España invierte en protección social una cantidad equivalente al 25,4% del PIB. Es el dato que hacía público Eurostat en los últimos días de 2016 y corresponde a 2014. Esta cifra es levemente más elevada que la de 2011, cuando el gasto social era de un 25,3% del PIB. Pero, en todo caso, es inferior a la media europea, que en 2014 era del 28,7% y en 2011, del 28,3%. Como el incremento que se ha producido en estos últimos años en la media comunitaria ha sido mayor que en nuestro país, el diferencial que presenta España respecto al promedio de la Unión Europea se ha incrementado recientemente.
Si tomamos una perspectiva más amplia, este último fenómeno, la ampliación de la brecha con Europa, parece que es algo reciente y que interrumpe la senda previa de progresiva convergencia en protección social con el resto de los socios comunitarios.
En 2003, el primer año del que aparecen registros en Eurostat, España gastaba el equivalente al 19,8% del PIB en protección social, mientras que la media de los actuales países del euro invertían el 26,7%. En 2008, la media de los Estados de la moneda única había caído hasta el 26,5%, mientras en que España ese porcentaje había aumentado hasta el 21,4%. En 2013, el año en que marcó máximos este indicador para nuestro país, se había incrementado hasta el 25,8%, frente al porcentaje del 29,7% de los países del euro y del 28,9% del conjunto de la UE. En 2014, en España ha bajado hasta el 25,4%, en la UE se ha colocado en el 28,7% y en la zona euro, en el 29,7%.
El periodo analizado comienza con una diferencia de gasto entre los países del euro y España del siete puntos y acaba con una distancia con la zona euro de cerca de cuatro puntos y de tres puntos con la UE. El diferencial se ha estrechado, es verdad, pero fue un trabajo que fundamentalmente se realizó entre 2003 y 2010, dado que desde 2010 la inversión de España en protección social no se ha despegado demasiado del 25% del PIB, mientras que entre 2003 y 2010 saltó más de cinco puntos. En ese periodo, en la media de los países del euro avanzó menos de tres puntos.
En todo caso, España siguió en 2014 por debajo de la media comunitaria y por debajo también de países como Grecia y Portugal, por ejemplo. Y muy lejos de los países líderes, Francia y Dinamarca, por ese orden, cuya inversión en protección social se acerca al 35% del PIB, o de Finlandia y Holanda, en los que supera el 30%.
Más allá de porcentajes sobre el PIB, para tener una fotografía más aproximada del esfuerzo social de cada país, es necesario conocer a cuánto asciende el presupuesto por habitante. En esta rúbrica, el último dato disponible corresponde al año 2013. Entonces, en España se invertían 4.773,69 euros per cápita, muy por debajo de los 6.849,98 euros en que de media se gasta en la Unión Europea y aún más lejos de los 7.662,95 euros de los países del euro.
¿Cómo han evolucionado estas cifras en los últimos años? En 2003, en España se destinaban a protección social 4.036,42 euros por habitante, para superar los 5.000 euros y rozar los 5.200 en 2009. A partir de ese momento, la inversión no ha dejado de caer, al menos, hasta 2013, alejándose de la cota de los 5.000 euros.
En los países del euro se partía en 2003 de los 6.752,71 euros por persona, para llegar, sin ni un solo retroceso, a los 7.698,13 euros en 2010. Cayó dos años, hasta los 7.615,28 euros en 2012, para volver a incrementarse en 2013 y situarse en los 7.662 euros.
Datos para el conjunto de la Unión Europea (para los 28) sólo hay a partir de 2005. En esa fecha, la inversión per cápita era de 6.128,72 euros. Marcó máximos rozando los 6.900 euros en 2010, bajó levemente durante dos años y en 2013 volvía a recuperarse, para marcar prácticamente el mismo nivel de 2010.
Como en términos de PIB, España hizo esfuerzos por converger hasta 2009-2010, pero desde entonces ha abandonado la tarea y en datos per cápita es aún más patente.
En paridad de poder adquisitivo, la inversión en protección social per cápita España sale mejor: partía 2003 con una inversión per cápita de 4.303,96 euros, superaba los 5.000 euros en 2007 y los 6.000 euros en 2013, pera seguir creciendo en 2014, año para el que sí se dispone de datos en paridad de poder de compra, hasta los 6.120 euros. Pero esta cifra aún se encontraría muy distante de la media comunitaria: en la Europa a 28 supera los 7.900 euros per cápita y en los países del euro, de media, ronda los 8.800 euros.
En la media de países del euro, la inversión social habría aumentado en más de 2.500 euros a partir de 2003, desde los 6.225 euros hasta los actuales 8.800, mientras que en España la mejora no ha llegado a los 2.000 euros, al pasar de los 4.300 a los 6.100, y ésta se habría concentrado hasta 2010-2011, que fue cuando rozó los 6.000 euros.
¿Cómo se gasta el presupuesto en protección social? De media, en la Unión Europa, el 45,9% se lo lleva la protección a la vejez. La segunda rúbrica más importante es la sanidad y la dependencia, con un 36,5%. En tercer lugar, pero muy lejos, se encuentra la protección a la familia y a la infancia, con un 8,5%. Un 5,1% del presupuesto social corresponde a la protección frente al desempleo y apenas un 4% se destina a vivienda y exclusión social.
¿Es muy diferente la fotografía del presupuesto social español? La protección a la vejez es superior en España que en la media comunitaria, al rozar el 50%. Y también es más elevada la protección al desempleo, con un 10,8%, lo que se explica porque la tasa de paro en España es casi del doble de la media europea. A cambio, la protección contra la enfermedad y la dependencia es más baja, al situarse en el 33,4%. Y también es más reducida en las políticas de familia e infancia (5,3% del total del gasto en protección social), así como en vivienda y exclusión social, donde apenas alcanza el 1,4%.
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