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Mientras tantoHorror en el supermercado XXXVII - Salvemos las ballenas y tal y...

Horror en el supermercado XXXVII – Salvemos las ballenas y tal y tal…


 

Se advierte que esta entrada contiene lenguaje y escenas que pueden herir la sensibilidad del lector, además de desnudos integrales. Y no queremos dejar de hacer saber que contiene lactosa, y puede contener trazas de cacahuetes, almendras, y otros frutos de cáscara, y también de soja, altramuces, huevo, mostaza, pescado, sésamo y gluten. Iniciada la lectura de esta entrada, no se permitirá el acceso al lector, excepto en las pausas, si las hubiere. Y por último, incluso pudiera ser que al final de la entrada apareciera un muerto en el cuarto oscuro.

 

Y si necesita usted para la lectura una bolsa de plástico, se la cobraremos a precio de jamón ibérico.   

 

Sábado por la mañana. Manoli no tiene ganas de trabajar. Pone el cartelito de cerrado en su caja y va a ver a Carol, que está cobrando a un cliente.

 

MANOLI.- Oye, tenemos que hablar de eso, así que ciérrate y vamos…

 

CAROL.- Espera que estoy cobrando. (Al cliente.) Son cuarenta y siete euros con quince céntimos.

 

CLIENTE.- ¿Cómo?

 

CAROL.- Cuarenta y siete con quince.

 

CLIENTE.- ¿Por una barra de pan, unos cereales y una cerveza?

 

CAROL.- si no me cree, aquí tiene el ticket.

 

CLIENTE.- Debe haber un error.

 

CAROL.- ¿Qué insinúa? Yo nunca cometo errores.

 

CLIENTE (leyendo el ticket).- ¿Lo ve? Hay un error.

 

CAROL.- Caballero, eso es imposible.

 

CLIENTE.- Aquí está bien claro… (Le señala el punto del ticket en que ve el error.) Cuarenta y dos euros la bolsa de plástico.

 

CAROL.- Sí, y mañana quizá suba…

 

CLIENTE.- Vamos, hombre, ¡qué dice…!

 

CAROL.- ¿Otro que quiere devolver la bolsa?

 

CLIENTE.- Pero cómo va a costar eso una bolsa…

 

CAROL.- Que nos estamos cargando el planeta, señor… Salvemos las ballenas y tal y tal …

 

CLIENTE.- Pues me lo llevo sin bolsa…

 

CAROL.- ¡El cartel está muy claro!

 

CLIENTE.- ¿Qué cartel?

 

CAROL.- ¡Este! (Le muestra un cartel.)

 

CLIENTE.- Ese cartel está escrito a mano.

 

CAROL.- Bueno, qué novedad, a mí me lo va a decir, que lo he escrito yo… Hay que ahorrar impresoras, caballero, que están hechas de plástico… ¡Salvemos las ballenas y tal y tal…!

 

CLIENTE.- ¿Pero nos estamos volviendo locos?

 

CAROL.- Yo no, ¿y usted?

 

CLIENTE.- Me lo llevo sin bolsa, descuéntemela.

 

CAROL.- ¿Prefiere llevárselo debajo del sobaco?

 

CLIENTE.- Eso es, debajo del sobaco…

 

CAROL.- Allá usted. (Le descuenta la bolsa.) Pues son cuatro euros y quince céntimos.

 

CLIENTE.- Pues aquí tiene. Se lo doy exacto.

 

CAROL.- Pues hala, coja los cereales y métaselos bajo un sobaco, la barra bajo el otro sobaco y la cervecita se la puede meter por el culo…

 

CLIENTE.- ¡Ordinaria!

 

CAROL.- Yo es que soy muy del terruño, muy de tortilla de patatas, ya le digo.

 

CLIENTE.- Lo que es usted es una maleducada.

 

CAROL.- ¡Y usted un imbécil y un cantamañanas y un facineroso!

 

CLIENTE.- ¿Y eso qué es?

 

CAROL.- ¡Pregúnteselo a Raúl Losánez!

 

CLIENTE.- ¿A quién?

 

CAROL.- Y además, ¡no le importa nada la supervivencia del planeta! Si fuera por usted, ya estaríamos a la deriva en una isla de plásticos por el Océano Pacífico…

 

CLIENTE.- ¡Está chiflada!

