Finea está enfadadísima, pegando con un fuet (de marca blanca) a Marcelo, al que tiene atado a una columna. Carol ha cogido una silla y se ha sentado a mirar la escena mientras come pipas y ríe.
MARCELO.- ¡Que me dejes en paz!
FINEA.- Así que, ¿Sabina? Prefieres a Sabina, una murciélaga portuguesa que odia el teatro, en vez de a tu novia de toda la vida.
MARCELO.- ¡Que tú no eres mi novia!
FINEA.- ¿Cómo te atreves…?
MARCELO.- Y además, Sabina ya no odia el teatro… Eso era antes…
FINEA.- Estúpido. (Le pega con el fuet.)
MARCELO.- ¡Ay! Y, por cierto, los murciélagos somos promiscuos, eso lo he aprendido al salir de Almagro… ¡Que hay muchos murciélagos en el mundo! ¿Lo sabías?
FINEA.- ¡Eres un cerdo! (Le arrea un garrotazo tal con el fuet, que a Marcelo se le saltan las lágrimas.)
MARCELO.- ¡Aaaaah! ¡Eres una bruta!
FINEA.- ¡Y tú un cerdo!
CAROL.- Pero bueno, ¿a qué viene todo esto? Que yo ya me he perdido…
MARCELO.- Y tú ahí comiendo pipas, Carol, uy no me defiendes…
FINEA.- ¿No has leído lo que ha escrito sobre su visita a Portugal?
MARCELO.- Bueno, pero lo que he escrito a lo mejor no es cierto del todo…
CAROL.- ¿Qué ha escrito?
FINEA.- Que se ha liado con una tal Sabina, una murciélaga de Fundão, el pueblo donde se hace la Feria Ibérica…
MARCELO.- ¿Y si me he inventado lo de Sabina?
FINEA.- No tienes tú tanta imaginación como para eso… Y, además, yo sé que te gusta mucho la autoficción… No haces más que decir que odias la autoficción, pero sé que no es verdad… ¡Si por ti fuera, todo sería autoficción!
MARCELO.- Bueno, pues es verdad, hala… Me he liado con Sabina, y a nuestro murcielaguito le vamos a llamar Fundão.
FINEA.- ¡Imbécil! (Le arrea otra vez con el fuet.)
CAROL.- ¿Cuántos hijos podéis tener los murciélagos en un solo encuentro? Lo digo porque si tienes más de uno, pues habrá que ir pensando nombres…
FINEA.- Y tú no te pases de lista, Carol…
MARCELO.- Ten cuidado, Carol, que te arrea.
FINEA.- ¡Payaso! (Le arrea.)
MARCELO.- ¡Y a mucha honra!
FINEA.- ¡Imbécil! (Le arrea y se le parte el fuet en dos.) ¡Mira lo que has hecho!
CAROL.- ¡Ahora lo pagáis!
MARCELO.- Que lo pague Finea, que es quien lo ha roto…
FINEA.- Lo has roto tú con la cabeza…
MARCELO.- ¿Me quieres desatar ya?
FINEA.- No. ¿Le retienes aquí, Carol? Que voy a buscar un palo de fregona o algo así… Lo del fuet no ha sido una buena idea…
MARCELO.- Es que era un fuet de marca blanca… Y ya se sabe…
FINEA.- ¡Imbécil! (Le tira las dos partes del fuet a la cabeza.) Ahora vengo. Como se te ocurra soltarle, Carol, te vas a enterar.
Finea se va. Carol mira a Marcelo con una sonrisa picarona bajo la mascarilla. Marcelo le hace ojitos.
CAROL.- No pongas esa cara, que no te pienso desatar…
MARCELO.- Pues no te llevo al teatro.
CAROL.- Ah, mira, pues voy yo sola… No te fastidia…
MARCELO.- Por favor…
CAROL.- ¿Es verdad?
MARCELO.- ¿El qué?
CAROL.- Lo de esa tal Sabina.
MARCELO.- No te lo pienso decir…
CAROL.- Bueno…
MARCELO.- Os enteraréis el año que viene, cuando llegue la tercera edición de la Feria Ibérica.
CAROL.- Vale… Sabré esperar… (Sigue sonriendo bajo la mascarilla.)
MARCELO.- No me mires así… ¿Qué has visto estos días?
CAROL.- Poca cosa… Es que he estado visitando a mi tía, que estaba mala, y… Pero vi Vengo! de Sara Cano en Veranos de la Villa, en Conde Duque.
Vengo! de Sara Cano en Veranos de la Villa – foto de marcosgpunto
MARCELO.- Ah, ya sé cuál, la vi el año pasado, es esa que ya le puse un negativo por no poner el signo de admiración al principio.
CAROL.- Ya, es lo único malo del espectáculo, que falte eso en el título…
MARCELO.- Pero si yo he estado en Vengo! los dos días, viernes y sábado, y no te he visto.
CAROL.- Ni yo a ti. ¿Por qué vas sin decirme nada?
MARCELO.- Porque si venía por el súper a decírtelo, sabía que Finea se iba a enfadar… Porque ya habría leído lo que he escrito sobre la Feria Ibérica…
CAROL.- ¿Y no me viste en el patio del Conde Duque?
MARCELO.- Pues es que aún estaba recordando mis días en Fundão … Y entonces, pues ni me di cuenta…
CAROL.- Ah, tan interesante fue Fundão… ¿O Sabina?
MARCELO.- ¡Fundão!
CAROL.- Claro, claro…
MARCELO.- Bueno, cuéntame algo de Vengo!.
CAROL.- ¿Qué te cuento? Pues que me lo pasé muy bien y que salí con ganas de bailar. Fui con un amigo que estuvo haciendo chistes todo el rato antes de entrar…
MARCELO.- ¿Un amigo? Uuuuh, no me lo habías contado…
CAROL.- No tengo por qué darte explicaciones.
