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En nombre de los ausentes

 

El  8 de abril de 2002, mediante la instauración de las Audiencias Publicas, la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) abrió un espacio a los peruanos que por décadas tuvieron que callar su sufrimiento. La mayoría de peruanos pudimos, por primera vez, escuchar los horrores de que fueron víctimas miles de compatriotas durante la época de conflicto armado interno que vivió el Perú entre 1980 y el 2000.

 

Las Audiencias Públicas, tal como lo dijo Salomón Lerner Febres, presidente de la CVR, lejos de ser creadas como un espacio para el debate, para juzgar o emitir veredictos, fueron creadas para escuchar a las víctimas, y así dignificarlas; fueron momentos para recordar a los muertos y darles toda nuestra atención a quienes nunca la tuvieron, intentado de esa manera dejar de lado nuestra prolongada indiferencia y empezar a sentir ese dolor como propio. El conflicto armado interno en el Perú dejó más de 69.000 muertos y desaparecidos. Todos ellos merecen nuestro reconocimiento y compasión.

 

Los retratos que presento corresponden a cuatro peruanos que tuvieron la oportunidad de compartir como declarantes y víctimas sus historias en la primera Audiencia Pública que se realizó en Huamanga (Ayacucho), en abril de 2002. La última foto de este portafolio gráfico corresponde a las señoras miembros de la Asociación Nacional de Familiares Secuestrados, Detenidos y Desaparecidos del Perú (ANFASEP). He querido incluir esta foto como un símbolo de las miles de personas que hasta hoy continúan buscando a sus familiares.

 

Nancy Chappell

 

 

 

 

Julia Najarro

 

En julio de 1985, la señora Najarro y uno de sus hijos fueron separados de su poblado Amazonas, en Satipo, por miembros del Ejército. Su esposo y sus otros cuatro hijos fueron secuestrados por el Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso (PCP-SL). Posteriormente, la señora Najarro supo que su esposo y tres de sus hijos murieron de anemia en la Selva. Su cuarto hijo fue reclutado a la fuerza por el PCP-SL. Su paradero es hasta ahora desconocido.

 

 

 

El 2 de enero de 1981, la señora Georgina Gamboa, entonces una joven de 16 años, fue detenida y violada por siete policías denominados «sinchis». El hecho ocurrió en el puesto policial de Vilcashuamán. La víctima tiene una hija de 26 años, producto de la violación. 

 

 

 

El 12 de julio de 1983, Arquímedes Ascarza, joven estudiante universitario, fue detenido en su domicilio por efectivos del Ejército y llevado al Cuartel «Los Cabitos». Nunca más se supo de él. Arquímedes es hijo de Angélica Mendoza, actual presidenta de ANFASEP.

 

 

 

 

Liz Rojas Valdez, con el retrato de su madre. El 17 de mayo de 1991, mientras se llevaba a cabo un paro armado en Ayacucho, la señora Marcela Valdez fue detenida por efectivos de la Policía Nacional cuando se encontraba con una amiga cerca de la Plaza de Armas. Hasta la fecha, la señora Valdez se encuentra desaparecida. 

 

 

 

 

El 31 de marzo de 1992, la suboficial Lira fue víctima de un ataque terrorista. Cuando se disponía a tomar un colectivo en el distrito de San Juan de Lurigancho, y en presencia de su esposo y sus dos pequeños hijos, miembros del PCP Sendero Luminoso le dispararon en el cuerpo y en la cabeza para matarla, pero no lograron su objetivo. Como consecuencia del atentado la suboficial quedó ciega.

 

 


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