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Mis 5W (2.2) Who: Música Para Camaleones, la banda sonora de mi vida

Vida y Tiempos del Juez Roy Bean   el blog de Juez Roy Bean

Intro – Homo Sapiens Musicalis

«A sad fact widely known / The most impassionate song / To a lonely soul / Is so easily outgrown / But don’t forget the songs / That made you smile / And the songs that made you cry / When you lay in awe / On the bedroom floor… The passing of time / And all of its crimes / Is making me sad again / The passing of time / And all of its sickening crimes / Is making me sad again / But don’t forget the songs / That made you cry / And the songs that saved your life / Yes, you’re older now / And you’re a clever swine / But they were the only ones who ever stood by you Rubber Ring – The Smiths

«Los sonidos estimulan nuestras emociones de una manera impactante. La primera percepción que tenemos en vida, antes incluso de nacer, es el latido de nuestras madres. Luego reconocemos las voces y posteriormente todo un paisaje acústico que conforma nuestro hogar disimulado, un escenario que también nos acoge sin que seamos conscientes, hasta que instintivamente recurrimos o caemos en las redes de esa canción para sumergirnos en la nostalgia o en la euforia o en la paz de espíritu.» Pepe Kollins

Hoy es un día muy especial pues al fin puedo inaugurar algo muy importante para mí, mi proyecto musical ‘Música Para Camaleones’, en el que he estado trabajando los últimos quince años y voy a seguir construyendo ad infinitum lo que me quede de vida, espero que mucho tiempo aún. En estos tres lustros he ido recopilando toda la música, toda la maravillosa e imperecedera música que a lo largo de mi vida he escuchado y (importante!) aún me sigue interesando y la he ido filtrando y estructurando en listas de reproducción en mi iTunes, listas que estoy replicando en mi Spotify y que a partir de este momento iré publicando en este acogedor espacio de nuestra conspicua revista.

La música es uno de los pilares centrales de mi existencia y de la misma forma que no podría vivir sin animales, no podría vivir sin música. Esto podría parecer un lugar común pero es que en mi caso es literalmente así, siento la música de una forma muy emocional y casi cada día me ayuda decisivamente a vivir. La música es la más disfrutable de las grandes artes, casi en cualquier momento o espacio puedes gozar plenamente de una obra maestra de la creatividad humana resonando en tu mente. Puedes ir andando por la calle mientras la ciudad sucede a tu alrededor y en los auriculares una canción te estremece y sólo tú sabes el hecho maravilloso que está ocurriendo dentro de tu cabeza.

La música me otorga intensos ratos de disfrute melómano y me rescata de los atolladeros emocionales de mi vida con su infinita capacidad redentora. Acompaña mi cotidianidad, me hace cantar, bailar, me divierte, me ayuda a comprenderme, a liberar mis angustias y sobrellevar mi tristeza, la música me llena de luz, abraza mi melancolía, me otorga impagables ratos de felicidad. La música me alimenta y rejuvenece el alma haciéndome gozar de auténticas catarsis sonoras, más si aderezo la escucha con el benéfico influjo de la marihuana, que amplifica su efecto trascendental y me permite quedarme a vivir en cada canción durante un ratito precioso, dejando que lo que transmite se filtre por todo mi ser, acariciando mi espíritu, llenándome de pura conmoción sónica. No hay sentimiento humano, no hay emoción que no haya sido interpretada musicalmente, por eso la música acompaña todos mis estados de ánimo, por eso escuchando música nunca me he sentido solo.

1. Música Para Camaleones. El proyecto

En este lindo lugarcito que FronteraD me ha habilitado iré publicando toda esa música que me apasiona recogida en mi proyecto musical ‘Música Para Camaleones‘ (gracias al gran Capote por la inspiración), vertebrado en una vasta estructura de listas de reproducción creadas en iTunes (por ahora hay más de 150) que estoy replicando en mi Spotify, playlists articuladas para alojar a más de 16.000 canciones.

Porque pocas cosas definen mejor a una persona que le apasiona la música como la música que le apasiona y, también en mi caso, son las miles de canciones de este proyecto las que me explican como ser humano, como lo harán también con las personas que las escuchen y las disfruten tanto como yo. Yo, por ejemplo, soy esto. ‘Irene’, de ‘Beach House’. En concreto soy Alex Scally, a la guitarra.

Porque estas listas que he ido construyendo, una a una, canción a canción, mientras acompañaban innumerables horas de mis jornadas laborales, de mi ocio o mis rutas extramuros, de mi vida son también un reflejo sentimental de las distintas épocas de mi vida en esta década y media y sus títulos y composición remiten a mis circunstancias existenciales y sentimentales en la época en que esas canciones fueron escuchadas, filtradas emocionalmente, clasificadas y mezcladas para ir componiendo las distintas latitudes de la playlist donde habiten. Cada lista tiene pues, desde su comienzo, una personalidad propia y una progresión en sus tempos internos, una intención, acompañando a quien la escucha en los distintos estados de ánimo que componen nuestros días.

