Los apocalípticos tenemos una ventaja: la realidad casi siempre nos sorprene con un escenario algo más risueño del que nosotros hemos imaginado. No sé si esta vez se cumplirá la regla. La cuarta guerra mundial, esa que luchamos sociedad civil y poderes, puede ser sorprendida por un golpe de estado planetario no previsto.
La hipótesis es la siguiente. Los poderes reales, que son pocos y gustan de concentrarse, saben que algo está oliendo mal. La saturación del planeta, incapaz de darnos de comer a todos y por tiempo infinito, las nuevas redes horizontales de ciudadanos (desde grupos de consumo, neocampesinos o recicladores portmodernos hasta grupos autogestionarios, anarcofeministas o veganos radicales), los microconflictos que acontecen en todas las latitudes, las rebeliones del agua o los triunfos del neopopulismo hacen dudar del futuro del sistema en el momento en que mejor le va a los que se benefician de él. Desde que los capitalistas inventaron el dinero de mentira (el mercado financiero), nunca jamás habían ganado tanto dinero como en este tiempo de productos y mentiras tóxicas.
La torpeza de algunos políticos tradicionales, que aún no se deciden a trabajar de manera explícita para sus verdaderos amos, y los brotes de rebeldía son malos para los planes del poder real. Algo hay que hacer. No pueden permitir ellos que el control del caos se les vaya de las manos ahora que han logrado que la gente se olvide de la lucha de clases y cuando, de manera magistral, creían haber convertido a cada ciudadano de los países ‘ricos’ en autómatas que tienen dentro de sus cuerpos la esencia del capitalismo y que, por tanto, jamás se levantarían contra él.
Por eso la hipótesis es la de un Golpe de Estado Mundial: eso es lo que está ocurriendo ahora con esta especulación grosera entorno a las deudas soberanas y a las economías supuestamente desarrolladas. Cuando acabe la tormenta (si es que la estrategia no es mantenernos en la zozobra continua), los poderes nos tendrán mejor amarrados y no habrá duda de quién manda aquí. Estamos viendo en directo el mayor robo económico y plantearlo de la historia de esta especie. Y no nos estamos enterando.