 

CAROL.- Ande, lárguese que ya me estoy poniendo nerviosa y cuando me pongo nerviosa no me controlo y le podría hasta insultar.

 

CLIENTE.- ¿Más de lo que ya lo ha hecho?

 

CAROL.- Uy, no me conoce usted, yo, de insultos, me sé muchos, no ve que soy de pueblo. Y no se pase usted de listo, que nosotras, esta y yo (señala a Manoli), tenemos un muerto en el cuarto oscuro. Así que si no quiere engrosar la larga lista de nuestros asesinatos, márchese rapidito. (Saca un cuchillo de debajo de la caja registradora y el cliente sale corriendo despavorido.)

 

MANOLI (que lo ha visto todo).- Carol, te has pasado…

 

CAROL.- Sí, hombre, lo que tú digas…

 

MANOLI.- Te has pasado… Nosotras no hemos matado a nadie. Si acaso se ha muerto el del cuarto oscuro, se ha muerto él solito. Nosotras no hemos sido.

 

CAROL.- Por cierto, que en lo que va de mañana nadie ha pagado la bolsa a ese precio, con lo cual nuestra táctica para conseguir dinero para ir al teatro no nos está saliendo bien. A este paso tendremos que colarnos en los teatros, porque como sigamos así no podremos pagar todo lo que vemos.

 

MANOLI.- Pues nos colaremos…

 

CAROL.- Claro, colarse en el teatro es menos delito que robar o matar a uno el cuarto oscuro.

 

MANOLI.- Qué pesada, que no le hemos matado…

 

CAROL.- Deberíamos ir a ver, ¿no? Llevamos haciéndonos las remolonas una semana.

 

MANOLI.- ¿Vamos?

 

CAROL.- Venga, vamos.

 

Comienzan a andar hacia el cuarto oscuro, en silencio y muy despacio, porque realmente les apetece bien poco lo que van a hacer. Para quien esté un poco perdido, pues resulta que hace ya unos meses, Manoli y Carol, compinchados con Lorenzo, el encargado del súper, encerraron en el cuarto oscuro a un tipo que dijo que no le gustaba el teatro, y se propusieron curarle.  

MANOLI.- Carol, te tengo que confesar que yo realmente te mentí…

 

CAROL.- Oh, qué mentirosa-hija-de-puta-cabrona eres…

 

MANOLI.- ¿Por qué me hablas así?

 

CAROL.- Ah, porque esta mañana dijimos que hoy podríamos decir ordinarieces.

 

MANOLI.- ¿Cuándo dijimos eso?

 

CAROL.- ¿No lo dijimos?

 

MANOLI.- Esta mañana no hemos hablado…

 

CAROL.- Lo habré soñado…

 

De repente del pasillo de los dodotis sale una chica desnuda, que resulta ser Juliana, la que se encarga de la frutería. Completamente desnuda. Desnuda integral. Esas cosas que si suceden en una obra de teatro en un teatro público habría que advertir en el programa de mano y en la web. Pero Carol y Manoli no tienen sensibilidad y por eso no sienten herida su sensibilidad al ver a Juliana desnuda. Ya ves, si existe la posibilidad de que hayan matado de hambre a un tipo en el cuarto oscuro, y son capaces de cobrar cuarenta y dos euros por una bolsa de plástico para pagarse sus vicios teatrales, cómo van a sentirse heridas por ver a Juliana desnuda.

 

JULIANA.- ¡Hasta luego, chicas! (Se mete corriendo por el pasillo de pescadería.)

 

MANOLI.- Hasta luego, Juliana…

 

Entonces tras Juliana aparece Lorenzo, también completamente desnudo y además con su miembro erecto. Pero esto a Carol y a Manoli tampoco les afecta.  

 

LORENZO.- Hola, chicas, ¿habéis visto a Juliana?

 

CAROL.- Sí, se ha metido por el pasillo de la pescadería.

 

LORENZO.- Gracias, es que estamos jugando al gatón y al rato.

 

MANOLI.- Querrás decir al ratón y al gato.

 

LORENZO.- Anda, menos corregirme cuando hablo y más ocuparse del cadáver que debéis tener en el cuarto oscuro… (Desaparece por el pasillo de la pescadería.)

 

Carol y Manoli caminan silenciosas. Despacito… De repente se encuentran una bolsa de cacahuetes en el suelo, abierta, con los cacahuetes desparramados por el suelo.

