Toledo, 25 de diciembre de 2023
El curso de la tarde
lo boga un sueño ahíto
en un resol incrédulo
del poder de la luz.
Pues la luz evanesce
planeando sin voz.
Sombras, imágenes, retablos,
azares, inflexiones:
un tictac decaído
que pasa, hora tras hora
y página tras página,
por el libro sediento de la tarde;
sediento de agua, de sustento,
de enojosas pociones
que rediman la duda del ocaso excitado,
del ocaso grillado en altos techos,
del ocaso tentado,
desprovisto de amor:
«Guárdame como a
las niñas de tus ojos
y a la sombra de tus
alas escóndeme.»
(Las campanas, erráticas,
leviten en la atmósfera
y a la vez se zambullan
en un rumor de trenes).