A la mayoría enfermedades como la tuberculosis nos suenan muy lejanas y más propias de La Dama de las Camelias que del siglo XXI. Sin embargo, se trata de la patología infecciosa que más muertes provoca en el mundo después del VIH y afectó a cerca de mil personas al día en Europa en 2013.
Algo parecido ocurre con la poliomelitis, que pese a haber reducido en un 99 por ciento el número de casos entre 1988 y 2013, continúa siendo endémica en Afganistán, Nigeria y Pakistán y el año pasado aparecieron nuevos casos en Guinea Ecuatorial e Irak. Esta enfermedad no tiene cura pero puede prevenirse a través de la vacuna, pero precisamente las campañas de inmunización no tienen fácil acceder a muchas de estas zonas e incluso son víctimas de ataques, que sólo en el caso de Pakistán han acabado con la vida de 67 personas desde diciembre de 2012.
Brotes como el que se produjo recientemente en el parque de atracciones de Disneylandia han vuelto a traer al primer plano el sarampión, una patología que se pretendía erradicar a finales de este año. Este objetivo peligra ante por ejemplo los más de 22.000 casos de sarampión registrados en Europa desde 2014.
La eliminación mundial de la lepra (una tasa de prevalencia inferior a un caso por 10.000 habitantes) se alcanzó en el año 2000, pero eso no significa que haya desaparecido ya que en 2012 ( los últimos datos disponibles) se registraron más de 230.000 nuevos casos. Desde hace 20 años la Organización Mundial de la Salud (OMS) facilita gratuitamente a los pacientes el cóctel de fármacos que permite su completa curación, lo que ha permitido que la carga de morbilidad de la lepra descienda desde los más de 5 millones de casos de 1985 a los 189.000 de 2012.
Ese es el camino, apostar por la extensión de la prevención y el tratamiento a todos los afectados, prestando especial atención a los colectivos más desfavorecidos pero sin olvidar que los países occidentales tampoco están exentos de sufrir estas enfermedades y dilapidar todo el trabajo logrado en estos años para dejar atrás la época de Alejandro Dumas.