“y viviré el lapso de una puerta que se abre y se vuelve a cerrar”. Samuel Beckett
El baúl.
La puerta.
Las manos.
El cuaderno.
Todo lo entreabierto es una invitación a asomarnos. Nos convoca y detiene al mismo tiempo.
En ese espacio, en el que no entramos pero no nos fuimos, vibra lo que nos hace sobrevivir: la curiosidad.
Es el mismo espacio que hay entre lo prohibido y la libertad. Ese filo.
Lo entreabierto es la tensión que nos mantiene en pie. Una tensión que no puede quebrarse jamás. Porque si pasamos la puerta vulneramos otra intimidad; rompemos algo que ya no se podrá volver a pegar. Y si nos vamos renunciamos a la curiosidad, al descubrimiento, a nuestra libertad.
Lo entreabierto como lugar a habitar.
Aquí, en este blog, lo entreabierto es un libro. Cuadernos, más bien, que escribo y a través de los cuales me busco. Me busco y soy poema, reflexión, carta, video, canción, crónica, recuerdo… Me construyo palabra a palabra, en páginas en blanco. Me creo, más que crear.
Aquí es dónde.
Y, mientras lo hago, dejo la puerta entreabierta, para que te puedas asomar. Y pararte en el filo justo en el que se apoya la pulsión de vivir.