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Mientras tantoEl viaje es de invierno, pero la memoria dulcísima

El viaje es de invierno, pero la memoria dulcísima


 

 

“Mi corazón ve su propio retrato
pintado en el cielo:
no es más que el invierno,
¡el frío e indómito invierno!”
Wilhelm Müller
para el Viaje de invierno schubertiano

 

Indaga la luz
En un cuenco con restos de una lluvia
Que no recuerdo haber visto llegar
Son apenas vestigios
De una estación que lindaba con la infancia
Y otras alegorías y mixtificaciones
Cuando esas palabras que son como palafitos
Barreras contra los bárbaros
No existían

Indaga la luz y en su estela
Empiezo un viaje que no era necesario hacer
Aunque la escritura automática
Que suele ser la de los narcisos
Diga lo contrario
Porque nos gusta mecernos en esa nana
Que arrulla la inteligencia
Y nos vuelve mucho más imbéciles

Indaga la luz que en realidad no indaga
Para que nosotros
Sus usurpadores
Pero sus únicos dueños
Nos hagamos los compasivos
Los mejores amigos de la humanidad
Al menos mientras no nos duelan las muelas
O los genitales
Para vernos bajo una luz
Esa
Favorable

El jardín de mi amigo
Es una Babilonia de andar por casa
Amable secreta
Que solo los cómplices compartimos
Como se comparte un faro
Que alumbra habitaciones
El afecto que evita
Que nos arrojemos al vacío
Para comprobar que el vacío era de cemento armado

En el jardín
Los cactus cuando brotan
Son como si el desierto
Con el que hemos soñado
Cuando éramos románticos pero no nacionalistas
Fuera
Es
Nuestro destino
Un lugar al que viajar
Esta vez sí
Casi desnudos ligeros de equipaje
Por supuesto hijos de la mar
Lo que yo soy
Y de mis padres
A los que tanto he querido
E ignorado
Y hecho sufrir
Y que ahora
Uno en la nada otra aquí
Son la forma que tengo
De darles las gracias
Como a la mujer que yo quiero
Porque hace que no sea
Tan mal bicho
Como pudiera haber sido
En ese jardín
En esta luz de septiembre
En la que indago
Para un viaje de invierno
Que sea tan agridulce
Como el contenido de la vida

 

Para Viz,
Para C.

Inspirado en las flores y plantas de la terraza de Viz, fotografiadas por Juan Antonio Vizcaíno, dueño de la Huerta del Retiro.

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