Tarde concilia el sueño la cabeza parlante en estas noches sucesivas de calor e ideas fugaces, perdida en la región de bosquejos donde árbol se lee dendrita y las piedras son de locura: Aquí juegan al corro el tiempo niño y un primer lenguaje de oraciones como células, de palabras que concuerdan en torno al punto señalado, cuando la primera persona aparece siempre en plural. Rica semántica de posibilidades, tan pronto nos desposaba un río como hablaban los peces de oro con el lobo de mar ¿Por qué lo cambiamos todo por una gramática seria, metiendo la vida en sintaxis para mejor manejarla? El verbo se hace carne, se hace neurona, circuito, y ya, en la moderna dotación de la máquina, circuito cerrado.