Miércoles por la tarde. Finea está persiguiendo a Marcelo por todo el supermercado, dando gritos. Vuelvan pasillo arriba y pasillo abajo, como dos murciélagos locos.
FINEA.- ¡Que me has dejado sola todo el mes! ¡Te has pasado el día entero en el Festival de Otoño! ¿Y cuando se acabe el otoño, qué vas a hacer? ¿Irte al Festival de Invierno?
MARCELO.- ¡Es que no tú no lo entiendes!
FINEA- ¿Qué tengo que entender? ¿Qué pasas de mí? ¿Qué tienes a otra?
MARCELO.- ¡Que yo no tengo a otra!
FINEA.- ¡No me haces ni caso! ¡Te sigo volando por toda la ciudad y me das esquinazo! ¡Y así no se puede mantener una relación!
MARCELO.- ¡Pues te vuelves a Almagro y me dejas en paz! ¡Que yo no quiero casarme, lo que quiero es ir al teatro! ¡A ver si te enteras de una vez!
FINEA.- ¡No me da la gana volverme a Almagro! ¡Quiero ir al teatro contigo aquí en Madrid!
MARCELO.- ¡No puedes venir conmigo!
FINEA.- .- ¡Hoy no creas que me vas a esquivar por las calles de la Madrid, que me he comprado un callejero y me lo he estudiado de arriba abajo!
MARCELO.- ¡Pero es que un murciélago en el teatro no llama la atención, pero dos, sí!
FINEA.- ¿Qué vas a ver hoy?
MARCELO.- ¡No te lo puedo decir!
FINEA.- ¡Deja de ocultarme cosas!
MARCELO.- ¡Es que no se puede decir!
FINEA.- ¡DÍMELO!
MARCELO.- ¡Que no te lo puedo decir, porque está gafado! ¡Y deja de perseguirme, que me tienes ya con la lengua fuera!
FINEA.- ¿Qué es lo que está gafado? ¿Decirme lo que vas a ver? ¿Porque si me lo dices voy yo también? ¿Por eso está gafado?
MARCELO.- ¡Que no! ¡Si paramos te lo explico!
Finea se detiene en seco. Marcelo sorprendido gira la cabeza hacia ella y, como seguía volando, sin darse cuenta se estampa contra unas latas de judías verdes.
MARCELO.- ¡Ah! ¡Lo que me faltaba! ¡Qué golpazo!
FINEA.- Déjate de cuentos y dime por qué no me puedes decir lo que vas a ver hoy.
MARCELO.- Es que si lo digo puede pasar algo…
FINEA.- ¿Pasar qué?
MARCELO.- Algo.
FINEA.- Que te dé un revés con el ala izquierda que te salte un ojo, eso es lo que puede pasar… Pero pasará como no me lo digas.
MARCELO.- Verás… (Comienza a rascar la pintura de la pared para escribir unas letras. Primero la M, luego la A, luego la C…)
FINEA.- Ya estamos con gilipolleces… ¿Ahora jugamos a las adivinanzas? ¡Macario! ¡Maciste! ¡Macedonia!
MARCELO.- No es una adivinanza… (Letra B. Letra E. Letra T.)
FINEA.- Ah, vale…
MARCELO.- Pues ya sabes… (Termina con la letra H.)
FINEA.- ¡Macbeth!
En ese momento se funde una bombilla en el pasillo de los huevos.
MARCELO.- ¡Sssshhh! ¡Pero que no lo digas!
FINEA.- ¿Y para eso tanto misterio? ¡Pero si yo he visto unas cuantas veces Macbeth en Almagro!
Se cae (inexplicablemente) un frasco de lentejas cocidas y se estalla contra el suelo.
MARCELO.- ¿Ves?
FINEA.- ¿Qué?
MARCELO.- ¡No lo digas más!
FINEA.- ¿El qué?
MARCELO.- ¡Que está gafado!
FINEA.- ¡Que no entiendo nada!
MARCELO.- ¡Es una maldición! ¡Solo se puede pronunciar en el escenario!
FINEA.- ¿El qué?
MARCELO.- El título de esa obra que está en el María Guerrero, que se ha hecho como homenaje a Gerardo Vera, y que…
FINEA.- Pues yo también voy a ver ese Macbeth.
Estalla una tubería en los baños del vestuario del supermercado, con gran estruendo.
MARCELO.- ¿Lo ves? Cállate, no lo digas más, por favor.
FINEA.- ¿Pero estás hablando en serio? ¿Es que no puedo decir Macbeth?
Oscuro, que no es otra cosa que un apagón general en el supermercado.
MARCELO.- ¡La maldición ha llegado al súper!
(¿Qué pasará con el supermercado? ¿Sobrevivirá al título maldito? ¿Verá Finea alguna obra en Madrid junto a Marcelo? Para saber todo lo que pasa en este terrible supermercado y algunas cosas fuera de él, pulsar aquí.)
@nico_guau