En mis listas hay música para todos los momentos porque cada momento tiene su música y aunque realmente no me gusta mucho hablar de géneros y transgéneros musicales porque la mayoría de artistas que más me gustan escapan a las convenciones y las etiquetas pero, como el universo musical es tan amplio y para orientar al lector por donde van mis gustos, en cada lista habita, en feliz convivencia, lo mejor del pop-rock, folk, indie-rock, folk-rock, post-rock, electrónica, música dance, downtempo, dream-pop, synth-pop junto al vasto universo de la americana y todas las hibridaciones entre ellos para componer una muy personal revisitación sentimental sobre todo (pero no sólo) de la escena musical europea y norteamericana desde los sesenta del siglo pasado. Por supuesto según mi criterio en constante evolución y afinamiento que es la manifestación a lo largo de los años de mi personalidad y de mi almita intensamente melómana.

Cien de los grandes

Para empezar a mostrar la música que me gusta si tengo que decir algunos artistas superlativos que la vertebran serían Bob Dylan, Tom Waits y Lambchop por la americana, The Smiths por el pop-rock  y Yann Tiersen como perfecta conjunción del clasicismo europeo y la chanson con la modernidad, desde el rock, el post-rock hasta la electrónica de sus últimos albumes. Y els grans Manel, entre los grupos españoles. Vamos con ellos.

Cuando escuché por primera vez a Yann Tiersen me quedé asombrado. Recuerdo sentir las primeras veces ‘La Dispute’, ‘Sur Le Fil’, ‘Le Moulin’, ‘Comptine D’Un Autre Été’ y me parecía como si esa música la hubiera escuchado hace muchos años, la hubiera olvidado y ahora recuperado (al piano era Chopin, al violín era el puto Paganini), como si esa combinación de melodías y ritmos preexistiera en el tiempo y el espacio esperando a que un genio la sustanciara en una alquimia sónica y le diera vida. Desde sus primeros albumes, de finales de los noventa, ‘La Valse Des Monstres‘ (1995), ‘Rue Des Cascades‘ (1996), ‘Le Phare‘ (1997) y ‘Tout Est Calm‘ (1999), en los que mezclaba el clasicismo de su educación en conservatorios con una modernidad incontestable, Yann siempre ha estado en continua reinvención. En 2001 publicó ‘L’Absente‘, más cercano a la nueva chanson y el monumental directo ‘C’etait Ici’, grabado durante tres conciertos durante febrero de 2002 en la parisina La Cité de la Musique. También en esa época publicaría las bandas sonoras de ‘Amélie‘ (2001) (por la que fue conocido por el gran público, algo de lo que siempre ha abjurado), ‘Goodbye Lenin‘ (2003).

Hasta que en 2005, tras el magnífico ‘Les Retrouvailles‘ compuesto y grabado en la isla de Ouessant donde vive (lugar de refugio e inspiración de muchas de sus obras), llegó la ruptura. Tiersen ejecutó un radical punto de giro a su carrera abrazando el rock y el post-rock que tanto admiraba, en una maniobra que descolocó a muchos fans (como ya pasó con Dylan cuando en 1965 electrificó su música). Pero no a este que escribe pues Yann se desenvuelve con simpar maestría haga lo que haga y sabe dar su toque maestro a cada palo que toca, así que a mí sólo me tocaba admirarle más con cada nueva obra suya, disfrutando de lo que sea que Yann me vaya proponiendo.

Porque sus influencias e inquietudes son legión y en la constante evolución de su desbordante paleta sonora se han ido mezclando con pasmosa maestría la instrumentación clásica, la música tradicional bretona y la chanson francesa de aquella primera época con posteriores incursiones en el rock y el post-rock (‘Dust Lane‘ (2010) y ‘Skyline‘ (2011)), una vuelta al piano en ‘Eusa‘ (2016), la inmersión profunda en la Naturaleza (incluido un no deseado pero iniciático encuentro con un puma californiano) y en la belleza más absoluta que supuso los magistralísimos ‘ALL‘ y ‘Portrait‘ (ambos de 2019) y, cómo en los últimos años la experimentación y la electrónica que ya se manifestaba en ‘Kerber‘ (2021) ha explosionado en su singularísimo y, por ahora, último album ‘11 5 18 2 5 18‘, de críptica nomenclatura, lanzado el pasado 2022 y tan excepcional como el resto de sus obras.

