La exposición Larry Fink – Tough Cookie (que se podría traducir, forzando algo la suerte y la imaginación, tal vez como “alguien duro de roer”, porque “galleta indigesta” sería demasiado creativo). Copias tempranas de la colección de Gerd Sander, es un homenaje al fotógrafo estadounidense, fallecido en noviembre de 2023 a la edad de 82 años. La presentación se centra en su serie de retratos de los agraciados de la sociedad neoyorquina (¿Social Graces?) en los espacios más rutilantes de Manhattan, cuando el mundo era otro, y con las que el neoyorquino alcanzó fama internacional. Como recuerda la galería alemana que ahora le recuerda, “esta serie fue creada en la década de 1970, se exhibió por primera vez en el Museo de Arte Moderno de Nueva York en 1979 y se publicó en forma de libro en 1984. En los años 70 también comenzó la colaboración del fotógrafo con Gerd Sander, que entonces trabajaba como propietario de una galería en Nueva York. Todos los grabados antiguos presentados en la exposición actual provienen de este período inicial de una colaboración amistosa de dos décadas. Formalmente, el grupo de trabajo Social Graces impresiona inicialmente por el poder visual de sus imágenes individuales: encuadradas en marcos estrechos, tomadas desde ángulos inusuales y utilizando un flash portátil separado de la cámara, los sujetos retratados aparecen a menudo aislados de su entorno. A veces, el fotógrafo llama sin piedad la atención del espectador hacia detalles pequeños pero reveladores: manos arrugadas, labios fruncidos, escotes profundos. Esto crea imágenes extremadamente condensadas y cargadas de emociones. Pero el impacto real y duradero de la serie proviene de su concepción: sus retratos de la clase alta adinerada de Nueva York, que fueron tomados en los clubes más populares de la ciudad en ese momento, como Studio 54, así como en inauguraciones de exposiciones y galas benéficas en el MoMA o en bailes de debutantes, confrontó a Fink con imágenes de sus vecinos en la zona rural de Martins Creek, Pensilvania. Aquí, a unos 140 kilómetros al oeste de la ciudad de Nueva York, él y su esposa habían adquirido una granja. Las imágenes de la pobre vida doméstica de la familia Sabatine, tomadas en fiestas de cumpleaños infantiles, fiestas de graduación y otras festividades, dan testimonio de una existencia sencilla y privada, pero al mismo tiempo transmiten una vivacidad, a veces caótica, y una calidez familiar que contrasta marcadamente con el esnobismo y la genial extravagancia de los privilegiados habitantes de Manhattan. El fuerte sentido de justicia social de Larry Fink estuvo influenciado en gran medida por sus padres intelectuales de izquierda: su madre fue una activista contra la energía nuclear y más tarde con los Panteras Negras. Una mentora importante fue la fotógrafa Lisette Model, de quien Larry Fink recibió formación (aunque breve) y cuyas imágenes socialmente críticas agudizaron aún más su visión de las desigualdades sociales”. Fotografías que estremecen y que nos recuerdan nuestra mortalidad, nos hacen tomar conciencia, e inmortalizan lo que sabemos que es perecedero.
Dónde: Galería Julian Sander, Colonia, Alemania
Cuándo: Hasta el 30 de noviembre
