En 1946 Eduardo de Filippo, actor y director de teatro napolitano, presentaba Filomena Marturano, una de sus obras más significativas y emblema melancólico del sur de Italia de aquellos años. Luego representada bajo el dramatismo tragicómico de Marcello Mastroianni y Sophia Loren o bajo el vigoroso fatalismo napolitano de Mariangela Melato y Massimo Ranieri, ha sido desde siempre una obra fascinante por enseñar los más recónditos sentimientos humanos con sinceridad desarmante y conmovedora. Y si existe alguna cultura capaz de apropiarse de esa misma visión del escritor napolitano esa cultura es la cultura caribeña, que comparte con la del sur de Italia el mismo estereotipo de gente gritona, pasional y perversa en su tragicómica visión del mundo. La directora Leyma López decide por lo tanto representar una versión caribeña del drama, gracias a la traducción de Robert Federico que a partir del dialecto napolitano vuelve a escribir el texto en un caribeño rico de coloquialismos excéntricos.
Cuándo: Hasta el 23 de agosto
Dónde: Repertorio Español, Nueva York
