Nacida en Buenos Aires en 1964, aunque afincada en Madrid desde 1989, Alejandra Roux se licenció en dibujo y grabado en la escuela nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón de la capital argentina, donde estudió con dos discípulos del artista uruguayo Joaquín Torres García: su hijo, Augusto Torres, y Julio Alpuy, aunque ella reconoce también la influencia de su propio padre, el pintor Guillermo Roux. Si en «El centro del mundo», su primera exposición en esta galería que desde su nombre hace un homenaje al domicilio de Joseph Cornell en Nueva York, hace tres años, Alejandra Roux retrataba objetos, casas y paisajes como si de seres humanos se tratase, ahora recrea al temple de huevo las atmósferas oníricas y viajeras del cuento de hadas alemán «Hänsel y Gretel», recopilado por los hermanos Grimm.
