Joyce en China. La primera edición de la novela de James Joyce Finnegans Wake publicada en la China continental ha conseguido unas ventas destacables considerando que no se trata precisamente de un texto fácil. La primera tirada, de unos ocho mil ejemplares y en las librerías desde diciembre, ya se ha agotado. Mientras que algunos críticos chinos han sido diplomáticos comentando que “deberíamos estar agradecidos a Joyce por haber creado un texto tan rico”, otros se han mostrado menos ecuánimes con el viejo irlandés. Un profesor de una universidad de Shanghai, con una sinceridad encomiable, ha declarado que “Joyce tuvo que haber estado muy enfermo mentalmente para escribir algo parecido”. Alguien debería enviarle a este sincero profesor los discursos de los portavoces parlamentarios de los partidos políticos españoles. A ver qué opina. Aunque –también es cierto- ya estará acostumbrado a escuchar los de los miembros del Politburó chino.
*
Moralidad. Un capitán de marines habla en The Washington Post sobre su experiencia en las guerras de Iraq y Afganistán: “When I joined the Marine Corps, I knew I would kill people. I was trained to do it in a number of ways, from pulling a trigger to ordering a bomb strike to beating someone to death with a rock. As I got closer to deploying to war in 2009, my lethal abilities were refined, but my ethical understanding of killing was not.
“I held two seemingly contradictory beliefs: Killing is always wrong, but in war, it is necessary. How could something be both immoral and necessary?”.
“I didn’t have time to resolve this question before deploying. And in the first few months, I fell right into killing without thinking twice. We were simply too busy to worry about the morality of what we were doing”.
*
Contagio alemán. En 1901 el joven Stefan Zweig llega a Berlín para continuar sus estudios universitarios. Por aquel entonces, la ciudad alemana trataba de consolidar un estatus destacado dentro del orbe de ciudades europeas, aprovechando que se había convertido en lugar de residencia el emperador Guillermo de Prusia. Al reclamo de la corte imperial, cada vez más industriales se instalaban en las orillas del río Spree atraídos por la posibilidad de maniobrar convenientemente en el enjambre cortesano para favorecer sus negocios. Zweig se da pronto cuenta de que, comparada con Viena –ciudad en la que había comenzado sus estudios de Filosofía- Berlín era algo parecido a un erial cultural, con más futuro que presente. En unos años terminaría convirtiéndose en una vibrante ciudad cosmopolita, pero en aquel inicio de siglo aún no pasaba de ser una ciudad provinciana con aspiraciones. Contaba además, en su opinión, con otra desventaja: el carácter de sus habitantes, representado por la patrona que le alquilaba su cuarto de estudiante. Zweig lo cuenta así en su libro de memorias El mundo de ayer. Memorias de un europeo (Acantilado, 2001): “[…] el rasgo para mí más característico era el contraste entre las patronas de Viena y las de Berlín. La vienesa era una mujer alegre, parlanchina, que no lo tenía todo limpio e inmaculado, que olvidaba, atolondrada, ora esto ora aquello, pero siempre estaba dispuesta a hacer cualquier favor con entusiasmo. La berlinesa era correcta y lo tenía todo pulcro y aseado, pero en la primera cuenta del mes encontré escrito con una letra impecable, perpendicular, hasta el más pequeño servicio que se me había prestado: 3 pfennings por coser el botón de unos pantalones, 20 por quitar una mancha de tinta de la mesa, y así hasta el final de la lista, donde, bajo una raya trazada enérgicamente, la suma de todos los esfuerzos ascendía a 67 pfennings. Al principio me reía de estas cosas, pero lo más curioso es que, al cabo de pocos días, yo mismo sucumbí a ese penoso sentido del orden prusiano y por primera y última vez en mi vida llevé mi contabilidad en una meticulosa agenda de gastos”.
