Hollywood no baja la guardia. Quiere mantener sus jugosos ingresos en el mercado mundial en momentos en que los obtenidos en el extranjero por cualquier film estadounidense superan con frecuencia los alcanzados en Estados Unidos. “Avatar” sería un buen ejemplo. A recaudado en el exterior el doble que en la patria de Hollywood. Los productores americanos siguen denunciando la piratería de sus productos practicada con ansia en muchos países, delito en el que China, Brasil y España ocupan un lugar destacado.
Como promoción fastuosa de sus películas, Hollywood continúa encontrando un filón increíble en la ceremonia anual de los Oscars que este año tiene lugar el domingo 7 de Marzo. El show es visto por decenas de millones de estadounidenses y transmitido a veces en diferido y, con frecuencia, muy resumido a innumerables países. Aficionados al cine, a la moda-las actrices llevan modelos y joyas rutilantes cedidos gratuitamente por modistos de postín-o incluso al suspense, el morbo de ver quien gana y quien se lleva una bofetada a pesar de ser favorito atrae a bastantes televidentes, acuden a la cita ante la caja tonta. El hecho es que Hollywood, sin costo alguno y espectacularmente, despliega sus artículos que luego la gente, despertado el interés, consumirá en el cine local o con la compra o alquiler del video. El espectáculo, por otra parte, es sufragado holgadamente por la televisión que lo transmite. Es una jugada maestra.
La comunidad de Hollywood y la neoyorquina, donde se concentran la mayor parte de los 5,790 miembros de la Academia que pueden votar los premios, son bombardeadas en estas últimas semanas con anuncios loando a las películas, actores o técnicos candidatos. Alguien, en un exceso de celo, se atreve a hacer comparaciones entre su película y las contrincantes, el productor de “En tierra hostil”, por ejemplo, dando una pincelada negativa sobre su gran rival “Avatar”, atrayendo inmediatamente la crítica y una reprimenda de la Academia que tiene prohibido que los aspirantes a los galardones critiquen a los rivales.
La tradición y el sentido comercial hollywoodiano hacen que el recuento de los votos sea realizado con el máximo secreto. Los empleados de la consultora que realiza la operación juran no revelar ninguna cifra, trabajan en habitaciones separadas y sólo dos altos responsables de la firma hacen las sumas finales que son lacradas y llevadas a la sala Kodak, donde tiene lugar la ceremonia, en dos maletines sellados cuyos portadores acuden por rutas diferentes al acto. El suspense siempre ha existido hasta el momento en que se abren los sobres.
La Academia, sus 5,970 votantes, rompe con frecuencia los pronósticos y las tendencias. Los simplistas propensos a ver en Hollywood la quintaesencia del capitalismo americano sostienen apresuradamente que la Academia premia los filmes taquilleros en detrimento de los de calidad. Se equivocan, la Academia, al parecer de forma errática, da una de cal y otra de arena. Premió por ejemplo a “Alguien voló sobre el nido del cuco” y se dejó ese año en la cuneta a la muy taquillera “Tiburón”, dio el Oscar, lógicamente, a “El Padrino” y abandonó a la muy comercial “El coloso en llamas”. Hay muchos más ejemplos aunque en ocasiones la Academia haya tenido pifias clamorosas y no sólo por ser subyugada por la taquilla. La más llamativa es haberse olvidado de la para muchos críticos la mejor película de la historia “Ciudadano Kane” que sólo obtuvo un premio secundario al mejor guión. Estamos a principios de los cuarenta y Orson Welles, su artífice total, no era persona de la devoción de la comunidad de Hollywood que no le perdonaba su juventud, su genialidad etc…
En la edición actual los talluditos votantes de la Academia, se es miembro por vida lo que hace que los que participan sean mucho mayores que la media de la audiencia que va a al cine, se encuentran de nuevo ante el dilema reseñado, ¿distinguen a la más taquillera de las seleccionadas, la rompe records económicos “Avatar” o se inclinan por la que menos ingresos ha obtenido de las diez retenidas “En tierra hostil” con lo que otorgarían el premio por primera vez en ochenta años a una película dirigida por una mujer, Katryn Bigelow, ex mujer, por cierto de Cameron el director de Avatar?. Otro tanto ocurre en la categoría de Director.
En los actores principales, los pronósticos apuntan a Jeff Bridges por “Crazy Heart” seguido por George Clooney en “Up in the air”. En secundarios hay casi unanimidad que el premio irá al austriaco Cristoph Waltz por su perverso personaje en “Infames bastardos”. En féminas protagonistas la que más papeletas posee es Sandra Bullock, una actriz que este año ha vivido una resurrección gloriosa, seguida de Meryl Streep en su nominación catorce o quince y de Gabourey Sidibe la “prota” de la impactante “Precious”. En secundarias hay consenso en que la ganadora será Mo´nique, la madre de Precious, que arrolla en los últimos minutos de la película con una escena descarnada y magistral. Penélope Cruz, nominada para esta categoría, lo que ya es un éxito después de su victoria del año pasado, no parece contar mucho esta vez en las apuestas.
En las películas extranjeras la cosecha de este año es muy meritoria. Aunque las favoritas sean la alemana “La cinta blanca” o la francesa “Un profeta” nos gustaría personalmente que sorprendiera la argentina “El secreto de tus ojos” o la peruana “La teta asustada”(estas dos producidas por España) o incluso la iluminadora israelita “Ajami”.
Los sobres se abren a partir de las seis de la tarde hora de California o las nueve hora de Nueva York(el espacio televisivo razonablemente punta si se compaginan las dos costas de Estados Unidos). Muy malo para Europa.