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Esclavos en el Siglo XXI

Hace unos días leí un artículo sobre la esclavitud en Sudán, publicado en esta misma revista (https://www.fronterad.com?q=node/1303)

Puede que a muchos les resultara sorprendente que todavía siga existiendo una lacra como esa, pero no a mí.

En África he empezado a conocer muchas cosas que en nuestra tranquilidad de primer mundo nos parecían erradicadas o producto de un mal sueño: la ablación, sacrificios rituales, violencia generalizada contra las mujeres (no me refiero a casos de salir en los periódicos, como en España, sino del día a día), violaciones… y las consecuencias de conflictos armados: asesinatos, violaciones otra vez, desplazamiento de poblaciones enteras, saqueos, hambrunas… y por supuesto, la esclavitud.

 

Un tuareg dirigiéndose al mercado de Gorom-Gorom

 

 

De cuestiones como la ablación, los malos tratos a mujeres, las violaciones nuestras de cada día o los sacrificios rituales me gustaría hablar más despacio, reuniendo un poco más de documentación, las fotos sobre estas cuestiones serán difíciles de conseguir para ilustrar estos artículos, pero a falta de ‘chicha’ veré de poneros bonitas fotos de paisajes (si encuentro alguno), porque bastante duro es oír lo que se puede escuchar por aquí con demasiada naturalidad. Y eso que estamos en el ‘país de los hombres íntegros’ y uno de los más tranquilos del continente.

 

En Burkina Faso existía la esclavitud legal o coutumière hasta hace poco más de 20 años en que Thomas Sankara, el anterior Presidente, la declaró fuera de la ley.

 

África son 50 países pero miles de etnias.

Algunas de ellas, nómadas, por más trazados que pinten en un mapa, siguen circulando como han hecho durante cientos o miles de años. Etnias y tribus ganaderas que no saben encontrar pintadas en el suelo las fronteras que con tanta facilidad imaginaron unos burócratas europeos hace decenios y que se resisten a dejar de hacer los caminos que sus ancestros anduvieron desde que su memoria les alcanza.

La ganadería en estas condiciones extremas necesita de esa libertad de tránsito para poder llevar a sus rebaños a encontrar el agua o los pastos que les permitan sobrevivir y, con sus ganados, sus familias.

 

En el Norte casi todos son de estas etnias, pero los funcionarios, militares, policías son casi todos moossi, etnia mayoritaria

 

 

No me conozco los nombres de todas las etnias, pero las más importantes entre las que hay aquí, sobre todo en el norte, en la zona del Sahel, están los Peulhs, Tuaregs y Bellas (casi todos las personas que aparecen retratadas en la ‘Galería’ de Javier Navas son de estas etnias)

Todas ellas son nómadas y ganaderas, es su característica común, y viven en el Sahel o el Sáhara, sin distinguir si se trata de Malí, Burkina, Níger, Argelia, Libia o qué otro país.

Pero tienen sus especificidades, por ejemplo, los Tuaregs se han dedicado tradicionalmente a las caravanas comerciales. Tanto en el sentido de organizarlas como en el sentido de atacarlas para robarlas. Tradiciones familiares.

Los Peulhs suelen llevar un bastón de madera acabado en bola para atacar o defenderse, mientras que los Tuaregs llevan espada al cinto. De los Bellas no sé. Todo esto lo he podido ver personalmente en los mercados del norte de Burkina.

Los Bellas tienen, o tenían, una peculiaridad: eran esclavos de los Tuaregs.

Toda una etnia esclava de otra, desde siempre. No esclavos capturados en una guerra o una razzia, no, esclavos de nacimiento.

Esto ha sido así durante cientos de años, pero ha cambiado.

El primero que puso las condiciones para ello fue Sankara, pero se le escapaba el control efectivo sobre la situación, con la infinidad de problemas que atacaron su gobierno hasta su asesinato. Controlar bastas zonas de territorio semidesértico puede ser muy difícil en determinados momentos de un nuevo régimen acosado desde dentro y desde fuera.