 

CAROL.- Madre mía, qué gasto de plástico. Nos estamos cargando el planeta.

 

MANOLI.- Ya te digo…

 

CAROL.- Es increíble.

 

MANOLI.- Sí…

 

CAROL.- Salvemos las ballenas y tal y tal…

 

MANOLI.- Te he de confesar que desde hace 2 meses no sé nada del tipo del cuarto oscuro. Cuando me tocaba a mí darle de comer, me hacía la remolona. Así que solo habrá comido las semanas que te tocaba a ti alimentarle…

 

CAROL.- ¿Sabes que hoy estrenan una obra en que Bob Esponja se muere porque ha comido mucho plástico que había en el océano?

 

MANOLI.- Sí, hombre… Pero si Bob Esponja no existe.

 

CAROL.- ¿No crees en Bob Esponja? Pues peor para ti, porque yo sí. Bueno, eso es lo de menos. Resulta que Bob Esponja se muere porque se encuentra con la isla de basura de plástico del Océano Pacífico y…

 

MANOLI.- ¿Crees en Bob Esponja y me dices que se muere y me lo dices tan alegremente?

 

CAROL.- Bueno, estar vivo, estar muerto, ya sabes, ambas son partes de una misma cosa…

 

MANOLI.- ¿De qué cosa?

 

CAROL.- Pues yo te debo confesar que las semanas que me tocaba a mí alimentarlo tampoco iba al cuarto oscuro, porque siempre me liaba con otras cosas y pensaba «bueno, si ya le llevó comida Manoli la semana pasada y le llevará la próxima… para qué voy a ir…»

 

MANOLI.- ¿Pero Bob Esponja no es un dibujo animado?

 

CAROL.- ¡Qué más dará eso!

 

De repente aparece por pasillo una cosa cuya forma no puedo definir ni ellas tampoco… El gluten. Eso sí, desnudo total también. Ellas no se inmutan, porque ya lo conocen y lo ven habitualmente por el supermercado… Lo que pasa es que nunca le habían visto solo… El gluten les lee el pensamiento y se para a hablarles.

 

GLUTEN.- Es que me persigue la lactosa. Se ha puesto en pelotas solo para ir detrás de mí, y ya sabéis, hacer cositas… Nuevos alimentos y esas cosas… Y como yo, si no me mezclo con algún otro ingrediente siempre voy desnudo integral, pues…

 

CAROL.- Ya, no pasa nada, si a nosotras no nos molesta, verdad, ¿Manoli?

 

MANOLI.- No, no nos molesta…

 

CAROL.- Fíjate que lo que nos preocupa ahora es una obra que habla sobre la destrucción del planeta a base de llenarlo de plásticos… Le es fácil flotar… Está en el Pavón.

 

Equipo de Le es fácil flotar

 

GLUTEN.- Ah, pues ya me la contaréis, porque yo no voy al teatro, la última vez que lo intenté no me dejaron entrar. Yo solo puedo entrar en el escenario, cuando algún actor se toma un bocadillo o algo así… O una hamburguesa con su semen encima… No pongáis esa cara, quería decir con su sésamo encima…

 

MANOLI.- No hemos puesto cara de nada.

 

CAROL.- No, es verdad, no nos vamos a escandalizar, no tenemos una sensibilidad que se hiera fácilmente, estamos abiertas a todo tipo de teatro…

 

MANOLI.- Eso es cierto…

 

GLUTEN.- Es que es un chiste que yo hago siempre. Confundir semen con sésamo…

 

CAROL (riendo por cortesía).- Sí, es muy gracioso, jajaja…

 

MANOLI (riendo también por cortesía).- Jajajaja…

 

Las dos en el fondo consideran que no tiene ninguna gracia ese chiste y que además es muy desagradable, pero no saben cómo comportarse con el gluten.

 

GLUTEN.- Bueno, yo subo al escenario si no deciden los de producción poner un bocadillo de plástico o una hamburguesa de plástico…

 

En esto que aparece la lactosa completamente desnuda también.

 

LACTOSA.- ¡Te encontré! ¡Maldito! ¡Cómo corres!

 

GLUTEN.- Me voy, que esta está loca… (Sale corriendo.)

 

LACTOSA.- Ya verás, te vas a enterar tú lo loca que estoy cuando te pille.  (Corre tras él.)