Con sus composiciones llenas de matices, de melodías perfectas, siempre rasgando melancolías y desprendiendo talento y emoción a borbotones, la música de Yann Tiersen es toda una experiencia de descubrimiento y exploración que sale de los límites de lo auditivo para conmover realmente nuestro espíritu. En cada una de sus albumes y conciertos (creo que he estado en al menos 7 de ellos) el bretón ha seguido reinventando la belleza sonora creando una música inimitable, atmosférica e inmersiva que gusta de flotar en el Juzgado, así que no me queda más que seguir escuchando su música milagrosa con el corazón estremecido, dando las gracias porque Yann está con nosotros y sus canciones nos seguirán ayudando a estar vivos.

A Bob Dylan empecé a conocerlo bien un poco tarde, en 1997, con la publicación de una de sus obras capitales, ‘Time Out Of Mind‘. De su obra anterior me gustaban bastantes temas sueltos y la magnífica banda sonora de una de las obras maestras del gran Sam Peckinpah, ‘Pat Garrett and Billy the Kid‘ (1973), pero no había entrado a analizar sus discos uno a uno, desde el principio, creo que tenía cierto prejuicio con el folk (y por tanto con su seminal primera época) pero afortunadamente rectifiqué a tiempo sobre el folk y sobre Dylan y en los años siguientes me he ido sumergiendo en su inmenso y magistral universo creativo, dándome cuenta de que muchas de las mejores canciones de la historia de la música las ha escrito el genio de Duluth. No pongo aquí sus discos porque son muchos y muy buenos casi todos pero hasta el más flojo tiene grandes temas, así que todas sus numerosas obras maestras y muchas otras también buenísimas habitan la mayoría de mis listas.

Un personaje único que ha influenciado a infinidad de artistas y no sólo musicales (verbigracia la maravillosa película ‘I’m Not There‘ dirigida en 2007 por Todd Haynes) tiene etiqueta propia en el otro blog del Juez Roy Bean y que a sus 82 años aún se mantiene en activo, girando por todo el mundo y sacando estupendos discos como ‘Rough and Rowdy Days‘ (2020) y el que ahora mismo acaba de lanzar, el 17º de The Bootleg Series, el monumental ‘Fragments: Time Out Of Mind Sessions (1996-1997)‘ para celebrar el 25º aniversario del momento en que aquel disco impactó en mi vida, convirtiéndome en dylanita de por vida. Un artista irremplazable al que esperemos poder seguir disfrutando mucho tiempo y que, de hecho, visitará Madrid en junio. ¡¡No te mueras nunca, Bob!

Me enganché a la música de Tom Waits con el magnífico ‘The Heart Of The Saturday Night‘ (1974) que me presentó mi amigo Luis, al que siguieron el resto de albumes publicados con la discográfica Asylum, a destacar ‘Closing Time‘ (1973), ‘Foreign Affairs‘ (1977), ‘Blue Valentine‘ (1978) y ‘Heartattack And Vine‘ (1980). Desde entonces he seguido disfrutando de su voz cada vez más profunda y quebrada y su particular universo creativo genuinamente outsider en cada disco publicado por el californiano en su dilatada carrera.

En 1983 y ya con el sello Island publicó ‘Swordfishtrombones‘, al que siguieron otros grandes albumes como ‘Rain Dogs‘ (1985) y ‘Frank’s Wild Years‘ (1987), el directo ‘Big Time‘ (1998), ‘Bone Machine‘ y la soundtrack de ‘Night On Earth‘ (ambos de 1992). En 1999 cambió a la discográfica ANTI- donde continuó publicando obras señeras como ‘Mule Variations‘ (1999), ‘Alice‘ y ‘Blood Money‘ (ambos de 2002) aunque no ha publicado nada nuevo desde ‘Bad As Me‘ en 2011.

Blues, jazz, influencias etílicas, toques circenses y de vodevil, rhythm n’ blues, bellísimas baladas y composiciones al piano son formas de su música para retratar el paso del tiempo, los sueños rotos, los amores sentidos los amores perdidos los amores inolvidables, la búsqueda del corazón de la noche, la vuelta a los lugares físicos y mentales de la infancia son algunos de los temas presentes en sus magníficas letras. También todo lo bueno y lo mejor de sus albumes, que es mucho, están esparcidos por mis listas. Muy top, Tom Waits.

Amo a Lambchop, el proyecto musical de otro maestro, el gran Kurt Wagner. A esta banda y autodenominada como «Nashville’s most fucked-up country band» la empecé a escuchar en los noventa pero no terminé de entender plenamente su música hasta un tiempo después. Realmente de country tienen poco a pesar de su lugar de procedencia, ellos hacen algo gloriosamente inclasificable donde habitan el alt-country, el soul, música de cámara con sesiones de cuerda, toques de electrónica (incluida alguna incursión con el infame auto-tune en ‘FLOTUS’, pero hasta eso lo hacen bien).

