Hay que leer el título con entonación francesa, “e vualá, lebolá”, es como un juego de tonos, que no de tronos. Pero sin gracia.
Esto del Ébola me tiene cogido el cuerpo, no me refiero a que lo haya pillado físicamente sino a que me ha invadido e infectado el espíritu.
Algunos no amigos me decían que mi afición (nunca fui adicto a nada salvo a los amigos y las amantes) a las drogas me convirtieron en paranoico.
Yo lo negaba para mis adentros porque sabía que ya era paranoico desde pequeñito, que siempre tuve dudas de si no sería el hijo pequeño de Dios y en algún momento se me revelaría todo.
Aunque no acababa de ver claro lo de la profesión de mi padre putativo, porque pasar de carpintero a propietario de una academia de formación no sé si me daba puntos o me los quitaba…
Fueron pasando los años y no me acabó de llegar la revelación del Padre y a partir de los 40 dejé de creer en ello y empecé a jugar sistemáticamente a la lotería. Puestos a soñar, que hubiera alguna posibilidad, por pequeña que fuera.
Pues con esto del Ébola me pasa eso: no sé cuál es la realidad, ¿la que cuentan? ¿hay mucho más detrás que nos ocultan?
No me quito de la cabeza las teorías conspiratorias, sean las que sean, todas me dejan con la mosca detrás de la oreja (es una forma de hablar, que en Burkina Faso las tienes, las moscas, en esta época, por todas partes).
Se ha desatado una locura colectiva con el miedo a la propagación y mortandad del Ébola.
Pero, ¿de qué estamos hablando?
De menos de 2.500 muertos en toda África sobre unos 5.000 casos después de más de 6 meses de propagación.
¡¡¡2.500 muertos!!!
¡Nos hemos vuelto locos ¿o qué?!
Yo sé que esto es debido al pánico que provoca en el primer mundo la posibilidad de la propagación, tipo guerra bacteriológica, de un virus que no tiene, hoy por hoy, tratamiento conocido.
Y que, además, eso vende mucho en los medios occidentales. Portada de todos los periódicos y noticiarios.
Todo el mundo habla de los muertos por el Ébola y les importa un comino el resto de los muertos, los de todos los días.
Y estos últimos años 2013-2014 han aumentado considerablemente.
En África subsahariana mueren al año más de 4.000.000 de niños (¡¡¡CUATRO MILLONES!!!) debido a enfermedades perfectamente tratables como: diarrea, malaria, malnutrición, enfermedades respiratorias…
Pero esas cuestiones no nos afectan a los del primer mundo, ya sería raro que nos fuéramos al otro barrio por eso.
Pero el Ébola…, ¡Jesucristo de mi vida!, nos acojona.
Hace pocos meses incluso recibí una comunicación de la Embajada de España con una nota del Ministerio de Sanidad diciéndonos a toda la colonia española de Costa de Marfil, Liberia, Sierra Leona, Guinea Conakry, Nigeria y Burkina Faso que siguiendo unas precauciones lógicas y mínimas no teníamos por qué preocuparnos.
Pero aquí, en Burkina Faso, son unos irresponsables, verdaderos incendiarios.
Han empezado a hacer campañas de sensibilización que en realidad son campañas de alarma social.
La cuestión es conseguir pasta de la ONU, UE, otros países, y hacen cosas tan chuscas como dedicar el dinero a poner unos botes de jabón líquido y toma de la temperatura a los pasajeros que llegan en avión al aeropuerto. Cuando llegué, de París, nos obligaron a lavarnos las manos y nos tomaron la temperatura del oído (no funcionaba el termómetro), ¡¡¡ y veníamos de Europa !!! Pero en las estaciones de autobuses, que es por donde podría venir alguien contagiado no se hace. Es todo de cara a la galería
Ya no sé si es con la intención de conseguir fondos de organismos internacionales y de paso que la mayor parte de ese dinero se quede en el bolsillo de los muchos corruptos que habitan en la política local (como en España) o es simplemente estupidez e irresponsabilidad.
El daño es el mismo.
