Publicidadspot_img
-Publicidad-spot_img
Mientras tantoHorror en el supermercado CLV – Verano en Madrid III

Horror en el supermercado CLV – Verano en Madrid III


SABINA.- ¿Y ese quién es?

GONÇALO.- Un señor que tiene una hija y canta así: “Laraaaaa, laraaaaa, laraaaaa… Vendetta!”

SABINA.- Qué horror, chaval.

GONÇALO.-  Es que estoy cantando en italiano.

SABINA.- No es por el idioma, sino por lo mal que cantas.

GONÇALO.-  No canto nada mal, me lo decía mi abuela, que canto muy bien…

SABINA.- ¿Dónde está Tiago?

GONÇALO.- No sé, pero este señor de la hija se llama Rigoletto, y el Duque se la beneficia, y luego la cambia por otra que tiene liguero, porque es un poco fetichista. Es de cuando se hacían obras machistas, ahora parece ser que no se escribe ninguna de estas.

SABINA.- ¿A ese tipo de obras has llevado a Tiago?

GONÇALO.- Eh, que me ha llevado él a mí. Bueno, en realidad nos ha llevado Marcelo.

SABINA.- Lo suponía. ¡¡¡Marceloooo!!! ¡Estás pervirtiendo a mi hijo!

GONÇALO.- Estaban todos los espectadores así en varias filas en el Matadero, en una nave al fondo, y había un pianista, y seis cantantes, y yo me pido ser Rigoletto, porque me ha dicho Tiago que esta semana vamos a hacer esa ópera aquí en el supermercado, y…

TIAGO.- (Llegando de repente.) ¡Mamá! ¡Yo no he sido!

SABINA.- ¿El qué?

TIAGO.- Ah… ¿No has venido a regañarme por algo?

SABINA.- Pues mira, esta vez, no, venía a decirte que me vuelvo al pueblo, a Fundão, pero ya que te pones, cuéntame lo que has hecho.

TIAGO.- No te puedes volver ahora, que tenemos que hacer Rigoletto y a ti te ha tocado el papel de Gilda.

SABINA.- ¿Y esa quién es?

TIAGO.- La hija de Rigoletto.

GONÇALO.- De la que se beneficia el Duque, te lo he dicho antes.

SABINA.- ¿Y quién hace del Duque?

GONÇALO.- Yo no, porque yo hago de Rigoletto.

TIAGO.- Pero, eso no puede ser, habíamos dicho el otro día que yo era Rigoletto.

GONÇALO.- Pero eso lo habíamos dicho antes de que fuéramos a ver Rigoletto a Matadero. Ahora que la he visto, he decidido que yo hago de Rigoletto.

TIAGO.- No es justo…

GONÇALO.- Ya. La vida no es justa.

SABINA.- Me quedo si el Duque es Marcelo y se me beneficia.

GONÇALO.- Qué mente más calenturienta tienes.

TIAGO.- ¿Qué es tener una mente calenturienta?

GONÇALO.- A lo mejor Marcelo no puede ser el Duque porque no es tenor.

SABINA.- ¿Y eso a mí qué me importa? Si el Duque es Marcelo, Marcelo tiene que beneficiarse de Gilda, y…

TIAGO.- ¿Y eso qué significa?

GONÇALO.- A ver, ¿no has visto anoche Rigoletto?


Rigoletto de Ópera Garage – foto de Enrique Moreno Esquibel

TIAGO.- Sí, pero no sé italiano.

GONÇALO.- Si era muy fácil de entender… A ver, Rigoletto tiene una hija llamada Gilda, que se queda en casa para que no la vea nadie, limpiando la casa con un plumero, y a su padre le gusta que se quede en casa con el plumero y no conozca mundo, porque tiene miedo de que la perviertan. Y entonces se le mete un tipo en casa que le dice que es un joven majete llamado Gualtier Maldé, al que ha conocido yendo a misa, pero de majete no tiene nada, porque realmente es el Duque disfrazado, y es un ligón empedernido que va de flor en flor y canta una canción estúpida metiéndose con las mujeres. Entonces el Duque, que es un cerdo, hace que Sparafucille rapte a Gilda, y se la beneficia. Y así Gilda conoce mundo, que es lo que no le dejaba hacer su padre, pero conoce de mundo todo de golpe, porque se encuentra con un cerdo como el Duque que…

TIAGO.- Pero es que no entiendo qué es eso de beneficiársela.