Con distintos componentes y cuyo único elemento fijo es el propio Wagner (y casi siempre su gran amigo Tony Crow, a los teclados) tienen una larga trayectoria de casi 30 años y 16 albumes de estudio, desde que 1994 lanzaran ‘I Hope You’re Sitting Down/Jack’s Tulips’ hasta el último, el notable ‘The Bible‘, publicado en 2022. Entre ambos unas cuantas obras maestras como ‘How I Quit Smoking‘ (1995), ‘What Another Man Spills‘ (1998), ‘Nixon» (2000), ‘Is A Woman‘ (2002), ‘Aw C’Mon! No, You C’Mon‘ (2004), ‘Damaged‘ (2006), ‘OH (Ohio)‘ (2008), ‘Democracy‘ (2012) y ‘Mr.M‘ (2012), también algunos directos memorables como ‘Pet Sounds Sucks‘ (2002), ‘No Such Silence‘ (2007) y ‘Live At XX Merge‘ (2018) y el resto de albumes son quizá algo más irregulares, menos perfectos, pero en todos habita alguna de sus maravillosas canciones esperando para planear en nuestro salón, en nuestra mente, en esos momentos de entrelazamiento perfecto entre música y existencia que Lambchop nos brinda.

Qué decir sobre The Smiths, aquella extraordinaria banda que entró en mi vida cuando @Juanmivicente me dijo ‘esto te va a gustar’ con ‘The Queen Is Dead‘ en la mano. A mediados de los ochenta y desde su Manchester natal The Smiths incendieron la escena musical británica y el corazón de un adolescente Juez Roy Bean para no irse nunca más. Ese breve periodo entre 1982 y 1987 en el que los genios Stephen Patrick Morrissey y Johnny Marr (además del bajista Mike Joyce y el batería Andy Rourke) trabajaron juntos son lo mejor que le ha sucedido a la música británica ever, y todas sus albumes (como bien dice JM, no tienen ningún tema malo), conciertos y remasterizaciones proliferan en muchas de las listas.

Desde su album de debut, el homónimo ‘The Smiths‘ (1984) que significó su primer subidón en las listas de ventas británicas, seguido por el primer recopilatorio ‘Hatful Of Hollow‘ (1984) y después las obras maestras ‘Meat Is Murder‘ (1985), ‘The Queen Is Dead‘ (1986) y ‘Strangeways, Here We Come‘ (1987), así como el directo ‘Rank‘ (1988), ya con la banda disuelta, todos ellos componen un corpus creativo inigualable. En el 2012, por cierto, publiqué una lista Music Kills Me con sus 25 mejores temas con motivo de los 25 años desde su separación, lista que también traeré a este espacio.

En la iconografía mostrada en las letras de sus canciones y el fantástico diseño gráfico de las legendarias portadas de sus discos ya se vislumbraban muchas de las fijaciones del narcisista, ‘big mouth’ militante y no obstante adorable Morrissey. Desde el anhelo por los grandes mitos del cine y la cultura pop que él idolatraba a la plasmación del realismo social con el que creció. Así, con sus letras carentes de género (una buena excepción es la mítica ‘Girlfriend In A Coma‘), su selecto y depurado drama escénico, la plasmación de la angustia adolescente, todo temas aptos para el escapismo de seres solitarios, soñadores e inadaptados de cualquier ciudad de provincias del mundo en los ochenta, por ejemplo Manchester, por ejemplo Segovia.

Pero si quien mayormente Mozz se ocupaba de las letras era Marr quien musicaba magistralmente las canciones en una iluminada mezcla de exquisito pop-rock, folk, rockabilly, baladas memorables, toques cabareteros, glam rock y muchas otras categorizaciones que no sé nombrar.

Sin embargo, en el fulgor de ese lustro perfecto de alianza entre ambos genios palpitaba la semilla de la discordia y la ruptura. Tras quebrarse definitivamente la relación entre ambos en 1987 por desavenencias personales nunca plenamente aclaradas, Morrissey y Marr continuaron con sus carreras en solitario y aunque ambos han publicado en ellas algunos notables discos, aunque quizá algo irregulares (que también incluimos en este proyecto), pero creo que por separado no han sido mejores que lo que podrían haber sido si, en una de mis ucronías preferidas, The Smiths hubieran seguidos juntos para siempre. De alguna forma, en la misma ‘Rubber Ring‘ (‘Salvavidas’) que abría esta entrada Morrissey nos habla de que el tiempo pasaría y nuestras vidas seguirían pero que él seguiría en un rincón de nuestra habitación (en el tocadiscos, entiendo), que escucháramos su voz en nuestra cabeza y pensáramos en él con cariño:

The passing of time leaves empty lives / Waiting to be filled / The passing of time / Leaves empty lives / Waiting to be filled / I’m here with the cause / I’m holding the torch / In the corner of your room / Can you hear me? / And when you’re dancing and laughing / And finally living / Hear my voice in your head / And think of me kindly

Así lo hacemos, querido Morrissey, así lo haremos siempre.