*
Cielo. En La Vanguardia entrevistan a un niño estadounidense –de Imperial, un pueblo de Nebraska- que dice haber estado en el cielo. Ocurrió hace años, mientras le sometían a una operación quirúrgica. El padre de la criatura es pastor de la iglesia local y su madre colabora en las tareas de la parroquia. Ambos progenitores han recogido en un libro la experiencia celestial de la criatura y están de gira promocional por la periferia del Imperio.
Entrevistador: ¿Cuánto tiempo pasaste en el cielo?
Niño: Unos tres minutos. Equivalen a dos años y medio: lo calculó luego mi padre. Pero yo creo que no hay tiempo, da igual.
Una experiencia envidiable, sin duda, estar en el cielo y no tener resaca a la mañana siguiente.
Entrevistador: Ah. ¿Y cómo es el Espíritu Santo?
Niño: Medio transparente, medio azul, y se nota su fuerza, su potencia.
*
Derecho a un proceso justo. La Corte Suprema de México ha decidido la puesta en libertad de la ciudadana francesa Florence Cassez, que cumplía un condena de 60 años en una cárcel mexicana por formar parte de una banda que se dedicada, entre otras cosas, al secuestro de personas. El tribunal no ha entrado a valorar la inocencia o culpabilidad de Cassez: su puesta en libertad se basa en la apreciación de una vulneración de sus derechos procesales. Según la Corte, en el proceso judicial contra Cassez se habrían cometido diversas irregularidades.
La revista mexicana Emeequis, en su cuenta de Facebook, plantea una pregunta: “¿Se imaginan si liberaran a todos los reos/reas que no tuvieron su “debido proceso” en México? (Nacionalidades y presiones internas o externas aparte)”.
Hace un par de años se produjo en México un documental que trata de explicar el tipo de proceso penal al que se tienen que enfrentar algunos acusados mexicanos. Su título: Presunto Culpable.
*
Yakuza ¿vs? Gobierno. Una curiosa entrevista en Japan Times con un miembro de la yakuza japonesa. Entre otras cosas explica la rivalidad entre las autoridades y las mafia japonesa por el control de recursos: “I don’t lie and I don’t cheat people. My crime was always straight, too: I made money as a bookie for horse races. Our yakuza group ran the betting business in the same manner as the government does. Of course it’s illegal to do that, but the clients didn’t mind. I worked honestly and I took bets for a smaller fee than the official rate. Once the folks won, we paid them the same percentage as the official rate. Everyone was happy, except the government. We stole from them and this is why I ended up in jail”.
Y sobre su temporada en prisión: “I was incarcerated for two years and 10 months for running an illegal gambling operation. Once I was locked up, I decided to enjoy prison life. I think humans can get used to any circumstances, but Japanese prisons are so comfy, it’s actually easy to like them. I had my own room, a fun job making furniture, karaoke parties, good food and time to read. The only minus is that we couldn’t have girlfriends”.
*
Marcha sobre Washington. Tres de la tarde. Comienzan los informativos y anuncian que van a hablar del discurso que el presidente Obama ha dado en Washington con motivo de su toma de posesión. Es la hora de la siesta. Acosado por el ondulante sopor de la digestión no termino de creerme que su discurso haya sido tan elegante y, al mismo tiempo, tan cercano a ese americano medio que constituye el grueso de su electorado. Por ejemplo, cuando dijo:
un día en el comedor medí con exactitud
cuánto había del ángulo izquierdo del cuadro hasta el piso
y cuánto había del ángulo derecho del cuadro hasta el piso
pues tenía la constante sensación de que el cuadro estaba inclinado
un día aposté a que los delfines tienen huevas
un día saqué del ropero tirantes
un día decía en los periódicos
que el rey de Camboya nos devolvería la visita
un día estuve pensando quién habrá sido el primero en contar hasta un millón
un día me fui a dar un paseo por la calle
caminé por el lado derecho de la acera
un día estuve pensando que todo hombre muere
un día el señor francisco le compró
a un joven artista un bosque de abedules pensando
que quien nunca arriesga nunca gana dinero
un día compré bretzels si bien no acostumbro hacerlo
porque en la calle hay polvo
un día estuvo en el calendario santa arnolfina
Cuando por fin consigo incorporarme de ese difuso duermevela propio de las siestas echadas en sofá –¿fue Wittgenstein el que dijo que esas siestas nunca alcanzan las profundidades de las siestas de cama? ¿o fueron Rinconete y Cortadillo?- no estoy seguro de si he llegado o no a dormirme. ¿Habré escuchado bien las palabras de nuestro presidente? Busco el discurso de Obama y certifico que, obviamente, no ha pronunciado esas palabras: pertenecen a un poema del esloveno Tomaž Šalamun contenido en un poemario publicado en La Habana en 2010 –el papel grisáceo de la vieja samizdat soviética- con el título de El Manzano. ¿El embargo económico de Estados Unidos a Cuba incluirá también la imposibilidad de comerciar con libros de poesía?
