Knut Wolfgang Maron (Alemania, 1954) documentó los últimos meses de vida de su madre, que murió de leucemia a los 82 años. Fijó en fotografías todo este tiempo de incertidumbre y agonía para no olvidar ni a su madre ni el mundo que la rodeaba. Por ello, empezó a tomarle fotografías no sólo a ella sino también a los objetos que la habían acompañado a lo largo de su existencia. Así, estas instantáneas son el testimonio de una generación entera: gente que creció y se educó entre dos guerras, tiempos de inflación, de pobreza y que vivieron la destrucción del mundo que habían conocido. A life refleja esa generación y sus objetos y simboliza un testamento de esa manera de vivir antes de que el tiempo acabe también con ella.