Después de este quinteto esencial, si he de decir otros 25 (aprox..) artistas o bandas internacionales indispensables que más y mejor me acarician el alma (y si intentamos encuadrarlos en algún género aunque todos los traspasan, los mezclan y los superan), destacaría el elegante y ensoñador retro-downtempo electrónico de los franceses Jean Benoit y Nicolas Godin transfigurados en AIR, el maravilloso dream-pop electrónico de Beach House que combina perfectamente con el elegante y sensual ambient-pop de Cigarrettes After Sex, la talentosísima joven californiana Billie Eilish y su sorprendentemente adulto pop y electropop downtempo, el folk barroco de múltiples influencias de la banda Beirut dirigida por el genialoide Zach Condon, bandas clásicas imprescindibles como The Cure y Depeche Mode, el rock-electrónico de Death In Vegas, el extraordinario único disco (‘Eden’s Island’) del maestro de la música exotica Eden Ahbez, el emocionante post-rock de los texanos Explosions In The Sky, joyas en activo del panorama folk-rock-indie-alt.country norteamericano, maravillos@s cantantes o bandas como Father John Misty, Micah P. HinsonEels, Cat Power, The Low AnthemM. Ward o Yo La Tengo, el sensual y delicado intimismo folk-pop-indie europeo de talentosos músicos y compositores como Neil Halstead (tanto en solitario como en Slowdive y Mojave 3), King CreosoteKeren AnnAgnes ObelLaura GibsonAngel OlsenGregory Alan IsakovCharlie Fink (y Noah And The Whale), Laura Marling y Kings Of Convenience, portentosos crooners modernos -ya clásicos de nuestro tiempo- como son el francés Benjamin Biolay, el inglés Richard Hawley o mi añorado Leonard Cohen. Y cómo olvidar esa electrónica azul, el sinuoso y atmosférico trip-hop de Portishead (o la propia Beth Gibbons junto a Rustin Man) o a Piano Magic, la banda británica que, en una certera crítica de su póstumo album ‘Closure’, era definida como «… una maravillosa mezcla de dream pop, shoegaze, rock experimental y estilizados pasajes llenos de melancolía y bizarro encantamiento».

Y si quiero llegar hasta 100 (quizá algunos más..) cómo no incluir a otros grandes como Alpha, Aldous Harding, The Arcade Fire, The Avener, Amy Winehouse, Badly Drawn Boy, Band Of Horses, Bahamas, The Be Good Tanyas, Beck, Ben Harper, Belle & Sebastian, Ben L’Oncle Soul, Bill Callahan, Billie Marten, The Black Heart Procession, Bon Iver, The Bony King Of Nowhere, Bruce Springsteen, Camera Obscura, Carla Bruni, Chet Faker, Chinawoman (Michelle Gurevich), Chromatics, Corrina Repp, Cowboy Junkies, Creedence Clearwater Revival, Daft Punk, Damien Jurado, Curtis Harding, Damon and Naomi, Damien Rice, The Dandy Warhols, Dayna Kurtz, Devics, The Divine Comedy, Dominique A, Doves, Elliot Brood, Elvis Presley, Foxes In Fiction, Frank Sinatra, Goldfrapp, The Grand Archives, Henri Salvador, Hiss Golden Messenger, Husky Rescue, Iron and Wine, My Morning Jacket (o Jim James), Jackson Browne, Johnny Cash, Jon Hopkins, Josh Ritter, Julee Cruise, Karen O, Kate Rusby, Lana del Rey, Lee Harvey Osmond, Lee Hazlewood, Lisa Germano, Lotte Kestner, Lou Reed, Lucinda Williams, The Magnetic Fields, M83, Madeleine Peyroux, Massive Attack, Mazzy Star, Matt Elliott, Michael Kiwanuka, Mumford and Sons, Mutual Benefit, The National, Neil Young, New Order, Nick Cave and The Bad Seeds, Nick Mulvey, Nouvelle Vague, Orchestral Manoeuvres In The Dark, Pet Shop Boys, Pink Floyd, Placebo, Poor Man’s Whiskey, Primal Scream, Princess Chelsea, Pulp, Radiohead, R.E.M., Rodrigo Leao, The Rolling Stones, Roo Panes, Sigus Rós, Simon and Garfunkel, Stars, Slowdive, Sufjan Stevens, Supertramp, Tindersticks, Trespassers William, Villagers, The White Stripes, Wilco, Zbigniew Preisner y The Zephyrs.

