Louise Bourgeois, la provocadora artista francesa afincada en Nueva York, y que se mantuvo activa hasta cuatro días antes de su muerte, con 99 años, en el año 2010, volverá a dar qué pensar gracias a la muestra de su trabajo que se presenta en el Haus der Kunst. Como señalan los responsables de la web de este museo de Múnich, “entre las obras escultóricas más innovadoras y desafiantes en su extensa obra destacan las celdas, una serie de espacios arquitectónicos que durante cerca de veinte años fueron motivo de indagación para ella”. Las celdas representan diferentes tipos de dolor: el físico, el emocional y el psicológico, además del mental y el intelectual. ¿Cuándo el emocional se vuelve físico? ¿Cuándo el dolor físico se vuelve emocional? Es un círculo que no deja de dar vueltas. Cada celda se relaciona con el placer del voyeur, del observador, la excitación de ver o de ser visto, en palabras de la propia Bourgeois, siempre tratando de interpelar, de incomodar, al espectador que se atreve a asomarse a su arte.