Mr. Pap (gallina que hace tiempo que no se prodigaba por este gallinero), junto con el dálmata nico guau al lado, ha entrevistado a Valérie Lesort y Christian Hecq, directores de 20.000 leguas de viaje submarino, el espectáculo de la Comédie-Française que se ha podido ver en los Teatros del Canal del 10 al 13 de diciembre de 2020. La entrevista ha sido cuando ya casi habían terminado las funciones en Madrid, por eso también hablan de la experiencia de haber pasado por Madrid y de su encuentro con un público no francófono.
Mr. PAP.- Madame Lesort, Monsieur Hecq, con la creación de 20.000 leguas de viaje submarino en 2015, es la primera vez que el arte de la manipulación de marionetas entra en el repertorio de la Comédie-Française. ¿Por qué eligieron este texto para introducir los títeres en la compañía?
VALÉRIE LESORT.- Porque era perfecta para poder representar con títeres el mundo marino. Porque el teatro negro permite apariciones y desapariciones de títeres. Porque Christian es un apasionado de la ciencia y yo amo el mar, los océanos y los animales marinos.
CHRISTIAN HECQ.- De hecho, antes que nada, queríamos hacer un espectáculo de marionetas. Queríamos hacerlo en la Comédie-Française, pero también necesitábamos un autor franco-francés. Y Julio Verne nos pareció bastante interesante, sobre todo porque en la en Comédie-Française nunca se había hecho nada de él.
V. L.- Además, también queríamos que tuviera su parte de actores. Así que fue perfecto, ya que los actores están dentro del submarino y los títeres en el mundo marino; ¡en la Comédie-Française no íbamos a hacer un espectáculo solo de marionetas!
Mr. P.- ¿Desde entonces se han presentado otros espectáculos de teatro de objetos en la Comédie?
V. L.- En el espectáculo Sans Famille hay una marioneta que también fue creada por Carole Allemand, la otra artista plástica con la que trabajo, pero…
C. H.- Sí, es cierto, es una marioneta, pero no es realmente teatro de objetos… También hubo también un Faust de Valentine Losseau et Raphaël Navarro donde se aunaba la magia y el arte de la marioneta.
Mr. P.- ¿Era la primera vez que un texto de Julio Verne entraba en el repertorio [1] de la Comédie?
C. H.- Bueno, 20.000 leguas de viaje submarino no ha entrado en el repertorio, ya que solo lo hacen las piezas que se interpretan en la sala Richelieu, y esta se creó en el Théâtre du Vieux-Colombier, que es la segunda sala (en la Comédie-Française hay tres salas en total).
V. L.- Pero sí es la primera vez que se hace algo de Julio Verne. Escribió obras de teatro, pero según parece, no son muy buenas.
Mr. P.- ¿Cómo han trabajado con los actores para que hayan llegado a convertirse en magníficos manipuladores de marionetas y hayan aprendido el arte del teatro de objetos?
C. H.- Cuando le presentamos nuestro proyecto a Éric Ruf [2], la condición que nos puso (que también nos pareció muy interesante) fue que no contáramos con manipuladores profesionales. El objetivo era transmitir el arte de la manipulación a los actores de la compañía y por eso, cuando pensamos en el reparto, les hicimos una pregunta obligada a los intérpretes: “¿Te interesa aprender esta técnica?» En general, los actores y actrices de la Comédie-Française tienen la suficiente inquietud como para querer aprender otras técnicas escénicas además de la que ya conocen.
V. L.- Primero ensayamos manipulando marionetas durante una semana. Hay un manipulador de Les Guignols de l’info [3] que estuvo con nosotros, Samia Ghali. Además, Christian había trabajado mucho los títeres con Philippe Genty.
C. H.- Y luego, como era nuestra primera puesta en escena en la Comédie-Française, nos sentimos más cómodos con una técnica que nadie conocía.
Mr. P.- El espectáculo es un regalo para los ojos, tanto para niños como para adultos, pero está especialmente dirigido a un público joven. ¿Qué hace la Casa de Molière [4] para llamar la atención de niños y adolescentes?
V. L.- No es en absoluto un espectáculo destinado al público joven, realmente es un espectáculo para todos los públicos. Es más, decimos que es a partir de los 7 años porque suelen traer a niños demasiado pequeños, que tienen miedo, que no entienden realmente la historia. Hay muchos momentos muy, muy oscuros… Pero es mágico lo que sucede con este espectáculo: son precisamente los adultos los que salen habiendo encontrado su alma de niño, emocionados. Así que estamos contentos de que la vean los niños y los adolescentes, pero no está destinado específicamente a ellos.
C. H.- Y, por supuesto, la Comédie-Française tiene muchos espectáculos para el público joven. En paralelo a eso también hay todo un programa pedagógico. Hay formación para profesores. A menudo recibimos grupos de alumnos que vienen de visita, y siempre hay un actor de la compañía para recibirles y hablarles del trabajo de la Comédie-Française. De hecho, para la Comédie-Française los jóvenes son un público muy importante, porque es la audiencia del mañana.
Mr. P.- En España y en muchos países, el imaginario de Harry Potter y los mundos virtuales de los videojuegos han ocupado el lugar que ocupaba Julio Verne hace quizás 30 años. ¿Creen que las aventuras de Nemo a bordo del Nautilus pueden aún despertar la curiosidad del público joven? ¿Sigue vigente el texto?