Al leer las auténticas palabras de Obama compruebo, que ha pronunciado –sin duda- un discurso muchísimo más interesante. ¿O no?
Dos comentarios de Obama en su discurso, sin embargo, merecen especial mención. Uno sobre los homosexuales estadounidenses: «Nuestro recorrido no estará completo hasta que a nuestros hermanos y hermanas gay se les trate igual que a todos los demás según la ley, (aplausos) porque, si nos han creado iguales de verdad, entonces el amor que profesamos debe ser también igual para todos”.
Y otro comentario sobre la reforma, varias veces postergada, de la legislación migratoria: “Nuestro recorrido no estará completo hasta que encontremos una manera mejor de recibir a los inmigrantes esforzados y esperanzados que todavía ven a los Estados Unidos como el país de las oportunidades (aplausos)”.
*
No european workers. A partir del 1 de enero de 2014, los ciudadanos búlgaros y rumanos podrán instalarse libremente en cualquier país de la Unión Europea incluido dentro de la zona Schengen. El gobierno de Gran Bretaña está preparando una campaña publicitaria disuasoria para tratar de evitar que los migrantes de esos países consideren la opción de trasladarse a las islas: marketing inverso. Algunos de los lemas que se están barajando “No vengáis, hace demasiado frío” (¿pensarán que Bulgaria y Rumanía tienen clima tropical en invierno?) y también: “No tendréis subsidios”.
El cómico italiano Beppe Grillo, implicado desde hace ya algunos años en político, se refirió así a las ventajas que tiene contar con un mercado laboral común en la Unión Europea: “Adesso, con l’Europa unita, un disoccupato di Benevento può andare a fare il disoccupato a Stoccolma”.
*
México, sociedad civil. Cuando pase el tiempo de la gran violencia, además de velar a sus muertos, México deberá regenerar el tejido social que se ha roto en algunas –en demasiadas- zonas del país. Rara vez se habla de esta destrucción social que está se produciendo a casi todos los niveles -familiar, comunitario o educacional- y que tendrá unas consecuencias de futuro imprevisibles, pero seguramente negativas.
El corresponsal de El País en México viajó hace poco hasta la ciudad de Torreón, en el estado de Cohauila, fronteriza con el estado de Durango, dos de los estados más afectados últimamente por la violencia. Entre las varias entrevistas que realiza, se encuentra una con un profesor universitario que le explica: “Nuestra juventud está siendo aniquilada por la pobreza, la droga y las armas”. El director de un centro juvenil de la ciudad, tras comentar el incremento en el número de casos de jóvenes con problemas por inhalar pegamento, dice: “Antes eran chavos de clase baja ahora son de clase media, hijos de profesionales”.
El escritor Calos Velázquez, nacido y residente en Cohauila, en un artículo publicado en la revista mexicana Gatopardo hace pocas fechas: “Coahuila es un cochinero. Si algún día este estado toca fondo, si algún día este estado se quiere levantar, no van a saber ni por dónde comenzar a remover los escombros. Diezmados, quebrados, ultrajados, así se ven los coahuilenses en la actualidad”.