 

GLUTEN.- ¡Socorro! (Se mete en el pasillo de los frutos secos.)

 

CAROL- Vaya dos gilipollas.

 

MANOLI.- Ya te digo…

 

CAROL.- Jamás se habían parado a hablar conmigo.

 

MANOLI.- Ni conmigo tampoco.

 

CAROL.- Siempre me ignoran.

 

MANOLI.- Algo querrán de nosotras…

 

CAROL.- Bueno, habrá que seguir caminando hacia eso…

 

MANOLI.- Sí, habrá que seguir…

 

Caminan cada vez más despacio hacia el cuarto oscuro… Realmente ahora mismo lo tienen a dos pasos, pero tardan en llegar unas cuantas frases.

 

CAROL.- Por cierto, ¿sabes en qué se diferencia un descafeinado con leche desnatada y sacarina de un vaso de agua?

 

MANOLI.- No…

 

CAROL.- Pues yo tampoco…

 

MANOLI.- Pues. ¿y lo que se toman leche de soja?

 

CAROL.- Ya, yo a esos los tacho de mis contactos de ‘guasap’.

 

MANOLI.- Es que tiene huevos la cosa…

 

CAROL.- Por cierto, ¿a ti te gusta la mostaza?

 

MANOLI.- ¿Y eso a qué viene?

 

CAROL.- Nada, que me he acordado ahora de una cosa…

 

MANOLI (sacando del bolsillo de la camisa altramuces húmedos).- ¿De qué cosa? ¿Quieres altramuces?

 

CAROL.- Pero, mira que eres cerda, ¿eh?

 

MANOLI.- ¿Cómo?

 

CAROL.- ¿Guardas altramuces en el bolsillo de la camisa?

 

MANOLI.- ¿Por dónde quiere que me los meta?

 

CAROL.- Mira, ya hemos llegado al cuarto oscuro.

 

Se detienen en la puerta, sin hacer nada. Husmean el aire.

 

MANOLI.- Pues no huele muy mal…

 

CAROL.- No, no huele mal…

 

MANOLI.- Si está muerto, no lleva mucho tiempo muerto…

 

CAROL.- Quizá le gusten los altramuces.

 

MANOLI.- Quizá…

 

CAROL.- Es que mi madre me ha traído granos de mostaza, pero un montón, te voy a traer un frasquito.

 

MANOLI.- ¿Y cuándo vamos al Pavón a ver la obra de Bob Esponja?

 

CAROL.- Oye, vamos al grano… ¿Te das cuenta de que hemos hablado de todo menos de lo que teníamos que hacer hoy?

 

MANOLI.- Pues sí… Habrá que entrar, ¿no?

 

CAROL.- Para eso hemos venido.

 

MANOLI.- Justo estaba pensando lo mismo.

 

CAROL.- Sí, y que no queden trazas…

 

MANOLI.- ¿De frutos secos?

 

CAROL.- Me lo decía mi abuela.

 

MANOLI.- No entiendo.

 

CAROL.- Que si alguna vez mataba a alguien, que no quedaran trazas… Huellas… Pistas… Para que no me pillaran, vamos…

 

MANOLI.- Qué sabia, tu abuela…

 

CAROL.- Sí, era una filósofa, la tía…

 

MANOLI.- Bueno, pero ya te he dicho, si el bobo este se ha muerto, se ha muerto él solito, nosotras no hemos entrado a matarle. Al menos yo.

 

CAROL.- Yo tampoco. Abre.  (Señala la puerta.)

 

MANOLI (poniendo la mano en el manillar de la puerta).- ¿Hay que reservar para la de Bob Esponja o las compramos directamente en la web?

 

CAROL.- Bueno… Hacemos una cosa… Si vendemos una bolsa de plástico hoy, compramos entrada, pero si no, nos colamos, ¿hecho?

 

MANOLI.- Hecho.

 

Oscuro.

 

(¿Verán Le es fácil flotar pagando o se colarán cuando el de la puerta no mire? ¿Le traerá mostaza Carol a Manoli? ¿Dejará Manoli de guardarse los altramuces en el bolsillo de la camisa? ¿Venderán alguna bolsa de plástico a precio de jamón ibérico? ¿Estará muerto el tipo este del cuarto oscuro? Para saber todo lo que pasa en este terrible supermercado, pulsar aquí.)

 

@nico_guau

 

 

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