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He decidido comportarme

 

Rock, literatura, personajes, ficción y los intentos por narrar la música que se escuchaba en Medellín en los 90´s. He decidido comportarme, de Ilegales

 

Tengo el cuerpo lleno de cicatrices. Se me cae el pelo. Tengo fobia al compromiso. Encerrados en la pieza del Hotel Nutibara, las paredes cargadas con una alucinante atmósfera dorada. El sol bajaba por San Cristóbal filtrándose por las cortinas de la pieza. Damato escribía secretos con un marcador sobre la espalda de Clara. Secretos en negro sobre una piel de bikini. Tengo fobia al compromiso pero soy muy posesivo, repitió Damato y lo anotó sobre un omoplato de modelito Vogue.

El maldito ácido siempre traía sus inconvenientes. «He decidido comportarme, he decidido reformarme, he decidido controlarme». Nadie aguanta con los secretos ajenos sin quedar reventado. Ni con los propios. “He decidido comportarme, sonreír a los idiotas, recibir a las visitas casi sin anestesiarme. He decidido reformarme, contestar preguntas tontas, soportar a los artistas sin asesinarlos”. Los efectos de los deslumbramientos intentando no separarse.

Cambio de manos y Clara sostuvo el marcador. Escribió sobre la espalda gruesa del hombre: No sé escoger. Tengo mucho miedo a ser rechazada. Damato no abandonaba la idea de sus cabezas podridas con esa cantidad de tinta, con esa cantidad de miedos. ¿Ahora quién va a olvidar esta mierda? Nadie, nadie olvidará este puto sol de Medellín. Me asusta el futuro. Cambio de rol y de manos. Me gustaría presentarte a mi papá. Cambio. No soporto el mal aliento. Yo no soporto a los niños. Ni mercar cada quince días. Yo pido siempre a domicilio. Pero me gustaría aprender a cocinar. Asar carne. Cocinar frijoles. Lentejas. Me gusta lavar el baño.

“He decidido comportarme, controlar mis intestinos, ignorar mis apetitos y aguantar hasta a tu madre”. Podemos intentarlo sin dejar de apostarle al fracaso. Estoy decidido a mongolizarme. No me gusta lavar los platos. No me gusta rasurarme. Nunca serás mi mejor polvo. Me encanta que hagan ejercicio y tengan brazos fuertes. Que se bañen antes de desayunar. He decidido controlarme. No me gusta que no anden descalzas por la casa. Me encanta andar descalza por la casa. Quiero dejar de pensar que voy directo al dolor. Cambio de rol y de manos. Soy obsesivamente perfeccionista. Cambio. Odio las pelis con subtítulos. Cambio. Nunca digo: te quiero. Cambio. Me da miedo no ser correspondido. Cambio. Nunca he querido a nadie. Así son las jodidas relaciones amorosas. Cambio. Una secuencia de valores inyectados. Una secuencia de valores negociados. ¿Eres tú? Sí, soy yo. ¿Para mí? Para mí.

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