De cantantes y bandas españolas en las listas hay clásicos como Joaquín SabinaLos Secretos y Siniestro Total, también Nacho Vegas, Love Of LesbianLa Bien QueridaTulsa y Klaus and Kinski tienen cosas que me interesan y sé que aún me pierdo muchos otros artistas (¡se aceptan sugerencias!) pero no me da la vida; en electrónica el bilbaíno El_Txef_A y el catalán John Talabot tienen muy buenas canciones, los primeros albumes de Rosalía (lo más cerca del flamenco y otras cosas que he estado y creo que estaré nunca), en plena carrera artística Pájaro Sunrise (el talentoso leonés Yuri Méndez), y por supuesto mis dos bandas españolas fetiche, los madrileños (y tristemente extintos) Migala y la portentosa banda catalana Manel.

Porque cuando Manel entra en tu vida es para sacudirla a base de talentazo desatado, con unas letras majestuosas, formidables, alta literatura que desmiga las relaciones humanas de una forma que nadie ha hecho nunca, al menos que yo conozca. Y musicalmente también ellos han estado en continua evolución, desde el pop con ukelele de ‘Els Millors Professors Europeus‘ (2008), su opera prima y primer deslumbramiento, al que siguieron los magistrales ‘Deu Milles Per Veure Una Bona Armadura‘ (2011) y ‘Atletes, Baixin De L’escenari‘ (2013). En 2016 publicarían ‘Jo Competeixo‘ y en 2019 el último, ‘Per La Bona Gent‘, en el que habita una heterogénea mezcla de pop, rock, un punto hiphopera y bastante electrónica. Este giro electrónico se acentúa en su última publicación, el EP ‘L’Amant Malalta‘ (2022), que como se puede leer en la nota promocional que acompaña al su lanzamiento, «muestra el perfil más Chromatics de una banda que, desde la actualidad, reinterpreta la melancolía del pop de los ochenta». Porque las canciones de Manel parecen tener una capacidad prodigiosa para destejer la vida y hacerla desplegarse durante unos minutos, pero qué minutos, de deslumbrante lucidez.

En fin, toda esta talentosa tropa son artistas capitales en la música que me interesa (pasados y presentes, en activo o ya jubilados o tristemente fallecidos) y están incluidos en mi proyecto aportando prácticamente la totalidad de sus discografías. Lo que no quiere decir que obligatoriamente estén todas sus canciones en las listas porque probablemente no todas sus canciones me gusten, cada canción ha de ganarse estar en listas, saliendo del cálido ecosistema de su album y sonando. Pero además de estos hay muchos más que aportan sus mejores temas a mis listas (artistas que pormenorizo al final de esta entrada), así como muchas bandas sonoras, piezas escogidas de música clásica etc en fin, mucha, muchísima buena música, maravillosa e imperecedera música. (Para más bandas y cantantes incluidas véase Anexo, al final del post)

2. Tres tipos de listas

El primer tipo de listas son las genéricamente conocidas como ‘Música Para Camaleones‘, Estas son listas de 200 canciones y hay temas con 2, 3, 4 y 5 estrellas en mi itunes. De ellas estoy ya por la número 83. Digamos que las que yo considero con 2 estrellas son buenos temas, que podrían sonar en Radio 3, 3 son temas con algo especial que las hace destacar y sonar espléndidas, 4 son temas perfectos y 5

La segunda clase son las listas Elegidos Para la Gloria, (también de 200 canciones) en las que con elitista espíritu sólo se incluyen temas que tengan 3, 4 y 5 estrellas en itunes y de estas voy por la 45. Esta es música que necesita ser protagonista donde se manifieste, ideal para escuchar a buen volumen y (más o menos) en silencio mientras se baila, se ama, se descansa, se conduce o se trabaja, transformando estos cotidianos ejercicios del vivir en momentos top que enaltecen los días.