MARCELO.- Pues no te contaré lo de Sabina.
CAROL.- Eres un chantajista…
MARCELO.- Ya… Siento darte la razón y escapar a cualquier atisbo de conflicto, que en el teatro siempre gusta lo del conflicto… Pero es verdad. Ya me lo decía mi madre cuando era niño… Soy un chantajista…
CAROL.- ¿En el teatro? Pero esto no es teatro. Esto es realidad. Estamos en el supermercado hablando de teatro, un murciélago y una humana. Mientras una murciélaga busca algo con que pegarte.
MARCELO.- Entonces, esto es autoficción.
CAROL.- No, es realidad.
MARCELO.- ¿No es lo mismo?
CAROL.- No sé, tengo un cacao ya con la autoficción… Bueno, de qué hablábamos… Ah, sí, que fui a Vengo! con un amigo que decía que si le llevo a ver folklore, que qué alegría los bailes regionales, que si qué bonito, todo irónicamente, y yo le decía que se esperara a verlo, porque se basa en el folklore, pero…
MARCELO.- ¿Quién es ese amigo tuyo?
CAROL.- ¿Ya estás celoso?
MARCELO.- No, solo que le voy a decir yo dos cositas…
CAROL.- No, si no pasa nada, si ya se las dije yo… Y además cuando salimos me confesó que le había gustado mucho… Todo menos la luz.
MARCELO.- ¿La luz?
CAROL.- La luz del espectáculo.
MARCELO.- ¿Vas al teatro con gente que se pone a mirar los focos?
CAROL.- No me lo esperaba, pero bueno… Creo que vio el espectáculo y también miro los focos a veces… De cualquier modo, no es un espectáculo de bailes regionales ni de folklore, solo se basa en ello para crear algo muy sugerente y atractivo. Me encanta cuando se ponen a tocar percusión con los elementos que tienen en escena, y también el momento de las danzas vascas, y…
MARCELO.- Y cuando bailan en corro al principio… Y…
CAROL.- Pues yo repetiría…
MARCELO.-Y yo… Por cierto, que os dieron un abanico de Veranos de la Villa, que lo vi yo desde arriba…
CAROL.- ¡Sí! ¡Aquí lo tengo! Un abanico muy oriental… Esa noche no hizo falta, pero me lo llevaré el resto de noches…
MARCELO.- ¿Qué más vas a ver?
CAROL.- Bueno, pues hay un montón de conciertos esta semana. Mañana martes hay una cantante coreana con un guitarrista de jazz, se llaman Youn Sun Nah y Ulf Wakenius. Y el jueves Julia de Castro, presentando un disco…
MARCELO.- Julia de Castro… ¿la famosa Julia de Castro?
CAROL.- Bueno, famosa, famosa…
MARCELO.- Que sí, que se habla de ella en una novela… A ver, si quieres te lo cuento, pero ahora no, porque va a venir Finea y…
CAROL.- ¿También se pone celosa de las humanas? ¿No solo de las murciélagas?
MARCELO.- Uhhhh, claro…
Ambos ven que Finea se acerca y siguen hablando de Veranos de la Villa.
CAROL.- También hay otros conciertos en Conde Duque, el sábado de Carlos Benavent, Tino di Geraldo y Jorge Pardo, llamado 20 años, y el domingo un homenaje a Marvin Gaye que se llama Fight for your Rights.
MARCELO.- ¿Y de teatro?
FINEA.- ¿De qué hablaís?
CAROL.- De teatro….
MARCELO.- ¿Puedes empezar a pegarme ya? Cuanto antes empieces, antes acabas…
FINEA.- Te pegaré cuando a mí me dé la gana.
MARCELO.- Pesada…
Tras un silencio tenso, Carol sigue hablando de Veranos de la Villa en Conde Duque.
CAROL.- Bueno, pues en las bóvedas del Conde Duque hay una instalación que se llama Grumildos, que son autómatas con vida propia, … Y luego, en uno de los patios, Carman, un hombre que se enfrenta a un coche.
MARCELO.- ¡A un 600! ¡Lo he visto! ¡Me encanta! ¡Yo repito! ¡Es una lucha entre Javier Ariza y un 600! ¡Lo he visto en Fundão!
FINEA.- ¿Otra vez Fundão?
MARCELO.- Bueno, ¿qué quieres que haga? ¿Que no vuelva a nombrar Fundão en la vida?
FINEA.- ¡Toma, para que te acuerdes de Fundão! (Le pega con el palo de la fregona.)
MARCELO.- Esto me recuerda a los títeres de cachiporra que vi en Fundão, se llamaban Teatro Dom Roberto, y unos pegaban a otros…
FINEA.- ¿Cómo les pegaban? ¿Así? (Le pega varias veces con el palo de la fregona en la cabeza.)
MARCELO.- ¡Aaah! ¿Todo lo arreglas a palos, Finea?
FINEA.- ¡Imbécil! (Le pega un garrotazo muy fuerte, de modo que el palo de la fregona se dobla.)
MARCELO.- ¡Aaaaaaaaaaaaay!
CAROL.- Lo pagas, Finea…
FINEA.- ¡No pienso pagar nada! ¡Cada vez hacen las cosas de peor calidad! Además, que no lo he roto yo, que ha sido la cabeza de Marcelo.
(¿Sobrevivirá Marcelo a la paliza de Finea? ¿Será que Finea ha visto demasiados títeres de cachiporra? ¿Habrá que llamar a la sociedad protectora de murciélagos? Para saber todo lo que pasa en este terrible supermercado y algunas cosas fuera de él, pulsar aquí.)
@nico_guau