 

Las mujeres con tocados y cuentas más coloristas suelen ser Bellas (aunque a mí me parecen todas muy hermosas)

 


¿Cómo ha cambiado la situación?

Los procesos de independencia diseñados en despachos europeos llevaron a los Tuaregs a enfrentamientos sucesivos contra los gobiernos de Malí, sobre todo.

Levantamientos en 1963, 1973 y más intensamente la guerra de 1990-1996 (¿a alguien le suena?) entre los gobiernos de Malí y Níger y los Tuaregs, con miles de muertos, llevó a modificar la situación de éstos y de los Bellas, sus esclavos.

Pasados unos primeros momentos en que los Tuaregs parecía que podían enfrentar las bien pertrechadas fuerzas gubernamentales, se produjo su derrota y atisbos de exterminio lo que llevó a los Tuaregs a diseminarse aún más buscando refugio en los desiertos de Argelia, Níger o Burkina Faso. Diáspora que llevó a muchos jóvenes a los campamentos de entrenamiento militar de Libia, interesada en alimentar esa situación.

Así que los Tuaregs huyeron y dejaron tras de sí casi todas sus pertenencias, incluyendo a sus esclavos.

No hay mal que por bien no venga.

 

 

Hay una novela romántica que tiene como telón de fondo la guerra contra los tuaregs (Harmattan, María J. Rivera, Alianza Editorial, Madrid, 2009), por si alguien se anima. Es mejor que lo mío.

 

NOTICIAS

 

No es un balón para cada niño, no, es uno para todos y todos para uno. Lo mismo es que el regalo lleva mensaje literario, en francés se dice casi igual mosquito que mosquetero


 

Como esta entrada, oportunista por lo del artículo de marras sobre la esclavitud, me ha quedado muy sosa os ‘calzo’ un artículo a doble página central color de un diario local (ya escribiré sobre la prensa, que es sabrosa).

En él puede verse a la esposa del ex embajador de los EEUU de visita en una escuela local llevando, generosa, un balón de fútbol (1).

Están que lo tiran con esto de la crisis.

Supongo que salvar a todos los Lehman Brothers y cia (no sé si publicaron algún disco, a mí me gustaban los Flying Burrito Brothers) les habrá dejado sin cash para los negritos. Además con eso de que hayan dejado sentarse a uno a la cabeza del mundo pensarán que es más que suficiente. En el artículo, a requerimientos del periodista dice que tiene que pensar despacio (no se compromete a un segundo balón) alguna posible contribución a la escuela.

Para mí que ha sido una apuesta en su club de bridge o de golf de New Hampshire o de donde coño sea, ‘¿qué os apostáis a que me sacan a todo color en la prensa si les llevo un balón de fútbol?’, ‘¡ok, una ronda de ginfizz para todas…!’

 

 

RECTIFICACIÓN

 

¡Perdón! lo mío es de mea culpa y no echar gota

 


 

Ya sé que rectificar es de sabios, pero lo mío es de tontos.

Hace unos posts (Obras son amores; https://www.fronterad.com?q=node/1097) os comenté irónico y mordaz que en mi pueblo estaban construyendo una estación de autobuses con un arco de entrada por el que no podían pasar los autobuses y que tendrían que acabar tirando…

Bueno, pues me colé.

Me las doy de tío listo y me temo que puedo andar a la caza del chascarrillo para lucirme en el blog más que de escribir con un poco de rigor, así que a partir de ahora andaré con más cuidado.

Ésa, la de la foto, es la entrada de público: a pie, en bici, moto, coche… y hay otras dos entradas (mejor dicho una entrada y una salida) para los autocares, sin arcos con los que chocarse.

Pido disculpas a todo el mundo, primero al tercero y luego al primero.

 

 

GALERÍA DE RETRATOS DE JAVIER NAVAS


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