*
El idiota vicealcalde de Pekín. Las dimensiones de la corrupción en China son gigantescas. Las cifras, mareantes. Desde hace años, los altos dirigentes chinos mencionan la corrupción en sus discursos incluyéndola entre las más serias amenazas internas para el sistema político del país. Esas menciones, sin embargo, no han conseguido cambiar casi nada para bien. En su libro El Partido, el periodista Richard McGregor, enumera tal sólo algunos casos que se hicieron públicos durante el tiempo que le llevó escribir el capítulo de un libro: “En los meses de 2009 que dediqué a escribir este capítulo el jefe de la oficina de ferrocarriles de Urumqui, en Xianjiang, en el extremo oriental del país, fue acusado de malversar 3.600 millones de dólares; en Shanghái, un funcionario de rango medio del sector inmobiliario fue condenado por aceptar un millón de dólares en sobornos y obligado a desprenderse de propiedades por valor de casi seis millones; en una pequeña localidad rural cerca de Chengdu, en Sichuan, el secretario del Partido y director de la compañía inmobiliaria local fue ejecutado por aceptar 2.500 millones en sobornos; en la ciudad más pobre de Guangdong, el jefe de policía fue sorprendido con 4.400 millones de dólares en metálico en su domicilio; en Chonquing, en China occidental, el director de la promotora inmobiliaria de la región fue a juicio por apropiación indebida de 32.100 millones de dólares y aceptar sobornos por valor de 1.400 millones en un caso en el que estaban involucrados otros treinta funcionarios; en Changchum, en el antiguo cinturón industrial al noroeste, se descubrió que el jefe de policía de un solo distrito guardaba 1.900 millones de dólares en su despacho, y en Suzhou, el vicealcalde a cargo de la construcción fue sentenciado a prisión por aceptar 12 millones de dólares, el soborno individual más cuantioso del que se tiene noticia. Con sumas como estas en juego no es de sorprender que el vicealcalde de Pekín, que controlaba un presupuesto de miles de millones de dólares para proyectos de urbanismo, fuera satirizado por embolsarse tan poco dinero”. El vicealcalde de Pekín fue acusado de llevarse un mísero millón de dólares.
*
Décadas. Obama en su discurso de investidura: “Un década de guerra está acabando”.
Estupendo. Así puede iniciarse una nueva, ¿no? En Afganistán llevan casi tres seguidas y el negocio del opio va mejor que nunca, especialmente desde hace diez años.
En un amplio artículo publicado en Al-Jazeera sobre las posibilidades de futuro de Afganistán cuando la ocupación extranjera termine en 2014 se comentan tres escenarios (bastante) probables: ninguno de ellos esperanzador. Un acuerdo con las diversas milicias que operan en el país, incluidos los talibanes; un conflicto similar al vivido tras la retirada de las tropas soviéticas; o el colapso del país, que implicaría, entre otras cosas, el éxodo de miles de ciudadanos. Está previsto que en 2014 se celebren además unas elecciones presidenciales: un ingrediente desestabilizador más que añadir al combinado.
Las tres posibilidades no son excluyentes: un acuerdo entre distintas facciones no impediría el inicio de un conflicto armado con otras facciones en algunas partes del país, y en ese caso el éxodo de miles de afganos sería una consecuencia inevitable.
Acuerdo con indeseables, conflicto o colapso, ¿truco o trato?
*
Más allá del asfalto. José Carlos Rodríguez Soto lleva más de dos décadas trabajando en África, primero como misionero cambodiano en el norte de Uganda –cuando las milicias de Joseph Kony estaban más activas en la zona- y desde hace algunos años como consultor de ONGs y organizaciones e instituciones internacionales como la ONU y el Banco Mundial en Congo, Uganda y la República Centroafricana, su lugar de trabajo actual. Rodríguez Soto también ha escrito mucho sobre África para distintas publicaciones, entre las que destacan la revista Mundo Negro. En la actualidad también pueden leerse sus artículos en el blog de Periodista Digital En clave de África.