En Burkina Faso NO HA HABIDO UN SOLO CASO DE ÉBOLA, pero ellos mismos tiran piedras contra su propio tejado.
Uno de los carteles que han puesto por todas partes. Está en francés, que sólo entiende el 24% de la población, pero mejor así que no les hagan la picha un lío a la gente con estas tontunas. La representante de la OMS aclara que no hay ni un solo caso de ébola en Burkina Faso, pero siguen perdiendo el tiempo y el dinero
La semana pasada me invitaron a una sesión informativa sobre el ébola, con las principales autoridades de la región, Gobernador y otros.
No pude contenerme.
En el turno de preguntas les dije de todo, menos guapos, y que era un disparate perder el tiempo y el dinero con el ébola cuando tantas otras enfermedades ‘tratables’ mataban a mucha más gente en Burkina Faso.
Les di datos que busqué en internet sobre mortalidad:
Más de 220.000 muertos/año por desnutrición, neumopatías, diarreas, rubeola, noma…
Más de 9.500 muertos/año, tuberculosis
Más de 35.000 muertos/año, malaria
Les hizo mucha gracia mi intervención apasionada, que no sirvió para nada, salvo para que me contestaran el primero, saltándose el orden de respuestas, tanto el Gobernador como el Director Regional de Sanidad.
Y el público me aplaudió pero, pasado eso, todo siguió el guión habitual: ¿qué hay de lo mío?
Todos los representantes de diferentes ONGs y asociaciones locales preguntando con qué medios contaban, que les iban a dar, cuánta pasta, para que ellos también hicieran sensibilización.
Al finalizar el acto había bebida y comida para todos los asistentes y supongo que algo de dinero para algunos por asistir y por supuesto para los periodistas. Que aquí la prensa es completamente libre.
Libre de venir a los actos o no y de publicar lo que les parezca más noticiable en función del dinero que les das.
A nosotros, mi mujer y yo, nos invitaron a comer al despacho del Director Regional de Sanidad, con el Gobernador y los cuatro Altos Comisarios de las cuatro provincias que componen la Region du Nord.
Un detallito porque la comida es bastante mejor y hay cocacolas y fantas.
El caso es gastar para nada.
Y si fuera que les sobrara, pero este es un país mísero, el 4-5º por la cola y todo esto es dinero tirado.
Ayer me invitaron a otra jornada sobre el ébola organizada por las OSC, que quiere decir Organizaciones de la Sociedad Civil.
Esto es las Asociaciones y ONGs locales que supongo querrán ponerse de acuerdo por ver cómo presionan conjuntamente para que les den su parte de la pasta.
Hay mucha gente en Burkina que vive de estas pequeñas rapiñas.
Pero me negué a ir por dos poderosas razones:
La primera porque era a las 3 de la tarde y a esa hora yo suelo dormir la siesta y la 2ª razón ya no me acuerdo, pero basta con la primera.
Así que en esas estamos, han cancelado alguna reunión internacional en la capital, así como las dos ferias más importantes que se iban a celebrar este otoño:
SIAO, de artesanía, y SITHO, de turismo.
Una cumbre de países africanos que se suspendió en Ouagadougou. El responsable del SIAO, feria de artesanía africana, quejándose de que la decisión del Gobierno de posponer la feria les va a suponer muchas pérdidas (con seguridad que no se han gastado esos 85 MM, pero habrán aprovechado para hinchar un poco los perros)
Y como esto siga así se cancelará el Festival de Cine Africano, FESPACO, del año que viene.
Esto ya me toca más directamente las narices, porque nosotros organizamos, dos semanas después que a la capital, una versión reducida con las películas premiadas, en la ciudad donde tengo montado un centro cultural.
Así que, finalmente, lo peor van a ser las consecuencias económicas más que la pérdida de vidas humanas. Con todo mi respeto por cualquiera de ellas, que todos somos iguales.
Incluso por el Toro de la Vega, de Tordesillas o de dónde sea originario, que eso sí que moviliza y sensibiliza a la gente.
GALERÍA DE RETRATOS DE LA BIBLIOTECA OLVIDO