Y la tercera clase de listas son las que en mi blog y mi Spotify están agrupadas en el subproyecto ‘Music Kills Me‘, en honor al temazo de los franceses Rinoçerose que más abajo adjunto. Son listas de 20-25 canciones concebidas en torno a un concepto, a un estado de ánimo, a un tiempo y un espacio determinados en los que la música se hace protagonista, impregnando a quien la escucha en su particular atmósfera y estado mental. La primera de ellas fue ‘Luz, más luz‘ (música luminosa de espíritu finisemanal o vacacional), a la que siguieron ‘Pequeña Música Nocturna‘ (música intimista, noctámbula y sinuosa), ‘Pabellón de Electroshock‘ (electrónica uptempo), ‘Subidón, subidón‘ (música optimista y energética), ‘Mirando Al Mar‘ (paisajes sonoros de atardeceres soleados y vacaciones en la costa, de pereza y relajación, de horizontes abiertos y camisas de flores que van tomando colores electrónicos e hipnóticos), ‘Fuck Me‘ (música para eso y para toda clase de amares), ‘Gambas Como Zafiros‘ (delicados minimalismos electrónicos), ‘Aquella Luz Nunca Se Apagará‘ (celebrando la música de The Smiths), ‘Fiesta Al Borde De La Piscina‘, ‘Mirando Al Mar 2‘, ‘Mirando Al Mar 3‘, ‘Luz, Más Luz 2‘, ‘A Thousand Kisses Deep‘ (homenajeando a Leonard Cohen) y otra sobre la última etapa de Bob Dylan (desde 1999 hasta 1997). Dentro de estas listas conceptuales también publiqué ‘Los Enamoramientos‘, y ‘Los Enamoramientos 2‘, las dos primeras listas de un ensayo musical en 7 partes sobre las distintas fases del amor romántico. La tercera de estas listas versará sobre el momento en que el fogoso deslumbramiento amoroso se consolida y la relación se estabiliza, el esplendor del amor adulto. La cuarta visitará los desencuentros de la pareja, la quinta las rupturas y despedidas, la sexta las ausencias y soledades de los antiguos amantes y la sexta y última lista versará sobre los reencuentros. A ellas se añadirán otras como ‘Esplendor Folk’, ‘Pomp And Circumstance’, ‘Canciones de cuna para F.’, ‘Funky Party’, ‘Funeral Party’, ‘Into The Dark’, ‘Atmósferas Electrónicas’, ‘Ritmos Electrónicos’…

Las reglas de organización de estas listas son sencillas: Una canción de 2 estrellas sólo podrá, pues, figurar en una lista ‘Música Para Camaleones’ y las de 3, 4 y 5 estrellas figurarán en sólo una ‘Música Para Camaleones’ y en sólo una ‘Elegidos Para La Gloria’. Asimismo en cada lista de 200 sólo puede haber como mucho 10 temas de un mismo artista y salvo en casos muy particulares dos canciones de un mismo artista o banda no pueden ir seguidas en una lista, teniendo que haber un mínimo de tres temas de otros artistas entre dos canciones del mismo, lo que repercute sobre la deseada heterogeneidad de las listas. En las listas ‘Music Kills Me’ de 20-25 temas, salvo casos excepcionales, sólo habrá un tema por banda. Normalmente las listas suelen tener una primera parte uptempo y después tienden a ir serenándose, pero cada lista tiene sus propias mezclas y su propia personalidad, sus distintas estaciones de paso, su propia combinación de tempos, géneros, atmósferas y states of mind y se puede acceder a ellas por el principio o cualquiera de las latitudes de un continuum sonoro en el que sumergirse durante entre 13 y 14 horas.

Hay una última lista en mi itunes, llamada Batallón Sagrado de Tebas, como aquella fuerza de élite de la antigua polis griega compuesta sólo por parejas de amantes, en la que están incluidas y mezcladas todas las canciones con 5 estrellas, las mejores de las mejores. Esta particularísima guardia pretoriana se desarrolla en un paraíso musical en la que ‘Not Dark Yet (remix 2022)’ supone la número 601 de unas conmovedoras obras maestras que se adhieren al espíritu como una segunda piel, canciones definitivas, atemporales, maravillosas, que desfribilan corazones, que estremecen el alma, que reconcilian con la vida y la creatividad humana. Esta lista por ahora la iré presentando en este blog en grupos salteados de cinco, perfectos para degustar de 15 a 25 minutos de orgásmica excelencia musical como debe ser, a corazón abierto.

Hay una pequeña puntualización a las listas de 200 canciones en mi itunes y es que en ellas hay temas, que suelen ser de directos de Youtube de los que extraigo el mp3 o simplemente que el artista no ha subido a Spotify. Eso significa que casi ninguna lista en Spotify tiene la totalidad de las 200 canciones, la mayoría están entre 180 y 190. De todas formas al publicar cada lista indicaré qué temas faltan con un hipervínculo para que, quien quiera, pueda escucharlos en Youtube.

En fin, tras esta larga introducción a un proyecto vital no queda más que disfrutarlo como debe ser, haciendo ese acto fundamental, emocionante y revolucionario que es escuchar música para que, como cantaban The Smiths en ‘Rubber Ring’, no olvidemos esas canciones que nos hacen llorar, esas canciones que nos salvan la vida, porque ellas son las únicas que siempre han estado a nuestro lado.

