Hace varios años, en el lugar donde vivo, a cincuenta y cinco quilómetros y medio de Madrid, empezaron a aparecer banderas de España alzadas por mástiles. Ayer decidí salir a hacer una crónica de proximidad.
Llamé a mi amigo Adrián para que hiciera las fotos, fotografías de las decenas de banderas y mástiles que pueblan el lugar donde vivimos.
Cogimos las bicis (este tipo de crónicas locales siempre se hacen en bicicleta debido al extenso trazado urbano del lugar que habitamos) y salimos a buscarlas, altas, ondeando al viento.
Vimos dos subiendo por una calle: Adri hizo las 2 fotos.
Escuchamos el correr del viento fuera de las calles, más lejos, donde los árboles y los tallos, donde desaparecerían las casas, las puertas.
Nos adentramos por los caminos de tierra y piedras, ríos negros de hormigas cruzaban hasta su hormiguero, arrastrando trozos de escarabajos muertos, pisados.
Habían florecido decenas de tallos partiendo del suelo.
Vimos veinte: Adri hizo 20 fotografías.
Incluí 10 aquí.
No sabíamos ningún nombre.
Al final, a una de ellas, sostenida y alta, le preguntamos cómo se llamaba.
— Soy una lomelosia stellata y me suelen llamar botón de soldado o farolito.
— Nosotros Adrián y Jesús, encantados.
— ¿Por qué os agacháis?
— Pa verte mejor.
— Anda…
Acompañé a mi amigo a casa.
De vuelta, cuesta abajo y acelerando, vi las banderas de lado, girando la cabeza.
Los tallos y los mástiles salían, en general, de los laterales.
Bandera
Bandera
Sin nombre 1
Sin nombre 2
Sin nombre 3
Sin nombre 4
Sin nombre 5
Sin nombre 6
Sin nombre 7
Sin nombre 8
Sin nombre 9
Lomelosia stellata
Farolito
Así, el concepto de belleza, comprende toda la belleza no realizada todavía; el concepto de libertad, toda la libertad no alcanzada todavía.
El hombre unidimensional (1964), Herbert Marcuse