(Se advierte que esta entrada puede contener escenas violentas y trazas de leche.)
GONÇALO.- Pero es que las murciélagas vuelan. ¿No?
TIAGO.- Claro. Todo el rato. Son unas pesadas.
GONÇALO.- Pues eso, Vuelan murciélagas.
CAROL.- No entiendo nada…
GONÇALO.- La cartelera de este supermercado no está preparada para que tú la entiendas, Carol.
CAROL.- Vaya, qué bonito piropo…
GONÇALO.- A ver… Es una obra que va sobre los sermones de las murciélagas en el siglo XVII.
CAROL.- ¿Las murciélagas daban sermones en el siglo XVII?
GONÇALO.- En ese siglo y en muchos otros siglos. Las murciélagas son muy dadas a dar sermones.
TIAGO.- ¿Eh?
GONÇALO.- Son muy prolijas en sermones.
TIAGO.- ¿Cómo?
GONÇALO.- Muy sermoneras. Dan muchos sermones. Sermonean todo el rato. Espera, que te leo la sinopsis. (Saca de no se sabe dónde el móvil de Carol.)
CAROL.- ¡Eso es mío! ¡Chorizo!
GONÇALO.- (Leyendo de la pantalla del móvil.) «Vuelan murciélagas pone ante los murciélagos del siglo XXI un Arte de sermones para tiempos inciertos: inciertos los de entonces e inciertos también los nuestros.”
TIAGO.- No entiendo nada.
GONÇALO.- Ya, es que yo soy un ser incomprensible, en eso radica mi encanto.
CAROL.- No tenéis ninguna gracia plagiando sinopsis, os lo digo sinceramente…
GONÇALO.- Ya, otra la que le gusta dar sermones.
CAROL.- ¿Eh?
GONÇALO.- Carol, pareces una murciélaga dando sermones.
CAROL.- Tú eres bastante imbécil, ¿no?
TIAGO.- Oye, Carol, no insultes a mi amigo.
GONÇALO.- Si tú y yo no somos amigos.
Pausa tensa. Carol quiere su móvil. Tiago pensaba que Gonçalo era su amigo. Gonçalo busca algo en el móvil de Carol.
TIAGO.- Y esto de los sermones, ¿qué es?
CAROL.- ¡Tiago! ¡Es por el montaje de la Abadía, que antes estuvo en el Teatro de la Comedia. ¡Vuelan palomas!
TIAGO.- ¡Ah!
Vuelan palomas – foto de Sergio Parra
GONÇALO.- Yo os estoy leyendo la programación que tengo para los próximos meses aquí en el Teatro del Supermercado. Lo que pongan en la Abadía o el Teatro de la Comedia me la trae floja…
CAROL.- Qué ordinario.
TIAGO.- ¿Qué es ser ordinario? ¿Lo contrario de extraordinario?
CAROL.- A ver, listillo, ¿y qué más tendremos en el supermercado, listillo?
GONÇALO.- Pues, verás, he programado una ópera que se llama La Regenta, y que es la historia de una murciélaga que se aburre en una ciudad de provincias, y está casada con un aburrido murciélago, pero a ella lo que le gusta es ir a confesarse con un murciélago cura, pero cuando el cura va y la mete mano, ella se echa un amante y…
CAROL.- No digas que un cura le mete mano a la murciélaga porque te cierran el teatro.
TIAGO.- ¿Por qué?
CAROL.- Uy, es muy largo de explicar…
GONÇALO.- Vale, Carol, ¿te puedes callar cuando os cuento la programación de del Teatro del Supermercado?
CAROL.- No me da la gana.
GONÇALO.- Ya, ya entiendo lo que pasa, a ti te gustaría estrenar en primicia en tu teatro los estrenemos mundiales de este teatro mío, pero nada, eres una simple cajera.
CAROL.- Imbécil.
GONÇALO.- Payasa.
CAROL.- La ópera La Regenta se ha estrenado en Naves del Español en Matadero hace unos días.
La Regenta – foto de Esmeralda Martín
GONÇALO.- Ya, ¿y?
CAROL.- Bueno, que…
GONÇALO.- No es la misma de Matadero. Esta es otra.
CAROL.- Qué programación más original…
GONÇALO.- También he programado dos espectáculos de una compañía de teatro para pequeños murciélagos que se llama La Rous Murciélaga que cumple quince años. Los espectáculos son La casa del murciélago, que habla del abuelo murciélago… Os leo. (Lo hace.) “El abuelo murciélago vive en su rutina: se lava a la misma hora, desayuna a la misma hora, revolotea a la misma hora. Un día, sus alas deciden dejar de volar, y poco a poco se va apagando. Cuando el abuelo se marcha para siempre, los que quedan, construyen una casa muy cerca de él para que no se sienta solo.”
TIAGO.- Qué bonito.
GONÇALO.- Es que yo hago una programación muy buena.
CAROL.- Esto lo cuentas porque el domingo pasado y el que viene la compañía La Rous Teatro celebra su decimoquinto aniversario en la Cuarta Pared, con La casa del abuelo, que ya fue, y con Hilos, que será el domingo 12.
Hilos de La Rous Teatro – foto de Gerardo Sanz
GONÇALO.- Justo, la siguiente obra de la que os oba a hablar es Hilos murciélagos. (Lee.) “Venimos al mundo unidos por el cordón umbilical que nos entrelaza de una manera única a nuestra madre murciélaga, pero, ¿qué pasa luego con ese hilo murciélago? El cordón se corta al nacer, pero el vínculo que se crea entre ambas partes murciélagas, como un hilo invisible, permanece vivo. Os hablo de la historia de mi madre, una mujer llena de vida, que dio luz a catorce murciélagos unidos a ella por un hilo.”
CAROL.- Mira, Gonçalo, estás copiando tal cual lo que viene en las webs de los teatros, le pones un par de veces la palabra “murciélago”, y te crees que eso es programar un teatro.
GONÇALO.- No, claro, me vas a enseñar tú a mí a programar… Tú, una cajera del montón.
CAROL.- Eres un inmundo, Gonçalo.
GONÇALO.- Y tú dos inmundas.
TIAGO.- Jejeje, qué divertido…
CAROL._ Dame mi móvil.
GONÇALO.- No lo tengo,
CAEROL.- ¿Y eso que tienes entre las alas?
Gonçalo tira el móvil con todas sus fuerzas sobre unos bricks de leche, que caen al suelo. Uno de ellos se abre y la leche corre libre por los baldosines del supermercado.
CAROL.- ¡Mira lo que has hecho! ¡Ven aquí! ¡Te vas a enterar!
Gonçalo sale volando. Carol corre detrás de él. Tiago se queda en el suelo chupando la leche.
Continuará…
@nico_guau
La casa del abuelo de La Rous Teatro