V. L.- Hemos comprobado que sí, que estas aventuras siguen haciendo soñar a la gente. Y eso es lo genial de Julio Verne, que esos inventos, esas aventuras, ese viaje desde el mundo terrestre para meterse en un submarino, creo que se quedarán hasta el fin de los tiempos. Es como ir al espacio. Y luego también tratamos de evitar las proyecciones en el montaje precisamente para huir de ese mundo virtual. Es muy bonito comprobar que los adolescentes ven el espectáculo y realmente no entienden cómo funcionan las marionetas y se asombran por cómo un títere flota por sí solo. Igual que a veces intentan saber cómo, por ejemplo, nada el personaje del salvaje, si tiene una máquina para hacerlo flotar… Cuando realmente todo es muy artesanal y sencillo.
C. H.- Y luego, además, lo bueno es que en las profundidades del océano todavía hay muchas incógnitas. Algunos lugares todavía son vírgenes. Las grandes profundidades aún tienen animales marinos cuya existencia desconocemos y por lo tanto todo ello permite que nuestra imaginación vuele.
Mr. P.- ¿Los jóvenes franceses leen aún a Julio Verne en los institutos?
C. H.- Aún está en el programa… Estuvo en el temario del BAC [5] el curso pasado. Así que sí, todavía leen a Julio Verne.
foto de Brigitte Enguérand
Mr. P.- Monsieur Hecq, de joven soñaba con ser físico, ¿no es cierto? ¿Fue la lectura de Julio Verne la que le despertó esa curiosidad científica?
C. H.- Sí, en gran parte, cuando era pequeño, Verne despertó mi interés por la ciencia. Me hizo soñar, porque la ciencia no era solo matemática, también era … también es sueño. Cuando hablamos de astrofísica o de relatividad, hablamos de cosas extraordinarias, y a mí todo eso me hace soñar. Cuando era joven estaba algo confundido, quería ser físico, pero más bien soñaba con la imagen del físico porque es bastante poética, el físico como personaje algo distraído, con su bata de laboratorio, su cabello despeinado…
Mr. P.- Tuve la oportunidad de ver el espectáculo gracias a la programación del canal web La Comédie continue, que nos acompañó durante el confinamiento. ¿La Comédie-Française planea continuar la retransmisión en línea de sus creaciones para llegar al público internacional y, por qué no, a las nuevas generaciones?
C. H.- Creo que la Comédie-Française tiene esa intención, y durante el confinamiento y mientras no tengamos la posibilidad de trabajar sobre el escenario, es interesante. Aún tenemos un contrato con Pathé Live [6], y hay espectáculos que se graban y se retransmiten en directo en los cines. Pero, mientras intentamos mantener este proyecto, lamentablemente, no debemos confundir el teatro filmado con el teatro en vivo. De lo contrario, dejaríamos de hacer nuestro trabajo. Y también en el teatro en vivo existe esa magia que no se puede encontrar en la pantalla. Pero este programa de teatro en los cines es mejor que nada para las personas que no pueden venir a la Comédie-Française.
Mr. P.- El espectáculo es una puerta abierta a la imaginación que no se debe dejar de cruzar. ¿En qué es universal tanto para un espectador de París como para un madrileño?
V. L.- Lo que comentamos antes, hay un componente de vuelta a la infancia, de magia visual y de historia, y eso creo que realmente es internacional. De hecho, no lo sabíamos, pero cuando vemos la reacción del público español, parece que funciona… las reacciones son las mismas. Se impresionan del mismo modo con la araña…
C. H.- En general, y esto puede sonar algo pretencioso, hacemos espectáculos universales, en ellos nunca tratamos de política, ni de temas locales… A menudo hablamos del ser humano, y ese tema atañe a todo el mundo.
V. L.- Y luego, creo que el lenguaje corporal y visual lo hacen comprensible a todos, gente de todos los ámbitos, todas las edades, todos los países. Nos gustaría saberlo, de hecho.
C. H.- En cualquier caso, esta es la primera vez que hacemos la función en un país no francófono, y nos alegra ver que nuestro trabajo también interesa a los no francófonos. Esta es la prueba de que hacemos teatro, simplemente teatro, y no únicamente teatro francés.
Mr. Pap y @nico_guau
20.000 leguas de viaje submarino, a partir de la novela de Julio Verne
Adaptación y dirección: Christian Hecq et Valérie Lesort
Creación de las marionetas: Carole Allemand, Valérie Lesort
Intérpretes: Christian Gonon, Christian Hecq, Nicolas Lormeau, Anna Cervinka, Mikaël Fau, Laurent Natrella y Cécile Brune (voz en off)
En los Teatros del Canal del 10 al 13 de diciembre de 2020
[1] El repertorio es el conjunto de obras que pueden ser representadas en la Salle Richelieu de la Comédie-Française, su escenario principal. Se calcula que a día de hoy son unas 3500. El repertorio cuenta con obras de Molière, Corneille, Racine, Dumas, Hugo… pero también de dramaturgos contemporáneos franceses y extranjeros.
[2] Éric Ruf, es un actor francés, escenógrafo (firma la escenografía y el vestuario de 20.000 leguas de viaje submarino) y director gerente de la Comédie-Française desde 2014.
[3] Programa de televisión de humor con marionetas muy popular en Francia.
[4] A la Comédie-Française también se la conoce comúnmente como la Maison de Molière (Casa de Molière), ya que se fundó en 1680 al unirse dos compañías de teatro, una de ellas la del propio Molière, fallecido ocho años antes. La Comédie-Française ha perpetuado la herencia de Molière durante más de tres siglos.
[5] Examen del estado francés equivalente a la Selectividad española, que se realiza al finalizar la Enseñanza Secundaria.
[6] Empresa cinematográfica líder en difundir los grandes eventos culturales en cines de todo el mundo.