GONÇALO.- ¿Te acuerdas cómo sale de la casa en el segundo acto, después de que la hayan raptado?

TIAGO.- Sí, en ropa interior.

GONÇALO.- Pues eso.

TIAGO.- ¿Beneficiarse de alguien es dejarle en ropa interior?

GONÇALO.- Más o menos.

TIAGO.- Ah…

GONÇALO.- Entonces Rigoletto jura venganza otra vez, y decide que quiere matar al Duque, y le da dinero a Sparafucille para que lo mate, pero mientras tanto el Duque se lía con Maddalena porque lleva liguero, y le gusta meter billetitos en el liguero, y Gilda lo ve y se pone triste porque se da cuenta de que es realmente un cerdo y no un tipo majete llamado Gualtier Maldé que va a misa con ella. Y entonces hay una serie de muertes por ahí, y meten a una persona en un saco, y entre Sparafucille y Rigoletto arrastran el saco por todo el escenario, y cuando Rigoletto cree que el que está dentro del saco es el cerdo del Duque, resulta que le oye cantar esa canción de mierda sobre las mujeres, y se da cuenta de que no puede ser el muerto, y abre el saco y en el saco, ¿quién está?

SABINA.- ¿Quién?

GONÇALO.- ¡Gilda!

SABINA.- ¿Yo? ¿Me vais a meter en un saco y a arrastrar por todo el suelo?¨

GONÇALO.- Pero solo por exigencias del guion, Sabina.

SABINA.- Ah, bueno, si es por exigencias del guion…

GONÇALO.- A ver, el caso es que el Rigoletto de ayer estaba interpretado por seis cantantes, Javier Franco, Jose Luis Sola, Ruth Terán, Sandra Ferrández, David Cervera y Pedro Quiralte, y por un pianista, Miquel Ortega, que iba con un mono azul, quizá por el nombre de la compañía, Ópera Garage. Se dedican a mostrar óperas para todos los públicos, y como nadie antes las ha mostrado. Esta es la tercera, porque antes han hecho La bohème y Lucia de Lammermoor. Y las óperas las dirige Emiliano Suárez.

TIAGO.- ¿Crees que le podemos llamar para que nos dirija?

SABINA.- ¿A quién?

TIAGO.- A Emiliano Suárez.

SABINA.- Pero, ¿a quién va a dirigir?

TIAGO.- A nosotros. A ver, he pensado que si esta compañía que estaba en Veranos de la Villa se llama Ópera Garage, pues nosotros podemos llamarnos Ópera Supermercado y hacer aquí las óperas, en este pasillo del súper, que es el más amplio. Empezaríamos por Rigoletto.

SABINA.- Pero somos murciélagos.

TIAGO.- Anda, eso ya lo sé…

SABINA.- Un director que dirige óperas no va a estar dirigiendo por encargo una compañía de murciélagos, que además cantan mal…

GONÇALO.- Eso lo dirás por ti, Sabina, porque yo canto muy bien, ya me lo decía mi abuela.

TIAGO.- A ver, Marcelo, Finea, tú, Gonçalo, tú Sabina, y yo, somos cinco. Nos falta uno para ser seis.

GONÇALO.- Carol.

TIAGO.- Carol es humana.

GONÇALO.- Bueno, nadie es perfecto. Pero tal vez le apetezca hacer una ópera como nadie antes la ha hecho. ¡Un elenco de cinco murciélagos y una humana! ¡Suena bien!

TIAGO.- ¿Vamos a preguntarle?

GONÇALO.- ¡Vamos!

SABINA.- ¡Eh! ¿A dónde vais? ¡Decidme donde está Marcelo, que se me tiene que beneficiar por exigencias del guion!

@nico_guau

Más del autor

-publicidad-spot_img