Impulsar proyectos periodísticos como Frontera D , donde decenas de colaboradores, de todas partes del mundo, arriman el hombro para realizar un trabajo de calidad gracias al fruto de sus experiencias, de sus preocupaciones y de las percepciones de diferentes realidades, contadas desde la honestidad y la cercanía. Ayudar a la consecución de investigaciones como las del crowdfunding realizada por la periodista Nazaret Castro en América Latina, que después de haber estado este verano en Colombia visitará Chile en el mes de octubre y que dará a luz interesantes reportajes que serán compartidos entre todos los cofinanciadores del proyecto, después de haber obtenido 4.800 euros a principios de verano para poder llevar a cabo su investigación.
Apoyar la pasión por el teatro, el trabajo de actores y actrices como el de Carmen, de salas y organizaciones de teatro en webs que, como Hoy en la City, ofrecen numerosas críticas teatrales de la comunidad madrileña. También animar a todos los jóvenes emprendedores que pretenden salir del paro, unos que se plantean si quedarse o seguir y otros que ya decidieron hace tiempo volar a otro país, alejados del microclima de impotencia que se cierne sobre esta ‘contradicha’ España. Ofrecer ayuda a todos los autónomos y freelancers, jóvenes y no tan jóvenes, cuya lucha diaria tiene una dirección contracorriente a la palabra de moda ‘crisis‘, que retumba cada día en los telediarios como un tan-tán machacón que lo único que pretende es hundir en la miseria la psique de todos aquellos que no tienen adónde asirse, pero que tienen que lidiar con un IVA del 21% y con las estrategias que la economía sumergida pudieran proporcionarles.
¿Qué hay de aquellos inmigrantes que, como Diana, una amiga, tuvieron que volver a Perú porque después de varios años de intentos, le fue imposible un asentamiento más prolongado en Madrid? ¿Qué hay de los cientos de jóvenes investigadores que trabajan de lo que les salga porque en España los recortes se llevaron el I+D? Cuando se convierte en algo habitual entre conocidos un ‘estoy en paro‘ o ‘acabo de ser despedido’. Da igual la profesión cuando afecta a todos los sectores, hay que salir adelante como sea, mientras en la tele anuncian guerra en Siria y locura en Egipto, a los españoles nos toca luchar contra nosotros mismos, como aquel reciente post de Ramón Lobo titulado Where are you going to bomb, Míster Obama?
Foto realizada por la autora de este blog. Azotea en Móstoles
Echarnos una mano entre todos cuando la necesidad aprieta, cuando las luces parecen apagarse, resulta más necesario que nunca hoy en España. Titulaciones, másteres y universidades tienen poco que hacer si el mercado laboral no acompaña y el Gobierno, en lugar de incentivar las ayudas, sigue recortando presupuestos, hoy publican una buena iniciativa de que la Universidad busca padrinos para ayudar a estudiantes sin dinero. Lamentaciones y quejas tampoco ayudan y desviación de la atención pública a USBs perdidos y Bárcenas que echa espuma rajoniana por la boca, tampoco sirve de nada.
El esfuerzo siempre fue de todos, no sólo de políticos corruptos, y el esfuerzo seguirá siendo de todos. España ha demostrado con el tiempo ser un pueblo trabajador que puede salir adelante, con una solidaridad infinita, como la ayuda de cientos de personas a la hora de remangarse y ayudar en la noche del 24 de julio y a lo largo del 25 de julio a causa del accidente de tren en Santiago. España saldrá adelante porque tiene mucho por lo que seguir luchando, forma parte de la vida, forma parte de la historia de los pueblos, forma parte del propio instinto de supervivencia.