3. Anexo: Y también..

Abbey Lincoln, The Alan Parsons Project, The Album Leaf, Alela Diane, Alondra Bentley, Amanda Palmer, The American Analog Set, Amiina, Amon Tobin, Angelo Badalamenti, Annett Louisan, Arab Strap, Arthur Alligood, Au Revoir Simone, Bahamas, Bee Gees, Bibio, Bill Fay, Björk, Black Rebel Motorcycle Club, Bloc Party, Blondie, Blossom, Blur, Bonobo, Booka Shade, Boozoo Bajou, The Boxer Rebellion, Bright Eyes, Broken Social Scene, Burial, Caia, Cake, Calexico, Carbon Based Lifeforms, The Cars, Chapeau Claque, Charlotte Gainsbourg, The Chemical Brothers, Chris Garneau, Chromatics, Cinerama, The Clash, The Clientele, Clint Mansell and Kronos Quarter, Cloud Boat, Coeur de Pirate, Damon and Naomi, Damon Albarn and Michael Nyman, Damien Rice, Damon and Naomi, Danger Mouse and Sparklehorse, Darren Hanlon, David Gray, Dawn McCarthy and Bonnie Billy, The Dead Kennedys, Dean Martin, Dean Warehead, The Decemberists, Deep Dish, Devendra Banhart, Dire Straits, Edison Woods, The Delines, De Phazz, Devotchka, Dido, Django Django, Dropkick, Dylan LeBlanc, The Eagles, Ed Harcourt, Edison Woods, Elbow, Eleanor McEvoy, Elvis Perkins, Empire Of The Sun, Eric Clapton, Everlast, Everything But The Girl, Faultline, Feist, The Felice Brothers, Fink, Fleet Foxes, Flight Facilities, Four Tet, Françoise Hardy, Fujiya and Miyagi, Future Island, Garth Brooks, Gnarls Barkley, Gary Moore, Gene, Giant Sand, Girls in Hawaii, Girls Names, The Go! Team, Gossamer, Gorillaz, Gotan Project, Gregor Samsa, Guns n’ Roses, Gustavo Cerati, Gustavo Santaolalla, Herb Alpert & The Tijuana Brass, Hindi Zahra, Hooverphonic, Hope Sandoval, The Housemartins, INXS, Interpol, Ive Mendes, Jagwar Ma, James, James Blake, The Jayhawks, Jens Lekman, Jimi Hendrix, Johann Johannsson, John Mayer, Jorge Drexler, José González, Justin Townes Earle, K.D. Lang, Karen Elson, Kevin Johansen, Kevin Morby, Kiasmos, Koop, Kruder and Dorfmeister, Ladytron, Laetitia Velma, Lali Puna, Leftfield, Lemon Jelly, LCD Soundsystem, Lily Allen, Louie Austen, LP, Lisa Hannigan, Lovage, Low, Luke Winslow King, Luluc, Lykke Li, Madness, Majical Cloudz, Mark Lanegan, Mary Chapin Carpenter, Matt Simons, Maximilian Hecker, Meanwhile Back In Communist Russia, MGMT, Moby, Modest Mouse, Mogwai, Monica Heldal, M.O.O.N, Morcheeba, mum, Musée Mecánique, Mylo, The Never Years, Nickel Creek, Nicolas Jaar, Nightmare On Wax, Nirvana, Nina Simone, Norah Jones, The Notwist, Num9 (y Fantasy Bar, ex Migala), Of Monsters And Men, Ocean Colour Scene, Oasis, Ólafur Arnalds, Old Time Radio, On Dead Waves, Other Lives, P.J. Harvey, Peace Orchestra, The Pogues, The Postal Service, Pram, Primal Scream, Prince, Propellerheads, Pure Bathing Culture, Psychic Ills, Pulp, Radical Face, The Radio Dept., Ramones, Real Estate, Rialto, Rinôçérôse, Roy Orbison, Röyksopp, Roisin Murphy, Sally Shapiro, Sam Beam and Jessica Hoop, Sam Outlaw, The Sand Band, Saint Etienne, Scarlett Johansson, Seabear, Sheryl Crow, The Shins, Sidsel Endresen and Bugge Wesseltoft, Sohn, Sonic Youth, South San Gabriel, Sparklehorse, Suede, Sun Kil Moon, The Steel Wheels, Steve Gunn, Sturgill Simpson, The Style Council, Sun Kil Moon, The Sleepy Jackson, The Talking Heads, Teen Daze, The Devastations, The Innocence Mission, This Inmortal Coil, Timber Timbre, Tiny Vipers, Tora, Tosca, Trentemoller, Tricky, TV On The Radio, U2, Van Morrison, The Wainwright Sisters, The War On Drugs, Washed Out, The Waterboys, Willy Mason, The XX (y Jamie XX), Youth Lagoon y Zero 7.

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