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Mientras tantoHaciendo infusiones caseras

Haciendo infusiones caseras


Las infusiones de hierbas son consideradas remedios caseros, aunque muchos les damos un uso recreativo: las bebemos por placer. ¿Qué les parece elaborarlas en casa para darles personalidad propia? Desde hace algunas semanas me he propuesto hacer mis propias mezclas con lo que tengo a mano o consigo fácilmente; aquí quiero contarles cómo me va con la experimentación.

Una base

Si bien carezco de formación en preparación de tés e infusiones, el sentido común me ha llevado a usar una especie como base de mi mezcla. El culantro o la manzanilla bien pueden desempeñar ese papel, pues su sabor no es demasiado intenso. Ambas especies se consiguen en los supermercados o mercados de El Salvador. Si estuviera en España, correría a un herbolario a comprar hipérico (hipericum perforatum) para usar como base en una mezcla relajante, que propicie la concentración.

Varios acentos

Especies de aroma y sabor intensos pueden funcionar como acentos o saborizantes de las infusiones. El anís, la canela, el jengibre y la cúrcuma, que se pueden conseguir en el mercado o supermercado en mi país, dan notas de sabor intenso al té. También se pueden deshidratar o secar cáscaras de frutas como mango, mandarina, limón, naranja e incluso piña para darle acentos tropicales a la mezcla.

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