voy a Gniezno, el corazón de Polonia, donde empezó el país en el siglo X, aquí llegó Lech (el hermano de Czech y Rus) e inició el hogar junto a las águilas
hay una catedral imponente
abandono el sitio y busco para comer, ojo periférico, de afueras, deseo
encontramos el mejor restaurante, entro, una anciana de casi ciento once años me saluda, toma un café, sonríe, la que atiende es poco bella (en comparación con la gran mayoría de las camareras del centro, guapas), dos estufas de gasolina, una hija y su madre comen en silencio, no hay música ni ambientadores, ni baño, solo un grifo y jabón, pido sopa y un trozo de pollo, platos de plástico, cuchara
sillas (no sé cómo describir las sillas, tienen ropa, las sillas están vestidas con ropa)
estoy contento de haberte encontrado
xq me atraen estos lugares…
xq son lugares donde la forma se rompe o al menos la forma no es la dominante: la sensación e intuición de que puede haber otras formas…
que no hay que mantener la forma, o que…
formas estables, impuestas, elegantes, agradables, aburridas, graciosas, formadas.
de.
y de postre saco una naranja grande de la mochila y ofrezco a la anciana un gajo, ella acepta y nos acercamos
pienso: fuera de este lugar: se debe guardar, mantenerla
aquí otras, también
entonces…
me despido de la mujer y de todos
doy vueltas
las doy xq debo esperar una hora al tren de regreso, y busco de nuevo con los ojos
y en vez del camino de farolas, el de charcos y penumbra
llego a una vía que parece abandonada, llena de maleza al final o al inicio, y de repente (como si esto nunca fuera posible), vagones y vagones se acercan lentamente, mercancías que acaban el recorrido
imagen inolvidable
vendrán de Estambul o del corazón
vuelvo a casa en un tren totalmente formado o formalizado, sé incluso a qué hora del futuro llegará a la estación
dice: Poznań Wschód – 17:72
vale
¿pero dónde está nuestro paraíso?