En su último libro, Más allá del asfalto (Editorial Mundo Negro, 2012), reúne reportajes sobre cinco países africanos –Sudán del Sur, Burundi, Ruanda, el este de la República Democrática del Congo y Eritrea- y uno escrito a raíz de su visita a los campamentos saharauis de Tinduf, en Argelia. La mirada de Rodríguez Soto no se fija sólo en las muchas anomalías sociales, políticas y económicas de los países que visita, tema preferido por los medios de comunicación internacionales. Procura destacar también aspectos positivos de las sociedades africanas –tan distintas entre sí- que no son tan conocidos, pero que existen. En el prólogo del libro resume sus intenciones a la hora de escribir los reportajes reunidos en Más allá del asfalto: “Mi mayor recompensa por escribir este libro será si consigo despertar en algunas de las personas que lo lean la inquietud por viajar a África para aprender de sus gentes. Y si además contribuyo a que alguien ame este continente me consideraré un hombre feliz. Tan feliz como el sentimiento que experimento cada vez que estoy a punto de emprender un nuevo viaje por alguna de sus tierras”.
*
Belleza y religión. Anota Canetti en uno de sus cuadernos una frase leía en un libro sobre religiones: «Los padres de la Iglesia Oriental aseguraban que Cristo fue más feo que cualquier otro hombre. Pues para salvar a la Humanidad había tomado sobre sí todos los pecados de Adán e incluso las imperfecciones físicas». La representación de Cristo en el arte occidental ha mantenido una línea coherente a lo largo de los siglos: rasgos armoniosos, desfigurados sólo en ocasiones por la expresión de dolor en algunas representaciones del calvario; incluso se le ha representado con la piel clara y los ojos azules. Todo un modelo de belleza continuador, en cierto modo, de la perfección de muchos mitos griegos y romanos. ¿Sería diferente nuestra actual hedonista –¿y laica?- relación con la belleza icónica si el arte cristiano hubiese optado por asumir la creencia de la rama oriental de la Iglesia?
*
Nostalgia de la ocupación soviética. En el libro Extravagante tripulación (Impronta, 2012), el poeta Martín López-Vega recopila las entrevistas con escritores que ha realizado en los últimos años para los suplementos culturales de El País y El Mundo, y para la revista literaria Clarín. Dario Fo, Charles Simic, Eugénio de Andrade, Seamus Heaney, Lobo Antunes, Jorge Semprún, Antonio Tabucchi o Ángel González, son sólo algunos de los autores entrevistados por López-Vega. En la entrevista con el poeta polaco Adam Zagajewski, heredero y continuador de Czesław Miłosz y Wisława Szymborska, se habla de los años de ocupación soviética de Polonia. Son los años setenta, previos a la consolidación del movimiento Solidarność, en los que una parte de la juventud polaca trataba de oponerse al dictado soviético sin olvidarse de dejarse llevar por el dictado de su juventud: “La conversación de Adam Zagajewski está continuamente salpicada de anécdotas. Vuelve a los recuerdos de la ocupación pero casi podría parecer que con nostalgia. Cuenta que durante el gobierno comunista no había centros culturales así que la gente se reunía en las casas. Como había toque de queda a las nueve, las reuniones se prolongaban durante toda la noche, «lo que era muy favorable para el amor»”.
*
Mejora en la clasificación. Como cada año, Reporteros Sin Fronteras ha publicado un lista que clasifica a los países en función de su libertad de prensa. Un italiano comenta en Facebook a propósito del puesto de Italia (puesto 57; España el 36, Francia el 37, Namibia el 19): “Libertà di stampa: l’Italia recupera quattro posizioni. Ora è penúltima”.
*
Coherencia. El periodista Jason Stearns: “Once you put pen to paper, you tie yourself inextricably to one image and one narrative, excluding all others. We are bound to regret our lapses and omissions”.
Tal vez porque pensaba algo parecido –o por siempre deseo de epatar-, Miguel de Unamuno, según cuentan, protagonizó escenas como la siguiente cuando alguien se le acercaba y le decía:
–Don Miguel, he leído su artículo de hoy en el periódico y no estoy de acuerdo.
A lo que Unamuno podía responder:
–Yo tampoco.