Hay mucha vida después de los 60, y la sociedad aprecia cada vez más la contribución de las personas mayores.
Eso es lo que significa aprovechar más de la vida, no menos, cuando se envejece, tanto en el trabajo como en casa o en la comunidad.
Y eso no solo afecta a cada persona individualmente sino a la sociedad en conjunto.
Una ocasión para todos de reflexionar sobre el hecho de que los europeos viven ahora más y con más salud que nunca y de asumir las oportunidades que eso representa.
El envejecimiento activo puede dar a la generación del baby boom y a las demás personas mayores del futuro la oportunidad de: permanecer en el mercado laboral y compartir su experiencia, seguir ejerciendo un papel activo en la sociedad y vivir una vida lo más saludable y satisfactoria posible. También es fundamental mantener la solidaridad intergeneracional en sociedades en las que aumenta rápidamente el número de personas mayores.
El reto para los políticos y los que se ocupan de estas cuestiones será mejorar las oportunidades de envejecer activamente en general y de vivir independientemente, actuando en ámbitos tan distintos como el empleo, la sanidad, los servicios sociales, la formación de adultos, el voluntariado, la vivienda, los servicios informáticos o el transporte.
El aumento del número de personas mayores se percibe como una carga para las más jóvenes en activo. Sin embargo, hoy en día, vamos cumpliendo años con mejor salud que las generaciones anteriores. Y los mayores tienen unos conocimientos y unas experiencias válidos que los más jóvenes pueden aprovechar. Mantenerse activo al hacerse mayor es fundamental para abordar el reto del envejecimiento.
El envejecimiento activo significa: dar a las personas mayores la posibilidad de participar plenamente en la sociedad, fomentar sus oportunidades de empleo, permitirles contribuir activamente a través del voluntariado (por ejemplo, como cuidadores familiares), permitirles vivir con independencia adaptando la vivienda, las infraestructuras, la tecnología y el transporte.
Los compromisos pueden referirse al empleo, la participación en actividades sociales, la formación de adultos, el voluntariado, la vida independiente, el envejecimiento con salud, etc. proceder de cualquier entidad pública o privada, eliminar los obstáculos que impidan a las personas mayores seguir trabajando, incluir debates públicos de sensibilización o determinar prioridades de actuación.
Prof. José Carlos Gª Fajardo
Emérito U.C.M.