta en cada uno de los que iban quedando. La última semana, cuando pensamos que seríamos dieciséis en escena, de golpe, para nuestra desesperación, cayeron cuatro actores por motivos familiares. Aquello no se sostenía por ningún lado, pero lo volvimos a enderezar, y justo seis días antes del estreno, Fernando Valenzuela, una de las personas más interesantes que hemos conocido, al que su mujer e hijos miraban con auténtica admiración, un señor que asistía a los ensayos en silla de ruedas, por culpa de un cáncer, fallece y nos deja a todos desolados. En ese momento decidimos que quizás era mejor dejar el experimento y montar un texto más adelante. De repente los propios actores deciden continuar adelante como homenaje a Fernando y mostrar aquello en lo que habíamos estado trabajando durante tanto tiempo. Fue muy emocionante para todos nosotros, y así salimos, sin saber muy bien cómo se iba a recibir el proyecto, en fin, como se sale siempre en cualquier estreno.
Antonio García